Con Sergio Hernández de regreso a Argentina, el Casademont Zaragoza se ha marcado tres partidos de sombrerazo. Primero, con el eficaz Lamúa en el banquillo, ganó con holgura al Gipuzkoa. Después, ya con Luis Casimiro Palomo al frente del grupo, rubricó un triunfo de mérito en Burgos. Ayer, en una prueba desveladora de su estado y capacidad, venció con holgura al Unicaja en Málaga, llenándose de argumentos para su verdadera batalla en el actual curso, la Final a Ocho de la Basketball Champions League, a jugar del 5 al 9 de mayo en Nizhny Novgorod. Jugando en el Martín Carpena, la cancha talismán del Casademont, las opciones de ser campeón serían elevadísimas. Aunque no sea en la Costa del Sol, sino en la lejana Rusia, jugando como ayer, sería temerario descartar al conjunto aragonés. Yo no lo haría...

Ha dado un viraje radical el Casademont en apenas dos semanas. Sigue moviendo con soltura, lanzando con descaro, produciendo con suficiencia (101 puntos ayer). En ataque, es el mismo equipo jugón de toda la temporada. Pero Casimiro ha sabido elevar el nivel defensivo. Más manos, más energía. Ayer ganó, y no fue por anotar 101 puntos, sino porque detuvo al rival en 78, dato impensable hace tan escasos partidos. Y ciertamente, si al Casademont le meten menos de 80 puntos, las opciones de cantar victoria son enormes. Igual ayer en Málaga que en la fase final de la BCL. Hay motivos sobrados para la esperanza.

Algo ha hecho bien Luis Casimiro, el hombre que venció en Zaragoza por 29 puntos hace cinco meses cuando entrenaba al Unicaja (63-92) al Casademont de Diego Ocampo, y que ayer ganó a su antiguo equipo por 23 puntos (78-101). Hecho extrañísimo en el deporte de élite: Unicaja y Casademont juegan, pero siempre gana el equipo que entrena Casimiro...

Firmó un buen arranque el Casademont, fluido en ataque y más activo en defensa. Luis Casimiro apostó de inicio por San Miguel, Ennis, Brussino, Harris y Wiley. Muy sereno en la construcción del juego y certero en el lanzamiento, el conjunto aragonés adquirió pronto rentas de hasta ocho puntos (14-22), socializando el balón en ataque y endureciendo su defensa respecto a actuaciones pasadas. Además del resultado al paso de la primera meta volante en el minuto 10, hay que destacar el aporte de Justiz, primera rotación interior, Un triple de Benzing cerró un notable primer cuarto (16-27).

El Casademont mantuvo su nivel de acierto en el segundo parcial, alcanzando rentas de hasta 20 puntos (26-46). Entró Hlinason, que tan importante debe ser en este equipo y que tan poco está jugando últimamente. La valoración de jugadores como Barreiro y Justiz disparó a un conjunto aragonés que botaba menos y pasaba más, agilizando el ritmo de juego. Se detuvo en la anotación el conjunto aragonés en el tramo final del segundo cuarto. El Unicaja recortó, dejando el marcador al final del primer tiempo en un 33-46, con el parcial 7-0 de los andaluces. Gran primera mitad aragonesa, muy sueltos y con algunas fases de juego incluso espectacular.

Como ocurriera en Burgos, el Casademont inició muy flojo el tercer cuarto. Los malagueños limaron punto a punto (37-47). Pero Wiley acudió al rescate estirando la ventaja. Un triple de Brussino elevó a 17 puntos el diferencial (37-54). Katsikaris tuvo que parar el partido. El Unicaja no reaccionaba ante un Casademont muy chulo, muy firme. Katsikaris lo intentaba todo, pero la zona de Unicaja fue destrozada a triple limpio por el conjunto zaragozano, que se fugó hasta los 24 puntos. Katsikaris probó entonces todas las variables, hasta la presión a toda pista. Le salía todo al Casademont, muy acertado desde todos los flancos. Una asistencia de Justiz con canasta de Rodrigo clausuró un tercer cuarto con un parcial de 18-29 que dejaba sentenciado el partido.

Lo buscó a la desesperada el Unicaja en los minutos finales. Redujeron la distancia hasta los 16 puntos. Con presión a toda pista de los andaluces, un triple de San Miguel sentenció definitivamente el choque. Harris fue eliminado, pero no hubo mayores problemas para alcanzar el final sin ningún agobio. Incluso en algún momento se pensó en recuperar la diferencia adquirida por los malagueños en Zaragoza (63-92). El resultado final (78-101) lo dice todo. Le sobran los motivos para creer a un Casademont que se jugará su futuro no en la Liga Endesa ACB, sino en la Basketball Champions League.

Rodrigo San Miguel y Luis Casimiro dedicaron la victoria al periodista zaragozano y exárbitro Pepe Boned, ayer fallecido. Uno y otro destacaron también la extraordinaria capacidad de reacción que ha expresado el Casademont en solo dos semanas. El conjunto zaragozano llega pletórico a la Final a Ocho de la BCL. En dos semanas estará todo ventilado. En la próxima, aguardan el Andorra y el Real Madrid. Pero los partidos de verdad llegarán a la siguiente. Con un equipo que por fin reconoce a su base (por supuesto, Rodrigo San Miguel), con un Javier Justiz que reaparece justo a tiempo para la gran cita, con Dylan Ennis por fin jugando colectivo, con un Nico Brussino estelar, con un Willey rompedor, con Barreiro como siempre está Barreiro... El único pero lo constituye Hlinason en este nuevo tiempo que acabar de nacer. Como dijo Casimiro en su presentación, reto corto y apasionante: ganar la BCL. Ayer se cogió carrerilla con una victoria a lo grande en Málaga.

Partido Unicaja-Casademont

Ficha técnica

78-Unicaja (16+17+18+27): Thompson (16), Brizuela (12), Díaz (5), Waczysnki (6) y Guerrero (2) -cinco inicial- Fernández (10), Alonso (2), Thomas (10), Sánchez (0), Abromaitis (8), Tamba (0) y Bouteille (7).

101-Casademont Zaragoza (27+19+29+26): Harris (11), Brussino ()16, San Miguel (5), Wiley (24), Ennis (9) -cinco inicial- Sulaimon (7), Justiz (5), Barreiro (13), Fernández (0), Font (0), Benzing (11) y Hlinason (0).

Árbitros: Carlos Cortés, Jorge Martínez y Joaquín García. Expulsaron a Dean Thompson del Unicaja y Robin Benzing del Casademont Zaragoza.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 33 de la Liga Endesa disputado, a puerta cerrada, en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena de Málaga.