Se ha cumplido un tercio de la liga con cuatro victorias y siete derrotas, ¿qué balance realiza?

Las sensaciones no han sido malas. Para mí, el entorno nos ha puesto más arriba de lo que realmente estábamos porque el calendario era más favorable en las primeras jornadas, pero creo que deberíamos llevar como mínimo una victoria más y tal vez dos.

¿Cuáles?

Yo tengo tres partidos: Pamesa en casa, que después de coger ventaja no deberíamos haberla perdido, Fuenlabrada en casa tendríamos que haber asegurado el triunfo y el partido de Bruesa también se nos escapa. Estamos en los partidos, pero por relajación, falta de ambición, pérdida de concentración... se nos van. Las ‘bolas extra’ (victorias no esperadas) como les digo yo hay equipos que las han conseguido. La nuestra pudo ser en Las Palmas pero la perdimos con Fuenlabrada. Hay que asegurar, hacerse muy fuerte en casa y lograr algún triunfo fuera.

Y sin ‘bolas extra’ no te salvas.

Es muy complicado, porque entonces tienes que ganar casi todo en casa, y vencer al Madrid, Barcelona, TAU, Unicaja… es muy difícil.

Haciendo las cuentas el equipo acabaría con unas doce victorias que es el límite de la salvación.

No puedes hacer nunca esas cuentas. Hay que ir partido a partido y ver cómo estamos. Ahora llevamos 4-7 pero vamos a Málaga, recibimos al TAU y viajamos a Murcia. Es un calendario complicado, pero no hay que descartar ningún partido. Es cierto que tenemos que mejorar ciertos aspectos para poder competir y ganar partidos, especialmente, fuera de casa, pero no hay que descartar nada.

El domingo se perdió ofreciendo una mala imagen. ¿Con qué sensaciones salió de La Casilla?

Me fastidió…, salí con malas sensaciones, con la de falta de cohesión, de falta de ambición, que no digo que exista pero fue la sensación que me dio. Para mí fue de los peores partidos o de las peores sensaciones que he vivido junto con las de Menorca, pero sinceramente me dolió más esta derrota. Yo pensaba que tras el partido contra el Madrid daríamos un paso adelante y no lo dimos. Nos ponemos al nivel del rival como para competir pero conformándonos con estar en el partido. No digo que tengamos que ganar allí, pero sí la obligación de parecer más equipo.

¿Por eso hubo entrenamiento ‘de castigo’?

No es un castigo. Simplemente es trabajar más. La decisión la tomó el entrenador y yo la apoyo al cien por cien y simplemente se va, se trabaja y habrá que empezar a cuidar los detalles y a concentrarse más. Está claro que nuestro objetivo es mantenernos pero creo que el equipo está para algo más que para mantenerse. Los jugadores deberían tener más ambición. Debemos empezar a exigir eso, que la gente dé ese paso adelante de ser más competitivos.

¿Le decepciona esa falta de ambición?

Quizá no sea esa palabra, pero sí que echo en falta esa ambición, y hablo del equipo. La clave de los conjuntos medianos tiene que ser el bloque y sumar todos. Nadie puede dar un paso atrás, todos tienen que aportar y sentirse importantes, jugando ocho minutos o 27.

¿Esto se arregla solo con trabajo?

Habrá que verlo. Lo que está claro es que con trabajo y cuidando detalles… Perdiendo 20 balones no se puede ganar un partido y si diez de ellos son absurdos es más difícil. Nosotros tenemos que estar concentrados 40 minutos. Eso sí que se puede corregir con trabajo, porque no se pierden balones por falta de calidad sino que se pierden porque no se hacen las cosas bien en cuanto a concentración o poner interés. Las sensaciones hasta ahora no eran malas, pero nos falta ese puntito de no conformarnos.

¿Mantiene la confianza en el grupo y en el entrenador?

Sí, sí, totalmente. Creo que tienen que trabajar y no hay tantas cosas que corregir. No estamos en un momento delicado sino que hay que cuidar ciertos detalles para ir sacando victorias.

Pero el calendario se complica, ¿la cita clave será Murcia?

De verdad que queremos ir partido a partido. Sabiendo que llevamos tres derrotas seguidas y el calendario se complica, hay que seguir luchando y trabajando. Nuestro objetivo es quedarnos en la ACB y la igualdad es tal que podemos perder los dos siguientes o ganar dos de tres y estar otra vez arriba. El objetivo es ir a ganar cada partido y marcharnos de ellos con la conciencia tranquila de que hemos dado todo lo posible.

Se echa de menos a Victoriano.

Se le ha echado de menos lógicamente, porque su presencia es importante por su liderazgo. Green es un jugador que vino a compartir puesto, no a llevar el peso del equipo, con la misma responsabilidad que Lucas. Cuando se ha visto con la necesidad de jugar 35 minutos ha tenido que cambiar su estilo de juego y le complica un poco más su adaptación. Aún así, y a pesar de su mal partido en Bilbao, en los anteriores ha estado más que correcto. Y en el tema de Marco hemos tenido mala suerte porque ha entrenado bien y se ha adaptado rápido pero ha tenido muy poco acierto en los partidos.

¿Le sorprende la situación que atraviesa Lescano?

Me sorprende porque se da ahora, pero dentro de un mes puede ser importante otra vez. Es un momento puntual.

¿Qué ocurrió el otro día en la asamblea de la ACB?

El interés de la mayoría de clubes es tener una liga de 18 y 13 manifestaron su intención de votar a favor de la propuesta que dice que si el Obradoiro no sale su plaza la ocupe el penúltimo de este año y se firmó un documento. Pero el viernes, el presidente de Bilbao dijo que su máximo accionista (Gorka Arrinda) cambiaba el voto. Y si no hay tres cuartas partes (13 votos) no se puede aprobar.

¿Cómo ha sentado ese cambio?

Muy mal. El porqué no se sabe. Sospechas hay todas, pero creo que la primera piedra la han lanzado los grandes porque están preocupados en el tema de las plazas europeas sin pensar en el resto de proyectos.