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Abordaje perfecto del CAI Teruel

El CAI Teruel disputa hoy la semifinal de la Copa contra Vecindario tras superar al Barcelona en un duro e intenso partido

Ni el capitán Jack Sparrow firmaría un abordaje tan perfecto. Al CAI Teruel le hizo falta echar mano de toda su artillería para asaltar y hundir al FC Barcelona en una batalla dura, vibrante, llena de suspense y con un desenlace feliz y alegre, celebrado con algarabía por los casi doscientos aficionados turolenses que dieron vida con sus gritos al pabellón Santa Lucía.


El conjunto aragonés ya está en semifinales de la Copa del Rey por tercera vez en su trayectoria en este torneo, y esta noche (21.00, Teledeporte y Canal+ Deportes) buscará el pase a su segunda final ante el Vecindario, el anfitrión con hambre de firmar la heroica ante su afición. El CAI sabía que la eliminatoria le exigiría superarse. Y el temor que arrastraba Óscar Novillo durante la semana se confirmó. La dinámica del Barça en el campeonato nacional le convertía en un rival incómodo. El mejor en la segunda vuelta de la fase regular, solo había perdido un partido y había osado humillar al campeón en su propia casa. Segundo contra tercero, toda una final anticipada.


El entrenador alicantino ya avisaba de que habría que rozar la perfección para ganar el billete a la semifinal. Blindar todas las facetas del juego. El conjunto que gestiona Alemany no había llegado a Santa Lucía para tomar el sol, y luchó hasta la extenuación en el recorrido de los dos primeros parciales, en el tercero que subió a su marcador y en un cuarto que peleó hasta que el CAI dio el último golpe de autoridad gracias a la magnífica gestión de todos sus recursos.


La banda sonora de ‘Piratas del Caribe’ que atronaba por megafonía anunciaba un combate total. Especialmente intenso en los dos primeros sets que fueron un calco. Al CAI le costó calentar la muñeca, sobre todo en un argumento que define el desarrollo del juego: el saque. Cinco errores condenaron el arranque de la primera manga en el que la nave blaugrana tomaba ventaja (5-8) exhibiendo con autoridad esta arma que hundía la recepción turolense. Solo cuando los nervios, propios de los primerizos, extraños en un equipo de la experiencia del CAI, se templaron, la máquina naranja empezó a funcionar con claridad. El balón tomó sentido desde la salida y Hernán, enorme un partido más, empezó a distribuir a su tropa. El Barça no se rendía, apoyado en un elaborado trabajo en la segunda línea, y en la aportación ofensiva de Saucedo, Parres y un motivadísimo Fran Rodríguez (22 puntos). El CAI mantuvo su buen hacer en bloqueo (15-7), entonada la recepción (Rojas sustituyó a Suela) y con un inspirado Martín Efrón en defensa. García-Torres se agigantó en la red, Batista respondió igual de contundente, Cáceres remató poderoso y Bernal completó con arte el catálogo de virtudes del CAI anoche. Un buen trabajo colectivo que mereció el premio en la resolución de los dos primeros sets. Bernal se erigió en protagonista en el de inicio: un remate y un gran gorro a Saucedo aclararon el paisaje. El blindaje del 2-0 fue terrible: el CAI Teruel se dejó cuatro puntos cuando la manga estaba definida (21-16); Saucedo salvó dos bolas de set; Cáceres y Rojas otras tres para el Barça; Batista y Juli pusieron la puntilla (29-27).


El CAI pagó el esfuerzo y se fue de la inmaculada pista. Fue momentáneo. Quedaba el último asalto: los dos equipos se enzarzaron en a cruzada ofensiva sin tregua. La distribución de Guille Hernán y el entusiasmo rematador de Cáceres terminaron con el ímpetu del FC Barcelona, que acabó con la moral hundida. El CAI Teruel ya ha dado el primer paso. Esta noche, el Vecindario: otra final para la gran final.