gimnasia rítmica

Inés Bergua, rumbo a París 2024: "Cuando compito quiero transmitir, que el público sienta mi emoción"

La gimnasta oscense de 18 años es la primera aragonesa con plaza en las próximas Olimpiadas. La logró con la selección española en el Mundial del año pasado

La gimnasta oscense Inés Bergua, en acción con la cinta.
La gimnasta oscense Inés Bergua, en acción con la cinta.
Enrique Cidoncha

El billete para París 2024 lo sacó con mucha antelación, en el Mundial del año pasado en Bulgaría en el que se colgó tres bronces formando parte del equipo nacional absoluto.El momento en el que se confirmó la clasificación lo recuerdo como uno de los más bonitos de mi vida. Fue muy emocionante, me llené de ilusión, de orgullo, de satisfacción. Sólo nosotras sabemos todo el trabajo, las horas de entrenamiento y el sacrificio que hay detrás. El ver que las metas se van cumpliendo es muy gratificante. Me hizo ser muy feliz.

Fue un sueño cumplido antes de lo previsto.Nuestra intención en el Mundial de Bulgaria era realizar una buena competición con vistas al de este año, que es en Valencia y era en el que sí que la meta era lograr el pase a París. Empecé en la rítmica con tres años, en 2019 entré en la selección júnior y por mucho que dijese que el objetivo era ir a los Juegos, no sabía que iba a llegar en ese momento.

El tener el sitio ya asegurado, ¿da tranquilidad este año o genera un plus de responsabilidad por partir en las competiciones entre las favoritas?Nos permite afrontar el Mundial de Valencia en agosto con algo menos de presión. Un Mundial en el que te juegas ir a los Juegos es una prueba muy dura físicamente y mentalmente, y si además le sumas que es en tu país, más. Eso no quita el que estamos encantadas de competir en casa y que queremos seguir manteniéndonos arriba en la clasificación. Todos van a querer bajarnos del podio. es algo bueno que sientan nuestra presencia y nos tengan respeto. Llamaremos la atención por nuestros ejercicios y actitud. Vamos a por todas.

¿Cómo se imagina el desfile en la ceremonia inaugural de los Juegos?No estoy segura de si podré estar porque la gimnasia es de los últimos deportes del programa y no sé cuándo llegaremos. Dicen que es uno de los momentos más especiales, cuando te das cuenta de dónde estás. Estoy segura que impacta muchísimo verte entre los mejores deportistas y con todo el mundo mirando.

Sus primeros pasos en un tapiz fueron a los tres años, ¿quién le ayudó a darlos?Mi tía, Salas Navales, había practicado gimnasia a nivel nacional y les sugirió a mis padres que probase. Me apuntaron en el Club 90 Huesca y allí estuve entrenando hasta llegar al equipo nacional júnior. Cristina Perea, Mamen, María, Ana Gómez, Nerea, Ana Añoto, Jara... me ayudaron mucho a crecer como gimnasta y como persona. Tengo recuerdos muy bonitos de cuando empecé.

Para estar en el equipo nacional júnior tuvo que marchar a Madrid muy joven.Tuve que tomar la decisión con 13 años. En mi mente solo cabía perseguir mi sueño en la gimnasia rítmica y ese era el camino. Para formar parte del equipo nacional no hay otro. Quizá podría haber llegado a la selección por otra vía, pero entonces hubiese sido como individual. Fue un gran cambio, dejé mi vida en Huesca, a mi familia, a mis amigos, a mi colegio, Santa Ana, y me fui a Madrid a una residencia de deportistas. A veces me preguntan si me arrepiento o si siento que me he perdido cosas, pero no lo creo. Considero que lo que he hecho ha sido cambiar unas experiencias por otras. No he podido ir a todos los cumpleaños o no he podido salir con mis amigas, pero he vivido cosas que la gente de mi edad no ha podido hacer. Ya he estado en europeos y mundiales y he viajado a muchos países.

También convive en la residencia con grandes campeones.En el comedor de la residencia puedes coincidir con gente como Carolina Marín, Lyria Valentín y Saúl Craviotto. Muchos vienen a realizar concentraciones y pasan por aquí.

Habrá tenido que madurar muy rápidoMe he tenido que adaptar a ser autónoma y autoexigente, a tener capacidad de sacrificio y poner pasión en lo que hago. Tú eres tu única herramienta para lograr lo que quieras. Todo el esfuerzo que decidas poner en lo que haces se aproximará al resultado que vas a obtener.

¿Qué es lo que le atrae de la gimnasia?Me encanta competir y para esto hay que entrenar. Me gusta cada día hacerlo mejor que el anterior, superar mis miedos y alcanzar los retos que me propongo. Notar la adrenalina sobre el tapiz, terminar el ejercicio y sentir la satisfacción de haberlo hecho perfecto es algo que hasta que no lo vives no lo puedes expresar. Que el público te mire y aplauda. La rítmica es deporte con arte, resulta muy técnico, pero cuando ves a una gimnasta que le pone alma y carisma la cosa cambia. Cuando compito quiero transmitir, que la gente sienta mi emoción.

¿Cómo de importante es el equipo para usted más allá de lo deportivo?Todas mis compañeras y el cuerpo técnico formamos una gran familia. A mis padres, hermanos, abuelos, tíos y primos los veo muy poco y con quienes paso las 24 horas es con mis compañeras. Como con ellas, entreno con ellas y antes íbamos al colegio juntas y también compartíamos habitación. No son una familia de sangre, pero sí unas compañeras de vida.

Dentro de que forma parte de un conjunto, ¿qué parte de responsabilidad tiene usted en los éxitos?La responsabilidad grupal es la suma de la que cada una tenemos individualmente. Me gusta dar el máximo cuando entreno para así animar al resto a que hagan lo mismo. Intento que el equipo esté unido, que seamos positivas también en los momentos malos. Siempre hemos destacado por ser un equipo luchador y me siento con el deber de inculcar eso.

La seleccionadora del equipo es Alejandra Quereda y la entrenadora, Ana María Pelaz. Ambas fueron gimnastas olímpicas, ¿cómo es el trato con ellas?Saben lo que vivimos porque han pasado por ello antes. Son exigentes y tienen los objetivos claros. Buscan la complicidad con nosotras y muchas veces lo deportivo y lo personal se entrelaza. Si nos tienen que ayudar, podemos contar con ellas; también en los momentos personales difíciles.

Dentro de la selección hay otra aragonesa, Alba Bautista, de Utrillas, que compite en individual.La conocía de antes y tenemos muy buena relación. Es una gran gimnasta y también está consiguiendo cosas importantes. En el último Mundial llegó a la final y va a luchar por lograr plaza en los Juegos.

¿Cómo observa desde la distancia la situación de la gimnasia rítmica enAragón?Me gusta el proyecto que ha arrancado en Huesca con un grupo de gimnastas del Club 90 al que se les han adaptado los horarios escolares para entrenar más horas. Ese tipo de iniciativas son muy importantes para fomentar el deporte. También veo muy positivas las concentraciones que está haciendo la federación aragonesa contando con referentes nacionales como Lourdes Mohedano; para las niñas representa una gran oportunidad. En lo personal, he de decir que la federación siempre me está apoyando.

Al margen de la gimnasia, ha empezado este curso a estudiar Derecho, ¿qué tal le fue el primer cuatrimestre?Aprobé todo. Tengo el día muy ocupado, pero si hay ganas se puede compatibilizar con los entrenamientos optimizando las horas y aprovechando cada hueco. Segundo de Bachillerato se me hizo más duro. Me levanto, voy a la Universidad y de ahí a entrenar de 11.00 a 14.30. Como, estudio y luego tengo fisio o clases. Vuelvo a entrenar de 17.30 a 21.00 y por la noche ceno y estudio. El único día libre es el domingo.

¿Qué le hizo decantarse por esa carrera?Me gustaban varias cosas, pero mi hermano mediano también lo estudia y mi madre es abogada. Siempre me había llamado la atención por las salidas que tiene. Ser abogada, jueza o trabajar en una empresa me gusta, aunque de momento no me gusta pensar en cuándo deje la gimnasia. Estoy enfocada en mi gran objetivo, los Juegos Olímpicos de París 2024, y en disfrutar cada momento hasta entonces.

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