Una expulsión, una condena

Las cuatro rojas que ha visto el Huesca se han reflejado en el marcador final. Anquela solicita a sus jugadores que sean "más responsables".

Bambock deja el césped de La Romareda tras su roja.
Una expulsión, una condena
Aránzazu Navarro

Algunos llegan a justificar con consideraciones tácticas que el lema futbolístico del ‘con diez se juega mejor que con once’ es completamente válido. No sucede tal hecho, desde luego, en el caso de la Sociedad Deportiva Huesca 2016/2017, cuya estadística referente a las expulsiones y las consecuencias de las mismas no puede resultar más concluyente: cuando los azulgranas se quedan con uno menos, condena segura en forma de marcador alterado en su contra. Esta situación se ha repetido para los altoaragoneses en cuatro ocasiones tras la disputa de 22 jornadas del campeonato liguero en Segunda División.

El Huesca de Anquela prefiere aplicarse a las matemáticas básicas y evitar los contratiempos disciplinarios, porque cuando estos han llegado los problemas se le han multiplicado. Lo sabe muy bien el técnico azulgrana, que fue vehemente en la exposición de su pensamiento a ese respecto. Tras la derrota del sábado en El Alcoraz ante el Alcorcón (0-1), el preparador andaluz afirmó que sus jugadores deben ser "más responsables". No es la primera vez que dejamos al equipo con diez. Es para hacérselo mirar».

Los focos del entrenador del Huesca apuntaban en la sala de prensa en dirección a Carlos Akapo, que se fue a los vestuarios antes de tiempo, como le había sucedido al lateral ilicitano en Lugo. "Hay que controlar más cuando se lleva amarilla. Me preocupa cómo se producen las tarjetas", aseguró Juan Antonio Anquela, quien eximió de toda responsabilidad al colegiado después de dos arbitrajes consecutivos como local en los que los trencillas, sin ser en ningún momento decisivos para el resultado final, no midieron con el mismo rasero a locales y visitantes a la hora de acumular amonestaciones. De ello se han quejado los futbolistas y también lo hizo el público oscense con varias sinfonías de viento desde la grada.

Pero Anquela no es amigo de las excusas. Al contrario. Por eso, el técnico del Huesca prefiere mirar la paja en su propio ojo que en el ajeno. La intención es clara: ni una concesión extra al contrario por culpa de las expulsiones. Y hay más. Ni una cartulina amarilla de regalo, porque a partir de ahora las bajas por acumulación van cobrando una mayor relevancia.

Sin ir más lejos, para este sábado en Tarragona, donde al Huesca le espera el Nàstic (18.00), el técnico azulgrana no podrá contar con Samu Sáiz y Gonzalo Melero por sus cinco amarillas, además del castigo a Akapo por su expulsión. Las sanciones fueron confirmadas ayer por el Comité de Competición, que también le ha impuesto un partido por acumulación a Tejera, del Nàstic.

Repaso a las cartulinas rojas

Repasando las cuatro tarjetas que ha visto el Huesca en lo que va de curso, la primera de ellas surgió pronto. Fue en la jornada 3, en el derbi aragonés de La Romareda, en el que el centrocampista Fran Bambock se tuvo que retirar del campo en el minuto 43 por una doble amarilla. El resultado era entonces de 0-0 y el Zaragoza, con once, se apuntó la victoria en la recta final (1-0).

El siguiente protagonista negativo fue, en la jornada 15 en Vallecas, el serbio Brezancic, que había visto una amarilla en el minuto 31 y fue expulsado por ver la segunda en el 34, además cometiendo penalti –que materializó Ebert–. El Huesca ganaba 0-1 al Rayo y terminó empatando (2-2).

Las otras dos rojas son para Carlos Akapo. Es curioso que ambas se produjeran en el minuto 82, instante fatídico para el internacional ecuatoguineano. En Lugo, en la jornada 19, su segunda amarilla fue en un penalti que Joselu anotó para el 1-1 final. El Huesca vencía en el Anxo Carro 0-1 desde el minuto 18.

Y el pasado sábado, la única expulsión como local para el Huesca, de nuevo con Akapo en ese minuto 82. Esta vez la segunda amarilla, con 0-0 en el marcador, trajo implícita una falta que terminó en el gol del Alcorcón (0-1).

En definitiva, que Anquela no quiere un sobresalto más de los que pueden evitarse, para que no haya nuevas pérdidas de puntos.

El Huesca, por su parte, aprovechó su superioridad numérica frente al Reus: roja a Melli con 0-1 y triunfo azulgrana por 2-1. Ante el Oviedo, la doble amarilla a Gil era ya con 3-0 en el luminoso.

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