Fieles al maratón de Zaragoza

El atletismo zaragozano soñaba con un maratón. Al calor de Expo 2008 surgió la oportunidad de que la carrera de 42 kilómetros y 195 metros fuera una realidad, demostrando que la ciudad estaba a la altura en organización, participación, hospitalidad, entusiasmo… En 2007 vio la luz el primer maratón de Zaragoza y hoy se celebra ya la décima edición, "convertido en una fiesta de los atletas populares", afirman Miguel Montori y Alberto Nuño, dos de los 25 corredores de la tierra que se mantienen fieles a este evento. Ambos han culminado con éxito los nueve maratones anteriores y hoy, a las 8.30, estarán en la plaza del Pilar, punto de partida del Mann Filter Maratón de Zaragoza, que organiza Running ZGZ. Los dos atletas recibirán, junto con los otros 23 valientes que llevan varios meses de puesta a punto para abordar la exigente distancia, un homenaje por mantener su confianza en una prueba que se adelantará a la primavera en 2017.

"Me gusta ser continuista. Está muy bien organizada y la ciudad tiene un aura especial ese día", resalta Montori, oscense de 53 años y que ya acumula 22 maratones en sus piernas. "Soy corredor del montón. Me gusta correr para mantenerme en forma, pero hace doce años decidí asaltar la distancia en San Sebastián. Cuando surgió el maratón de Zaragoza me pareció una cuestión de obligado cumplimiento estar en la línea de salida de una prueba de mi tierra", cuenta el fondista, que guarda en la memoria, con "especial cariño", la primera cita. "Recuerdo esa raya discontinua azul, como el color del mar, un símbolo muy bonito; la efervescencia del voluntariado, que le aportó un ambiente muy especial... Me gustó porque todo el mundo tenía carácter de novato", relata.

Montori no forma parte de ningún club –"siempre voy con una camiseta de Aspace Huesca, donde trabajo"– y mantiene una rutina de entrenamientos firme. "Son necesarias, por lo menos, ocho semanas, aunque en verano es difícil prepararse por el calor. Por eso los corredores valoramos bien que se cambie a primavera", afirma el oscense, que apela al "espíritu de Filípides" en cada cita. "Recuerdo la segunda y tercera edición con viento y frío por la zona de la Expo, que le daba un carácter épico... Es algo heroico culminar los 42 kilómetros. Solo hay que ver las caras con las que entra la gente en meta, como diciendo “aquí estoy y lo he hecho”. Es algo bonito", resalta Montori.

El maratón de Zaragoza se ha integrado en la ciudad; sufrió por los cambios de recorrido, pero ha encontrado la tranquilidad y un diseño que gusta a los participantes. "Que pase por el centro y acabe en el Pilar es un punto a favor, el circuito ya está asentado y también tienes referencias. Y, además, está el calor del público, el ambiente por barrios... Está muy bien organizado", destaca Alberto Nuño, que suma 41 maratones en su particular palmarés. "Empecé a correr por hacer ejercicio y quitarme el sobrepeso. Luego conecté con un foro de atletismo popular, donde escribía José Luis Mareca. Daba consejos para los corredores y me gustaba su filosofía. Así, nos juntamos un grupo de 30 personas. El atletismo también me permite salir, conocer otras ciudades y gentes, hacer vida social", relata el ‘runner’ zaragozano.

Nuño también aplaude que la prueba se traslade a primavera. "Seguirá creciendo y atraerá a más corredores", apunta el atleta del Running Zaragoza, que anima a la gente a que dé el salto a los 42 kilómetros pero "con prudencia". "Hay que hacer una base, con distancias atractivas como la 10K. Y hay que entrenar. Es difícil sacar tiempo porque tienes el trabajo y la familia, pero hay que prepararse y seguir los consejos de profesionales para que te ayuden. El fin es disfrutar", concluye.