"El futuro pasa por tener volumen, porque reduce costes"

Potenciar la innovación y hacer posible una energía más barata en este país, materias claves para la automoción, motor económico.

Arriba, Javier Sanz, de Mann+Hummel Ibérica;_Antonio Cobo, de General Motors España;_Aitor Aguilar, de Mypa, y Luis H. Ménendez, de HERALDO. Abajo,_David Romeral, director gerente del CAAR;_Arturo Aliaga, consejero de Industria; Salvador Domingo, del ITA,
Arriba, Javier Sanz, de Mann+Hummel Ibérica;_Antonio Cobo, de General Motors España;_Aitor Aguilar, de Mypa, y Luis H. Ménendez, de HERALDO. Abajo,_David Romeral, director gerente del CAAR;_Arturo Aliaga, consejero de Industria; Salvador Domingo, del ITA,
Aránzazu Navarro

Volver a llenar la planta de GM en Figueruelas de coches a fabricar. Esa es la prioridad para su director general, Antonio Cobo, ponente en una de las mesas redondas del ‘Motor Meeting’ organizado por HERALDO. "El volumen es futuro porque te reduce los costes de todo tipo y hace que puedas competir con cualquiera", apuntó. Recuperar la plena capacidad y "conseguir ser los mejores en calidad, productividad y costes son dos pilares fundamentales. Si no los tienes, no vas a poder ser una empresa de futuro". Así de claro lo expresó el máximo directivo de GM España. "Las relaciones laborales ya no funcionan con el cliché de patrón/obrero. Eso se ha acabado. Somos un equipo: o hacemos los mejores coches y al mejor precio o no podremos competir con China o Corea", dijo. "Es el mercado o el cliente el centro de todo lo que hacemos", advirtió, en un país, España, que es el segundo fabricante de coches de Europa y el noveno del mundo.


En la misma línea abundó Javier Sanz, director general de la planta de Mann+Hummel Ibérica. "Estamos en un mercado muy volátil y las relaciones laborales son claves para ser competitivos y que nos adjudiquen producto. Tenemos buenos profesionales. Contamos con un departamento de I+D, pero el acuerdo social es básico. Tenemos que sembrar hoy para recoger mañana", subrayó el directivo de una planta que está en plena negociación del nuevo convenio colectivo. "Si no somos los más competitivos, la multinacional le adjudicará el trabajo a otra planta del grupo y si se nos va la carga de trabajo, no se podrá mantener el empleo", avisó.


Un mercado global impone sus directrices y disponer de flexibilidad es lo que permite adaptarse, recordó Antonio Cobo. "Haber tenido que negociar un ERE para este segundo semestre del año no implica que todo vaya mal. Simplemente es un elemento de flexibilidad", quiso puntualizar. "La industria de hoy necesita flexibilidad en alta frecuencia –lo que implica ser capaces de trabajar media hora más cada día si la producción lo requiere, como tienen ya pactado en otras plantas alemanas de Opel, aunque aquí solo los viernes y porque lo forcé en convenio– o en baja frecuencia como son los ERE. El futuro pasa por esa flexibilidad y el Gobierno tiene que ayudarnos", dijo.


En la necesidad de un mayor apoyo para la industria automovilística por parte de la Administración central insistió Arturo Aliaga, consejero aragonés de Industria en funciones. "El Gobierno debería asumir más riesgos con un sector capital para la economía de España y Aragón. En un momento muy delicado para GM, hace cinco años, el Gobierno de Aragón puso un aval encima de la mesa para ayudarles, algo que no hizo el Ejecutivo central, y desde aquí tuvimos que impulsar también un plan de estímulo a la compra de coches, un primer PIVE, que casi me costó el cese".


Aliaga remarcó también los esfuerzos hechos desde la DGA por conseguir poner en marcha la Travesía Central por el Pirineo (TCP) y minimizar el coste que la logística tiene tanto para la exportación de los coches como para la importación por parte de los proveedores. "Me gustaría incluir la conexión con los puertos del Mediterráneo a través del Fondo de Inversiones de Teruel", señaló Aliaga en relación a los últimos envíos de coches que ha realizado GM España al puerto de Valencia a través de la línea ferroviaria Zaragoza-Valencia, que urge mejorar. También mencionó el consejero su apuesta por la autopista eléctrica Sabiñánigo-Marsillon como forma de crear redes eléctricas, abaratar la energía y reducir así su coste a las empresas.


Además de apoyar a la industria del motor con la logística, David Romeral, director general del Cluster de la Automoción en Aragón (CAAR), reclamó al Gobierno actuar ya para tener una energía más barata y pidió potenciar mucho más la innovación. "La industria 4.0 es el futuro. Al no tener producto propio, tenemos que ser los mejores en procesos productivos. Ahí se ha de basar nuestra principal ventaja competitiva, dijo". Algo que defendió también Pedro Pablo Andreu, director general de Fersa Bearings, partidario de utilizar la tecnología como punta de lanza: "Apostamos por la fabricación ‘lean’, es decir, por eliminar del proceso productivo todo lo que no sirve para hacerle ganar valor al producto. Cada año gastamos un 5% en I+D para asegurarnos esa ventaja diferencial". A la importancia de innovar se refirió también Salvador Domingo, director de ITA Innova, que ofrece la tecnología más avanzada a las empresas como la cámara semianecoica,

inaugurada a finales de 2013, en la que se ha probado el Mokka, el modelo que desde el año pasado ensambla Figueruelas. "Sin el apoyo del ITA o el CAAR, lo tendríamos muy difícil", reconoció Aitor Aguilar, representante de la empresa familiar Mypa, para la que los apoyos son vitales de cara a diversificar y no perder la batalla al futuro. Un futuro que, como dibujó Cobo, pasa por coches más respetuosos con el medio ambiente, más seguros, más comunicados y con más autónomía. Al final, "vamos a ver cumplido el deseo de tener chófer sin pagarlo, ya que el coche irá solo".