Marco Antonio ofrece una cena 'histórica' a los 'romaños'

Una salsa de pescado podrido (garum) en la ensalada, y plumas de ganso para provocarse el vómito después de cenar. Dos grandes lujos a disposición de los invitados de Marco Antonio, edil de Caesaraugusta, y su esposa, Valeria Máxima, que quiere ganarse el voto de los influyentes comensales y convertirse así en senadora del imperio romano.

"Las escaleras son una máquina del tiempo. Hemos retrocedido unos dos mil años", dice Carlos Millán, gerente de Gozarte, que continúa con sus cenas teatralizadas, esta vez dirigidas a los "romaños".

Por 40 euros, todos los viernes y sábados de junio, a las 21.00, se puede disfrutar del "espectáculum", de la comida y del humor en el Albergue de Zaragoza (www.gozarte.net). Y de paso conocer más sobre una de las grandes civilizaciones de la historia. "De ellos conservamos libros de recetas, aunque no conocemos las cantidades ni algunos ingredientes, y otros, como el 'garum', hemos decidido adaptarlos: ahora servimos vinagreta de anchoas. Las plumas tampoco tienen el mismo uso que antes".

"¿Qué queréis? Os puedo dar lo que sea", pregunta el anfitrión antes de ordenar que se sirvan las 'carrillera con reducción de ambrosía'. Además, ofrece el exótico y tradicional 'baile de las ocas', aunque su esposa no esté de acuerdo...

"Es algo que de verdad existió. Las ocas comían cereales del cuerpo desnudo de una bailarina", comenta Millán, mientras la ambiciosa Valeria intenta convencer al público de sus bondades. Por las buenas, o por las malas. Y el gerente de Gozarte lanza una última advertencia: "De postre tenemos carpaccio de higos, que también tiene su historia. En aquella época era muy común poner veneno en la comida para asesinar a los rivales políticos. Augusto murió envenenado precisamente por comer uno de estos frutos".