ARTE

Encadena, ruta de diseño y cultura

Cuatro galerías de la calle Cadena de Zaragoza aúnan sus esfuerzos para ofrecer exposiciones simultáneas que atraigan al público y den a conocer esta zona de la ciudad. La iniciativa homenajea con una amplia retrospectiva al pintor, dibujante publicitario y diseñador José Cerdá.

Paisajes urbanos.
Encadena, ruta de diseño y cultura
OLIVER DUCH

Antiguamente la cadena que da nombre a esta calle del casco histórico de Zaragoza separaba el barrio judío del resto de la ciudad. Un símbolo antaño de escisión que ahora cobra nuevo sentido con la iniciativa ‘Encadena’, un recorrido por cuatro exposiciones que desde ayer se pueden visitar en galerías de esta vía que tienen en común su interés por el arte y la vanguardia, y por dar a conocer su trabajo.


El Estudio Novo de diseño aprovecha la ocasión para festejar sus 15 años de trayectoria, de los que los tres últimos ha abierto sus puertas en una antigua carbonería restaurada. “Con este motivo decidimos realizar un pequeño reconocimiento a los publicistas de los años 60 y 70, cuyos trabajos nos sorprenden a los profesionales de hoy y que son muy desconocidos”, explica la gerente del despacho, Ana Bendicho.


Un homenaje que se personaliza en el pintor José Cerdá Udina (Zaragoza, 1926), también dibujante publicitario, diseñador y proyectista, entre otros oficios. Aunque él ayer, rodeado de los dibujos que cuelgan de las paredes de la bodega y de amigos, se definía con humor como un “pintor de ferias”. A sus 86 años sigue dándole a la acuarela y en los últimos tiempos a la tauromaquia. “Todo lo que se prohíbe me gusta, y ahora con la polémica de los toros me he animado aún más”, decía con ironía.


Y hablando de censura, recordó sus tiempos en ‘Amanecer’, donde entre los años 50 y finales de los 60 publicaba un chiste diario con uno de los personajes que le dio fama, el Tío Zambomba, un orondo baturro. Su retrospectiva comienza con la publicidad de Ron Negus (1959) de estilo sintético y moderno y termina con los proyectos de los monumentos a la jota (1974).


En su planta superior, Estudio Novo invita a a sentarse a una mesa muy particular en la que dan a conocer sus proyectos y las personas que los han hecho posible.


La trayectoria de José Cerdá se remata en la Galería Ayora. En ella, los muebles de diseño de los años 50 y 60 conviven estos días con 35 cuadros suyos, entre óleos de paisajes y dibujos de tauromaquia. Su propietario, Adrián Sanjosé, llamó la atención sobre que esta calle Cadena “se ha convertido en un rincón bohemio, muchos bajos y locales están ocupados por artistas y negocios relacionados con la cultura y hay que saber aprovechar esta sinergia”.


La tercera parada en este museo callejero lleva a entrar en el Espacio Bodegarte, una agencia de viajes especializada en enoturismo. Con los vinos tienen que ver los ocho óleos de flores de la artista zaragozana Mari Burges. No hay carteles, el espectador tiene que descubrir qué es cada una acercándose a oler la fragancia de cada uno de los cuencos que cuelgan junto a los cuadros. Se trata de aromas presentes en distintos caldos.


Este arte en cadena tiene su último eslabón en la Galería Calvo i Mayayo, un lugar en el que se dan cita las “artes decorativas o santuarias”, como dice uno de sus propietarios, David Calvo. En sus vitrinas y perchas, trajes de época inspirados en la indumentaria aragonesa, joyería de autor y arte sacro, entre otras piezas. En las paredes de piedra de su cripta se despliegan 18 óleos de Susana Sancho con paisajes urbanos de Zaragoza bajo ambientes lluviosos y nocturnos.


No solo de arte vive el hombre y este trayecto propone también una senda gastronómica por nueve establecimientos hosteleros y parroquias del entorno que han colaborado en la iniciativa: O’Cachelo, Filoxera, Casa Pedro, O’Mexillon, De boca en boca, Cabezudos, El Tinglao, El Pequeño Cascanueces y Hobbes.


Experiencias encadenadas que nacen con deseos de continuidad. Saúl Huerga, de Bodegar, cruza los dedos para que esta aspiración llegue a buen puerto: “Queremos que sea el germen de un movimiento cultural y seamos capaces de organizar varias actividades conjuntas cada año. Ideas hay”.