SEGURIDAD SOCIAL

El Gobierno quiere subir las cotizaciones de los autónomos con más ingresos

El secretario de Estado de Seguridad Social reclama que coticen por lo que realmente ingresan para que no haya que recurrir a los complementos a mínimos al pagar las pensiones

La ministra Báñez y Tomás Burgos
El Gobierno quiere subir las cotizaciones de los autónomos con más ingresos

El 82,5% de los autónomos cotiza a la Seguridad Social por bases mínimas y el 67% paga la cuota mínima durante toda su vida, según explicó el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, al término de la reunión de la Junta directiva de la Federación de Trabajadores Autónomos (ATA). Los autónomos pueden elegir la base reguladora por la que quieren cotizar; ante el escaso número de los que lo hacen por bases altas (sólo el 1,5% opta por las bases máximas), el Gobierno está estudiando cómo modificar la norma para «adecuar la cotización de los autónomos a lo que realmente ingresan», en palabras de Tomás Burgos.

En estos momentos, la base reguladora mínima de los autónomos se sitúa en 880 euros, lo que significa que pagan una cuota de 256 euros al mes a la Seguridad Social. Lo que se plantea es que la base reguladora esté lo más próxima posible a los ingresos reales, para lo cual tendrán que contar con la colaboración del Ministerio de Hacienda, con el fin de saber cuáles son los ingresos declarados por el autónomo. El problema surge con los empresarios que declaran en el sistema de módulos, que consiste en calcular el IRPF a pagar en base a unos elementos fijos objetivos (número de trabajadores, consumo eléctrico, metros cuadrados del local) y no conforme a los ingresos reales. También en este caso se apunta una solución a través de los libros de facturación que tienen que llevar los empresarios.

Pero al igual que subirían las cotizaciones sociales de los autónomos con ingresos más elevados, desde ATA insisten en que también tendría que adaptarse la cuota de los que ingresan menos, en torno al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), para los que pagar 256 euros al mes es excesivo.

«Es importante que los autónomos coticen de forma más significativa que hasta la fecha», aseguró Burgos, y que «puedan garantizar una prestación adecuada sin tener que recurrir sistemáticamente a los complementos a mínimos». El presidente de ATA, Lorenzo Amor, señaló que, hasta 2008, el régimen de autónomos de la Seguridad Social presentaba superávit. En ese año se produjo la incorporación del régimen agrario por cuenta propia y comenzaron los desequilibrios. En estos momentos el desfase entre cotizaciones y prestaciones en este régimen alcanza los 6.000 millones de euros.

En la Ley de Presupuestos Generales del Estado de cada año se establecen las bases de cotización y será en la próxima Ley de Presupuestos para 2014 donde se introduzcan las modificaciones que el Ministerio de Empleo y Seguridad Social concertará con las asociaciones de autónomos. Todos reconocen que «no es creíble» que el 82% de los autónomos tenga un rendimiento neto inferior a los 10.000 euros anuales.

A su vez, las prestaciones se ajustarían a lo cotizado. Fuentes cercanas a las negociaciones señalaron que no tiene sentido dar complementos a mínimos a quien ha tenido la posibilidad de cotizar por una base reguladora mayor y no lo ha hecho. En todo caso, estos cambios se aplicarían a las pensiones futuras, no a los que ya las están cobrando.

Trabajadores a tiempo parcial

La modificación en el sistema de cotizaciones y pensiones de los autónomos se une a la que se va a realizar, obligada por la sentencia del Tribunal Constitucional, para los trabajadores a tiempo parcial. La propuesta del ministerio es «aplicar un criterio de proporcionalidad», anunció Burgos, «para no producir una discriminación respecto al tiempo completo». De tal manera que el mínimo de años cotizados exigidos para poder tener derecho a la pensión será proporcional a la jornada, pero también lo será la cuantía de la pensión, explicaron fuentes de la Seguridad Social. Eso significa que a un trabajador que tenga media jornada durante toda su vida laboral se le exigiría la mitad de años cotizados (alrededor de siete en lugar de quince, según los parámetros actuales), pero la pensión que cobraría también estaría en función de lo realmente cotizado. Y para que no se produzca una discriminación del trabajador a tiempo completo habrá que reducir tambien, o eliminar, los complementos a mínimos, porque la pensión mínima no puede ser igual para un trabajador a tiempo completo que para uno a tiempo parcial. De otra manera, resultaría un incentivo al fraude en la contratación.