Gusantina, 25 años con los niños del Casco Histórico

Comenzaron en la plaza San Agustín, promoviendo juegos de calle y actividades deportivas, espacios de convivencia para los niños del barrio, y pronto se vio la necesidad de dar continuidad a estas iniciativas de entretenimiento y educación con infancia en situaciones de marginalidad. Así nació hace 25 años el centro infantil Gusantina, nombre que surgió jugando con las letras de su espacio de origen, la Plaza San Agustín, allá por el año 1990, donde también tuvieron su primer local.

"Se buscaba dar estabilidad a la iniciativa y poco a poco fuimos elaborando un proyecto educativo con más base, y empezamos a presentarlo a las instituciones para que pudieran respaldarlo", recuerda Guillermo Goldaraz, presidente de Gusantina. "Empezamos trabajando con la población en situación más desfavorecida, la llamada de atención era sobre la población con más necesidades, era un barrio muy degradado", comenta Goldaraz, quien subraya como principal logro del trabajo de estos años el haber "contribuido a la mezcla de población diferente, que familias autóctonas e inmigrantes pueden trabajar y vivir todas desde la cotidianidad. Ha sido un espacio de encuentro real para toda la gente que ha querido encontrarse en el barrio".

Fue en 1990 cuando unos 30 voluntarios, con el auspicio de la Asociación de Vecinos Lanuza-Casco Viejo, constituyeron los mimbres del proyecto, y en aquel primer local crearon la biblioteca y promovieron actividades de entretenimiento educativo para los pequeños en situaciones más delicadas, unas instalaciones que poco a poco se fueron mejorando.

Con la intención de acercarse a población diferente y abrir campo a la diversidad cultural se abrieron nuevos locales, y en 2008 Gusantina se constituyó como asociación.

En la actualidad, gestiona la ludoteca de la plaza Ignacio Jordán Asso y el CTL de San Vicente de Paúl, espacios en los que se trabaja con niños desde los 3 hasta los 14 años. Entre las actuales vías de trabajo que desarrolla, se encuentra el proyecto Banco de Emociones con niños y familias del barrio, y el Proyecto Mimbre, en el que se intenta que jóvenes que no han acabo sus estudios se formen en el cuidado de niños pequeños de familias que necesitan ayuda, a la vez que otras familias en situaciones más normalizadas también apoyan estos procesos. "Se entrelazan realidades muy diferentes para que todo el mundo salga beneficiado", explica Goldaraz sobre un proyecto en marcha desde hace cinco años que está teniendo resultados muy positivos.

Para rememorar los 25 años de Gusatina, durante este verano se han realizado actividades recordando aquellos primeros juegos de calle de la plaza San Agustín, si bien los actos oficiales de cumpleaños se cierran ahora para celebrarlos a lo largo de las próximas semanas.