​Los barcos volverán a quedarse sin la mitad del recorrido al no poder pasar el puente de Piedra

Los trabajos de dragado del río, que han comenzado en la pasarela del Voluntariado, no llegarán a ese punto.

Dragado del Ebro
Dragado del Ebro
Guillermo Mestre

Los barcos turísticos volverán en dos semanas a surcar el Ebro, aunque seguirán sin poder realizar todo su recorrido. Una vez más, el servicio se quedará a medias y no podrá llegar a Vadorrey, por lo que los viajes se limitarán al trayecto Náutico-Expo y Expo-Náutico. El motivo es que el calado en dos puntos junto al puente de Piedra es mínimo y no permite pasar al Félix de Azara II, y el Ayuntamiento ha dado instrucciones de que no se despeje el canal de navegación.


Los trabajos de dragado -o de recolocación de gravas, como expresa el Consistorio- han empezado este miércoles, después de que este martes se ultimaran los preparativos en el embarcadero de la Expo. Allí ya se ha engrasado el funcionamiento de la pontona con la que se va a despejar el camino de los barcos en el canal de navegación. Los trabajos se licitaron por 60.000 euros, aunque la factura final será menor.


El punto conflictivo está a la altura de la pasarela del Voluntariado, por lo que ahí han comenzado unos trabajos que durarán hasta comienzos de la semana que viene. En total, se estima que se van a retirar unos 900 metros cúbicos de gravas, que se depositarán a escasos metros de donde se van a extraer. De hecho, ni siquiera se ha traído una pontona de carga, que es la que se suele usar para sacar o desplazar a otro punto del río los materiales retirados.


Según fuentes consultadas, las batimetrías -mediciones de la profundidad- que se han realizado revelaron que el calado de ese punto era mínimo, algo que se achaca a la gran riada del Ebro de este año. De hecho, quienes conocen bien la zona apuntan que la avenida ‘rompió’ la gran isla que hay en medio del cauce, frente a las terrazas vegetales del frente fluvial de la Expo, y que desplazó una gran cantidad de gravas hacia una zona del canal de navegación.


Además, la batimetría también apuntó problemas de profundidad a la altura del puente de la Almozara, frente el restaurante Aura. Sin embargo, finalmente no se dragará allí. Los responsables de la empresa que lleva el servicio de navegación harán una inspección detallada del terreno para asegurar que el barco no tiene problemas para superar ese punto.Sin pasar hacia Vadorrey

Más problemas presenta la navegación en el entorno del puente de Piedra, tanto antes como después de este cruce sobre el Ebro. Allí, el propio capitán del barco bajó el año pasado al cauce y demostró que la profundidad es mínima, ya que el agua le llegaba por debajo de las rodillas. Recientemente no pudo pasar una lancha de la Unidad Militar de Emergencias, cuyo calado es mínimo.


Por lo tanto, se hace imposible que el barco comercial pueda superar el puente de Piedra, a pesar de que el año pasado se estrenó un nuevo modelo cuyo casco es mucho más plano, por lo que necesita menos profundidad para poder navegar.


Sin embargo, el Ayuntamiento ha dado instrucciones de que allí no se drague, por lo que la empresa que gestiona el servicio ha descartado poder hacer la mitad del recorrido, el que une el embarcadero del Náutico con el de Vadorrey. La compañía, que lleva el servicio desde el verano de 2013 tras la renuncia de la anterior concesionaria, siempre ha recalcado la importancia que tiene para ellos poder llegar hasta el embarcadero de Vadorrey. Hay que tener en cuenta que se trata de una zona de aguas tranquilas, donde -allí sí- llega el efecto de la lámina del azud construido para la Expo.


Está previsto que la temporada de navegación empiece en cuanto termine el dragado y se traiga el Félix de Azara II. La empresa quiere hacerlo lo antes posible, ya que pretenden atraer excursiones de final de curso de los colegios. El año pasado ya lo hicieron, y esta temporada ya han tenido que rechazar ofertas al no haber podido comenzar todavía a navegar.


El año pasado hubo 12.500 usuarios que se subieron a los barcos, pese a que tampoco se pudo llegar a Vadorrey. Supuso un 10% más que en 2013, aunque lejos de las previsiones de la empresa.