La Muela tendrá una sección de institutopara toda la ESO a partir del curso 2015/2016

La alcaldesa de La Muela, la popular Marisol Aured, ha llegado a un acuerdo con el Gobierno de Aragón para que a partir del año que viene –es decir, del curso 2015/2016– los escolares de esta localidad puedan estudiar la ESO sin salir del municipio. El Departamento de Educación acepta habilitar una sección del instituto de Épila en el restaurante y el edificio multiusos del centro deportivo, aunque quien pagará el coste de las obras necesarias para ponerlo en marcha será el Consistorio.

De esta forma, la DGA atiende, al menos provisionalmente, la reivindicación de que La Muela tenga su propio instituto. Este curso, unos 150 jóvenes del municipio viajan a diario hasta Épila para estudiar la ESO o el Bachillerato, y además esa cifra se disparará en los próximos años. Por eso el Ayuntamiento muelano y las familias reclaman al Ejecutivo que ponga en marcha cuanto antes un nuevo centro de secundaria.

El pasado jueves, la alcaldesa se reunió con el director general de Ordenación Académica, Marcos Rando, y con la directora provincial de Educación, Montserrat Martínez, para hablar de la posibilidad de que el futuro instituto –para el que no hay fecha– se construya en una parcela municipal anexa al centro deportivo. Además, el encuentro sirvió para cerrar un acuerdo sobre el paso intermedio:la creación de una sección del instituto Rodanas que permita cursar los cuatro años de la ESO hasta que se ponga en marcha el centro definitivo –el Bachiller, al no ser obligatorio, se seguirá impartiendo en Épila–.

El Ayuntamiento de La Muela llevaba tiempo en conversaciones con Educación y ya había ofrecido como posibles ubicaciones para la sección el museo del viento y el de la vida. Sin embargo, ambas instalaciones fueron descartadas por no reunir las condiciones necesarias.

Finalmente, los técnicos de la consejería que dirige Dolores Serrat se han decantado por el restaurante y el edificio multiusos del centro deportivo, dos espacios municipales en los que, a falta de la redacción del proyecto definitivo, está previsto habilitar 12 clases, una sala de profesores, una secretaría, vestuarios, un aula de música, otra de tecnología y un laboratorio de ciencias –además, se aprovechará el salón de actos que ya existe–.

Aured aceptó que el Consistorio se haga cargo de las obras que habrá que acometer para poner en marcha la sección del instituto, coste al que podría sumarse también el de equipar las instalaciones. "Todavía no sabemos hasta dónde llegará Educación", reconoció ayer la alcaldesa, quien negó que eso pueda suponer un obstáculo para el acuerdo final –que está pendiente de que se cierre la fórmula jurídica por la que el Ayuntamiento cederá el uso pero no la titularidad de los edificios–.

En el presupuesto municipal de este año hay reservados para este proyecto 187.000 euros que tendrán que complementarse con una segunda partida en las cuentas del año que viene. Según explicó Aured, Educación calcula que la reforma costará unos 300.000 euros, pero el Ayuntamiento confía en poder reducir esa cifra y pedirá una subvención a la Diputación de Zaragoza.