Zaragoza

El Pabellón Digital del Agua vuelve tras un año abandonado

Los técnicos trabajan en su puesta en marcha, complicada por su carácter tecnológico y su desuso. Este viernes se mostrará en una visita del congreso New Century Cities.

Estado del DWP hace unas semanas
El Pabellón Digital del Agua reabrirá en 2013 tras un año sin presupuesto
LEGADO EXPO

El Pabellón Digital del Agua (DWP) retomará la actividad a partir del próximo mes de enero después de un año de parón, en el que la falta de presupuesto específico ha condenado al ostracismo a esta instalación ubicada en el barrio de La Almozara.


Los técnicos del Ayuntamiento trabajan ya en poner en marcha el edificio, una tarea nada sencilla debido a su alto contenido tecnológico y el desgaste sufrido tras tantos meses de desuso. La primera prueba tendrá lugar este viernes, con motivo de la visita organizada en el marco del congreso New Century Cities, que tiene lugar esta semana en Zaragoza.


Sin embargo, desde el Consistorio reconocen que su puesta en marcha se realizará a medio gas, con eventos puntuales “aunque sean de low-cost” por la escasa partida presupuestaria de que dispone. Además, la iniciativa privada -empresas, congresos...- se ha visto sensiblemente reducida por culpa de la crisis, lo que ha contribuido al abandono del DWP.


Colectivos como la Asociación Legado Expo Zaragoza pusieron el ojo en el edificio y su estado de conservación, tal y como muestra la imagen que acompaña esta información, que contrasta estas semanas con el 'renacer' del recinto de Ranillas gracias a la presentación del nuevo Volkswagen Golf 7.


El pequeño edificio, obra de los arquitectos Carlo Ratti y Walter Nicolino, fue en su día todo un hito. La revista 'Time' lo designó como la mejor invención arquitectónica de 2007. Empresas aragonesas como Arstic desarrollaron su software de forma que el pabellón se podía manejar como si de un ordenador se tratase, y se preparó para que cualquier persona programase los textos e imágenes que formaban sus famosas cortinas de agua, que emanan como si fueran una pared a través de 3.000 válvulas. Sin embargo, de nuevo la falta de presupuesto dejó en el limbo este proyecto.


Ante esta situación, el Ayuntamiento tuvo que recurrir en 2010 al fondo estatal para captar 243.000 euros -la obra inicial rondó los 4 millones- con los que construir un aula con capacidad para 50 personas en la que se ofrecieron clases, talleres y visitas escolares y se reforzaron los cerramientos para luchar contra el frío.


El DWP, nacido al amparo del ambicioso proyecto de la Milla Digital, alcanzó prestigio en ámbitos especializados en nuevas tecnologías y desarrollos informáticos. Sin embargo, su alto coste y la escasa interactividad con los ciudadanos de a pie habría llevado a los propios vecinos a pedir que su coste se derivara a otras áreas más necesitadas.


Se espera que con la reapertura el año que viene se consiga recuperar este vanguardista edificio para la ciudad y que se trabaje de forma coordinada con el futuro Centro de Arte y Tecnología.