Gran despliegue policial en el desalojo de los okupas de la calle Doctor Iranzo

Siete furgones de la Policía Nacional, varias furgonetas de este cuerpo y de la Policía Autonómica y más de 30 agentes se encargaron ayer de desalojar el centro social okupado ‘El Adokín’, situado en la calle del Doctor Iranzo, en lo que hasta hace unos años era el Laboratorio de Salud y Producción Animal de la DGA. No hubo incidentes graves ni detenidos, en parte debido a que solo había cuatro personas cuando, a las 7.00, los agentes entraron en este edificio de Las Fuentes.

Los cuatro okupas se subieron al tejado del inmueble, de tres plantas, y allí estuvieron más de una hora. Según relataron después los jóvenes, desde abajo los agentes les lanzaron bolas de goma. Finalmente fueron sacados del tejado por varios agentes. Para entonces, en la calle del Doctor Iranzo, cortada desde la glorieta de Sarajevo hasta la calle de Francisco de Quevedo, había una gran expectación vecinal, y se habían reunido una treintena de personas asiduas del centro okupa.

Los agentes estuvieron dos horas y media con los cuatro jóvenes en el interior del edificio, comprobando si había más gente en su interior. Finalmente, unos minutos antes de las 11.00 dejaron salir a los jóvenes, que pudieron sacar las pertenencias que tenían dentro de este edificio. “Nos han amenazado si no les decíamos si había alguien más dentro”, dijo a su salida uno de los okupas.

El centro social ocupado ‘El Adokín’ llevaba menos de dos meses funcionando en este edificio que fue abandonado por la DGA en 2005. “En las actividades que hemos organizado han participado más de 1.500 personas”, señaló otro de los jóvenes. Los okupas han hecho en este tiempo charlas, conciertos y debates, entre otros actos. “Hemos dado vida a un espacio que estaba abandonado”, apuntaron.

Recibieron la orden de desalojo a finales de enero, mediante un escrito en el que la DGA señalaba que este espacio “no se encuentra habilitado para hacer actividades para el público”. Los vecinos, en general, no tenían queja de los okupas, aunque alguno ayer señaló que “tomaban la electricidad de manera ilegal”.