ZARAGOZA

La Expo prevé cerrar con un déficit de ocho millones de euros por la caída de los ingresos

La Expo prevé cerrar sus cuentas con mucho menos déficit del previsto, que se reducirá a ocho millones de euros. Esto supondrá liquidar la sociedad pública en marzo con una desviación de tan solo un 0,8% sobre el presupuesto total de la muestra, que rondó los mil millones entre la inversión y la propia operación. El balance final podría haber sido positivo de no ser por la caída de los ingresos, debida fundamentalmente al pinchazo en el número de visitantes. No obstante, el ahorro en los gastos corrientes y los ajustes de la inversión ha permitido cuadrar la cuentas hasta dejar en 8,2 millones la partida extra que tendrán que desembolsar los socios, Gobierno central (70%), DGA y Ayuntamiento (30% a partes iguales).


El presidente de Expoagua, Roque Gistau, presentará hoy todos los números de la muestra ante el consejo de administración, cuyos miembros no podían ocultar ayer su satisfacción tras conocer las grandes cifras. Gistau avanzó tras la clausura del recinto de Ranillas un primer balance, que apuntaba una desviación del 5% y que hubiera supuesto un agujero de 50 millones. Sin embargo, el cierre del presupuesto y la proyección hasta marzo arroja un resultado muy inferior.


El desajuste es debido a la caída de los ingresos y no a los temidos sobrecostes de las obras, que supera los 45 millones de euros. La explicación es muy sencilla: los cálculos de recaudación se hicieron con 6,6 millones de visitas, pero estas se redujeron a 5,5 millones (incluidas las invitaciones). Esto ha supuesto un drástico recorte tanto en las entradas vendidas como en el uso de los aparcamientos y de todos los servicios por los que Expoagua cobraba cánones (restauración y ventas de artículos, entre otros).


La cuenta de resultados

Pese a este varapalo, los gastos de personal y servicios que generó la muestra se redujeron respecto a los presupuestados, al igual que los intereses financieros, que han permitido zanjar la cuenta de resultados con un déficil de 21 millones.


Su impacto será incluso menor para los socios institucionales porque las inversiones también se han reducido en unos 13 millones, dejando finalmente el agujero en 8,2 millones. Este capítulo es uno de los que más llaman la atención, dado que se temía que se dispararan los costes de las obras, que se fijaron inicialmente en 700 millones.


Sobrecostes a la baja

La cúpula de Expoagua tuvo en cuenta la situación y realizó un detallado análisis de los riesgos de sobrecoste, hasta seis variables distintas, como las indefiniciones de proyectos y de programación, cambios sobrevenidos o demora en los plazos de ejecución. Como las obras comenzaron sin disponer de todos los proyectos y con unos exiguos plazos, la sociedad consignó en el presupuesto oficial una partida específica para imprevistos, que se elevó a 108 millones de euros.


La partida no se hizo pública para evitar que las adjudicatarias supieran el margen del que disponían para negociar las liquidaciones de las obras. Finalmente, se ahorraron 32,5 millones, por lo que se ajustaron las cifras de inversiones en torno a los 650 millones. Además, la dirección general de Construcción cuenta con una provisión de fondos para hacer frente a las hipotéticas reclamaciones y a los arbitrajes pendientes con empresas, que representan un ínfima parte de la obra ejecutada.