Una vecina de Ejea da a luz en el rellano de las escaleras asistida por su vecino y dos policías

El bebé tenía tanta prisa por venir al mundo que no dio tiempo a llegar a la uvi móvil. Madre e hijo se encuentran bien. 

Imagen de archivo de una patrulla de la Policía Local de Ejea.
Imagen de archivo de una patrulla de la Policía Local de Ejea.
HA

La ciencia dice que de no surgir imprevistos el embarazo de una mujer dura nueve meses, pero la realidad constata que los partos no son matemáticas. Y cuando el bebé se empeña en venir al mundo, no hay quien pueda frenar sus ansias. Ni siquiera su madre. El mejor ejemplo, lo sucedido este miércoles por la tarde en Ejea de los Caballeros (Zaragoza), donde una vecina dio a luz en el rellano de las escaleras.

Cuando se le aceleraron las contracciones, la mujer, de 33 años, se encontraba sola en casa. Tenía experiencia como madre, por lo que supo que el alumbramiento era inminente. Como pudo, logró llamar a la puerta de su vecino pidiendo ayuda. Pero poco más, porque cuando llegaron las emergencias el pequeño ya había nacido.

La Policía Local de Ejea tiene su sede en la calle Palafox, muy cerca del domicilio de la parturienta, por lo que nada más recibir el aviso urgente del vecino movilizó una patrulla para que fuera a auxiliarla. Al mismo tiempo, desde la central del 092 se solicitó una uvi móvil, que también acudió enseguida a la vivienda.

Con el cordón umbilical sin cortar

Cuando llegaron los agentes el parto acababa de producirse. La madre se encontraba en el suelo del rellano, justo al lado de la puerta de su casa, acompañada por su vecino. El cordón umbilical unía todavía a mujer y a su retoño, por lo que los policías locales llamaron al centro de salud de Ejea para pedir instrucciones. Era la primera vez que se enfrentaban a una situación de este tipo y querían hacerlo bien.

Según informan fuentes de la Policía Local de Ejea, el médico con el que hablaron les confirmó que un equipo sanitario estaba a punto de llegar a la vivienda. Y como tanto la madre como el bebé parecían estar bien, les aconsejó que se limitaran a tapar al recién nacido y a la mujer para que no cogieran frío. Los agentes ni siquiera tuvieron que cortar el cordón umbilical, ya que la uvi móvil se presentó de inmediato y fueron los sanitarios quienes se encargaron de hacerlo.

El equipo del 061 trasladó a la madre y al niño a la ambulancia, con la que, tras una primera asistencia, los llevaron después al Hospital Clínico de Zaragoza. Pese el susto inicial, parece que la vecina de Ejea y su pequeño se encuentran perfectamente, por lo que la mujer podrá contarle cuando crezca las prisas que tuvo por nacer.

Los que también respiran aliviados son los agentes que acudieron a la llamada de auxilio, a los que en las últimas semanas no les ha faltado trabajo. De hecho, a ambos les tocó participar en el arresto de Pablo Miguel Canales, el peligroso delincuente atrincherado en una vivienda de Ejea tras agredir a su padre. Y los fueron movilizados también para acudir al accidente mortal de un camionero en Valareña. Afortunadamente, su estreno como improvisados ayudantes de parto les dejara mucho mejor recuerdo.

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