Zaragoza acogerá en Valdespartera a partir de verano una prueba piloto para rebajar el ruido del tranvía

El Ayuntamiento cederá un tramo entre Los Olvidados y Los Pájaros para que la sociedad mixta SEM y RIVI prueben el prototipo de silenciador inteligente

Un tranvía circulando por el barrio Valdespartera de Zaragoza.
Un tranvía circulando por el barrio Valdespartera de Zaragoza.
Francisco Jiménez

Zaragoza tendrá un tranvía mucho más silencioso del que circula por la línea 1, la única, hoy en día. El Ayuntamiento de Zaragoza, la sociedad que gestiona el tranvía y la empresa RIVI van a colaborar en un proyecto de investigación que persigue implantar un equipo que atenúe el ruido  gracias a un prototipo silenciador acústico inteligente. El proyecto, que se denomina SRAAS, se probará en Valdespartera, en la intersección de las calles Los Olvidados y Los Pájaros, a partir del verano. El Gobierno de la ciudad acaba de dar la autorización para sumarse al proyecto.

La sociedad Los Tranvía de Zaragoza quiere desarrollar un sistema automático de dosificación de una modificación de fricción que permita prolongar el estado óptimo de las vías y mitigue el ruido conocido como 'screech' o chillido en curva. Ayudará, también, a reducir el desgaste del carril. 

Necesitan, para ello, que el Ayuntamiento de Zaragoza les ceda "de forma temporal, gratuita y sin carácter exclusivo, el espacio adecuado para "la implantación de un equipo de sensores y administrador de la modificación de fricción". Afectará, en concreto, al carril interior y exterior de la intersección entre Los Olvidados y Los Pájaros. El Consistorio tendrá que aportar energía eléctrica al sistema de alimentación de baja tensión para los equipos que se instalen

Del desarrollo del proyecto no se derivará gasto alguno a cargo del Ayuntamiento y no habrá ningún tipo de afección al servicio de transporte público de viajeros prestado por el tranvía. 

El estudio permitirá desarrollar un equipo silenciador ferroviario inteligente. El prototipo deberá ser útil para desarrollar su función no solo de forma automática, sino también de forma autónoma tomando la mejor decisión en función de la vibración, el sonido y la humedad. Para desarrollarlo, se instalarán sensores capaces de medir y almacenar la información sobre la fricción. Una vez almacenados los datos de vibración, sonido y condiciones meteorológicas, se analizarán en busca de patrones de comportamiento. Más tarde, se integrará el software desarrollado con un equipo dosificador de fricción que actuará sobre el carril. El prototipo se instalará en la zona de pruebas autorizada para acoger el proyecto piloto, que en este caso estará en el barrio de Valdespartera.

La prueba incluye inspecciones periódicas para la recogida de datos y del funcionamiento, el mantenimiento del prototipo, el diseño de una herramienta para analizar los datos y la presentación de los resultados. 

Para evitar afecciones al servicio del tranvía, se aplicarán los procedimientos habituales en las tareas de mantenimiento. No afectará al servicio ni a corto, ni a medio ni a largo plazo. La implantación, uso, mantenimiento y retirada de los equipos y las reposiciones de las infraestructuras tampoco suponen ningún coste para el Consistorio.

Zaragoza, un 'sandbox' real

Para la consejera de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes,  “estamos una vez más ante un ejemplo claro de ese concepto de Zaragoza como 'sandbox' real, un entorno de pruebas en el que puedan testarse, antes que en ningún otro lugar, las mejoras que en unos años serán comunes en la industria o en nuestras propias vidas". Es, es su opinión, lo que se ha demostrado en otras aplicaciones relacionadas como el proyecto Digizity de autobús autónomo o el Compass, también como investigación para un futuro tranvía automatizado. 

En este caso, se trata además de que una empresa aragonesa, que desarrolla este tipo de proyectos de I+D, pueda probar “en casa” su tecnología que podría limitar ruidos y vibraciones que, en algunos momentos, afectan a la plataforma tranviaria por diferentes causas. "Quizá de ese prototipo, que se probará de manera muy embrionaria a partir del verano, surja un resultado exportable que añada prestigio no solo a esta empresa, sino también a la propia ciudad”, recalca Gaudes.

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