Ranera (PSOE) y Domínguez (ZEC) ven como una "patada hacia adelante" alargar la vida útil de la depuradora de La Cartuja

Achacan la decisión "unilateral" de ampliar seis años el contrato a cambio de una inversión de 7,2 millones a la "falta de previsión" del Gobierno de Chueca.

La instalación aclara las aguas sucias de la capital aragonesa desde 1993.
La instalación aclara las aguas sucias de la capital aragonesa desde 1993.
Guillermo Mestre

"Operación de parcheo" en una "patada hacia adelante" para que el que venga detrás "que arree". Es lo que piensa Lola Ranera, la portavoz del PSOE de la apuesta del Ayuntamiento de Zaragoza de alargar la vida útil de la depuradora de La Cartuja. Ranera quiere que la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, pida una reunión urgente de la comisión bilateral Ayuntamiento-DGA tras conocer la decisión "unilateral" de prorrogar seis años más la concesión de la depuradora de La Cartuja. Los socialistas pedirán en la reunión del Consejo de Administración de Ecociudad “todas las explicaciones oportunas“.

La portavoz socialista cree que prolongar la concesión seis meses a cambio de la inversión de 7,2 millones "no resuelve" este "grave" problema. "Es más fácil prorrogar que resolver el auténtico problema que es tener un plan estratégico para una nueva depuración en Zaragoza, en la que al menos tendríamos que invertir de 100 a 150millones de euros, lo que es lamentable”, señala. “Con esta prórroga, Chueca vuelve a repetir lo que hizo con el autobús, lo que es una muestra más de su incapacidad de gestión y de no resolver los verdaderos problemas de Zaragoza. Los únicos problemas de nuestra alcaldesa son su foto, su marketing en la plaza del Pilar y llevar a cabo ocurrencia tras ocurrencia”, ha lamentado.

La portavoz socialista ha recordado que la depuradora de La Cartuja se construyó hace 35 años, “cuando no existían Valdespartera ni Arcosur, la demografía era diferente, no se habían incorporado empresas con residuos industriales ni las exigencias de la UE respondían al momento actual". 

El concejal socialista Horacio Royo lamentó que esta decisión  “no aporta a Zaragoza ninguna mejora en materia de depuración y lo único que hace es que la planta no se tenga que cerrar". Recordó, además, que la CHE "advirtió hace dos años de que estábamos en los límites admisibles en relación al vertido de aguas residuales de origen industrial. Lo puso negro sobre blanco y dijo que Zaragoza tenía que tomar una decisión inmediata sobre si llevaba a cabo inversiones en la actual depuradora, construía una nueva o incluso dos para usos industriales”.

La sensación que tienen en ZEC es que "nuevamente va a asumir la ciudadanía los costes de la contaminación de la industrias de la ciudad". Lo dice el concejal Suso Domínguez, que considera que "una depuradora diseñada para tratar los residuos urbanos está asumiendo un 30% de vertidos industriales, eso no lo soporta ninguna". En su opinión, las empresas de la ciudad "deberían asumir su propia depuración y el coste". Recuerdan que se sabía que iba a pasar y cree que hay que hacer una inversión total en los 70 puntos de desbordamiento de la ciudad.  

Al portavoz de Vox, Julio Calvo, no le "parece mal", pero sostiene que se está pagando "la inacción durante el Gobierno de Jorge Azcón". "Se debía haber licitado la depuradora el mandato pasado", critica.

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