Piden 11 años de cárcel por obligar a una menor a tener relaciones sin preservativo en Zaragoza

Le dijo, portando una navaja: "Si yo quiero va a pasar, es tu obligación".

La Audiencia Provincial ha absuelto a la farmacéutica acusada.
Fachada de la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Raquel Labodía/Heraldo

La Fiscalía pedirá mañana en la Audiencia de Zaragoza 11 años de prisión para un hombre acusado de agredir sexualmente a una menor de 16 años que se opuso a volver a mantener una relación sexual con él sin preservativo y a la que dijo, conocedora de que portaba navaja: "Si yo quiero va a pasar, es tu obligación".

El acusado conoció a la menor en septiembre de 2021 en el barrio en el que ambos vivían, cuando la joven contaba con 16 años, y pronto entabló conversación con ella, relación que se prolongó a través de la red Instagram.

Según relata el fiscal en su escrito provisional de acusación, ambos iniciaron una relación sentimental e incluso llegaron a mantener relaciones sexuales consentidas en una ocasión en el domicilio del presunto agresor, quien le mostró entonces una navaja al tiempo que le decía que "la llevaba siempre encima porque nunca se sabe".

A mediados de septiembre de 2021, la menor acudió a la habitación del acusado con la idea de mantener relaciones sexuales, a las que se negó finalmente tras decirle él que no disponía de preservativos y de que quería tener sexo sin ningún tipo de protección.

El acusado, destaca el ministerio público, no sólo no renunció a su intención de tener un contacto sexual con la menor, sino que insistió al tiempo que le decía: "fíate de mí, no me vas a dejar así, si yo quiero va a pasar, es tu obligación".

Seguidamente, continúa el fiscal, el procesado tumbó en la cama a la víctima para llevar a cabo la agresión, a lo que no se opuso la menor tras recordar que el acusado llevaba una navaja, había cerrado la habitación con pestillo y tenía en la casa un perro mezcla de pitbull que podría ser agresivo.

Tras obligar a la menor a mantener relaciones en otras dos ocasiones, el procesado abrió el pestillo de su habitación y le permitió que abandonase la casa. Unos días después, la menor acudió a una comisaría de la Policía Nacional acompañada por su padre para presentar una denuncia contra el acusado.

El fiscal tipifica los hechos como un delito continuado de agresión sexual y solicita para el procesado 11 años de prisión, la prohibición de contactar con la víctima durante 12 años, libertad vigilada a lo largo de seis años tras el cumplimiento de la condena y 3.000 euros de indemnización por los daños físicos y morales causados.

Además, reclama una multa a razón de 8 euros diarios (320 euros) por un delito leve referido a las lesiones de carácter leve sufridas por la menor durante la agresión.

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