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Reby se lleva sus patinetes y se une al goteo de empresas de vehículos de alquiler que se marcha de Zaragoza

La compañía tendría que haber desplegado 600, pero hace semanas que no presta servicio en la ciudad. Su decisión, unida a la de Ridemovi y las motos de Cabify, deja a Zaragoza sin parte de su flota compartida.

Varias bicicletas y un patinete aparcado en la plaza de España de Zaragoza.
Varias bicicletas y un patinete aparcado en la plaza de España de Zaragoza.
Toni Galán

La movilidad compartida echa el freno en Zaragoza. A la marcha de las bicicletas de Ridemovi y las motos de Cabify se une ahora el abandono de Reby, que habría retirado sus patinetes eléctricos de alquiler sin previo aviso. Basta con acceder a su aplicación para móviles para comprobar que ya no hay ninguna unidad disponible, aunque sí mantiene sus bicis y motocicletas. Zaragoza no sería, en todo caso, la única ciudad afectada, ya que en Sevilla y Tarragona, donde también ganó los concursos públicos convocados para regular el uso de estos vehículos, ha ocurrido lo mismo.

La propia web de la compañía lleva días inoperativa, y sus perfiles de Twitter y Facebook no se actualizan desde el 10 de noviembre y el 8 de marzo, respectivamente. Tampoco contesta a sus usuarios en el chat de resolución de dudas de su ‘app’ ni a través de su número de teléfono, aunque sí permite alquilar bicis por 15 céntimos el minuto y motos por 18 sin cobrar un extra #por desbloquear los aparatos.

El goteo de renuncias ha hecho que la capital se haya quedado sin gran parte de su flota compartida, una imagen que contrasta con el ‘overbooking’ vivido en los meses posteriores a la pandemia, cuando aún no existía regulación. Solo Reby tendría que haber desplegado 600 patinetes de última generación, ya que, según su oferta, se había comprometido a sacar a la calle vehículos más seguros equipados con cámaras de detección de accidentes, algo que nunca habría llegado a hacer.

Su decisión deja a Bolt -propietaria de los vistosos patinetes verdes que circulan por la ciudad- como única empresa autorizada para explotar este servicio. Esta, no obstante, tampoco está exenta de polémica, ya que en noviembre cuadruplicó sus precios y pasó a cobrar 20 céntimos por minuto en vez de los cinco habituales, una decisión que achacó al encarecimiento de los costes energéticos y que rectificó tras la apertura de un expediente informativo por parte del área de Movilidad y Servicios Públicos.

La marcha de Reby -que hará que los usuarios tengan más dificultades para encontrar patinetes al estar disponibles únicamente la mitad de los previstos- habría reactivado el interés de otras empresas del sector por Zaragoza. Sobre todo entre las que quedaron mejor posicionadas en el concurso, entre las que figuran Bird o Dott. No obstante, por el momento no hay previstas novedades a este respecto.

La sangría de la movilidad compartida, donde son habituales las empresas emergentes, comenzó en septiembre de 2022. Pasado el pico de usuarios registrado en los meses posteriores a la covid-19 -que explica, en parte, que buses y tranvías no hayan vuelto aún a sus cifras habituales-, Ridemovi se marchó de Zaragoza tras no obtener los resultados esperados.

Su modus operandi fue similar al de Reby: tendría que haber desplegado 1.250 bicicletas, pero nunca lo hizo por más que el Ayuntamiento le diese varios periodos de gracia y se reuniese en varias ocasiones con sus responsables. Como consecuencia, el Consistorio anunció en octubre que no le devolvería la fianza depositada.

Recientemente fue Cabify quien informó de que cancelaba su servicio de motos eléctricas de alquiler, un paso atrás que hizo efectivo el pasado 30 de noviembre. En este caso sí hubo explicaciones. La propia compañía reconoció un "desajuste" entre la oferta de vehículos en la calle y la demanda por parte de los usuarios. También aludió a la crisis de suministros, que ha provocado demoras a la hora de acceder a los materiales necesarios para el mantenimiento de los vehículos y su reparación, a la que se tiene que recurrir frecuentemente por el propio desgaste del día a día y de las acciones vandálicas.

Sí continuará ofertando, sin embargo, el alquiler de vehículos con conductor, los conocidos como VTC, que acumulan numerosos rifirrafes con el sector del taxi.

Los motivos

A la hora de explicar estas renuncias han de tenerse en cuenta varios factores. Al margen de la subida de la luz, los propios usuarios recalcan que quienes se mueven habitualmente en patinete suelen hacerlo en el suyo propio, utilizando los que ofrecen estas compañías para desplazamientos puntuales. "Yo, por ejemplo, los uso para ir al centro o cuando no quiero llevar el mío a cuestas. Para trayectos de casa al trabajo o a la universidad en los que puedes dejarlo a buen recaudo, muchos utilizan su patinete privado", dice Guillermo Royo, presidente de la Asociación Zaragozana de Usuarios de Vehículos Eléctricos y de Movilidad Personal (Azuvemp).

Otro factor a tener en cuenta es el precio. Bolt, apunta, resultaba más barato que Reby al no tener tasa de desbloqueo, lo que hizo que muchos clientes apostasen directamente por esta compañía.

Los usuarios ven positivo que el Ayuntamiento regulase el número de empresas en Zaragoza, ya que en un principio desembarcaron varias "sin ningún tipo de control", una situación "caótica" y común al resto de ciudades españolas que, a juicio del presidente de Azuvemp, hacía que hubiese un alto número de vehículos tirados por las calles.

El Ayuntamiento de Zaragoza abre expediente informativo

El Ayuntamiento ha abierto expediente informativo a Reby tras retirar sus patinetes e incumplir el pliego de condiciones municipal. El servicio de Movilidad, explican fuentes del área, ha constatado que la compañía "no está realizando el servicio comprometido", motivo por el que ha remitido un informe técnico a los servicios jurídicos de Servicios Públicos.

Estos serán los encargados de iniciar el expediente informativo, que dará a la empresa derecho de audiencia, permitiéndole explicar los motivos de su repentina marcha, de la que no habría avisado ni a sus clientes ni al Consistorio. El procedimiento podría terminar en sanción, o incluso se podría proceder a retirar a Reby la autorización para ejercer esta actividad en Zaragoza, según precisaron fuentes municipales.

Todo esto determinará los próximos pasos a seguir, no descartándose que, una vez se resuelva el expediente, se busquen fórmulas para cubrir el hueco que deja.

La marcha de Reby y el retroceso de la movilidad compartida en Zaragoza no es, en todo caso, la única noticia que preocupa a los usuarios de este tipo de vehículos. Los atropellos graves registrados en los últimos meses no han pasado desapercibidos para la asociación que los agrupa, Azuvemp. Su presidente, Guillermo Royo, cree que "cuantos más usuarios, más posibilidades hay de que se produzcan accidentes", motivo por el que pide "crear cultura", no solo a nivel local, sino nacional, y perseguir "actitudes incorrectas". "Si nadie dice nada se crea una cierta sensación de impunidad. Se tienen que impulsar campañas verdaderamente efectivas", argumenta.

También cree necesaria una norma estatal que iguale el uso de este tipo de aparatos "en todas las ciudades de España". "Es absurdo que en cada una sea diferente. Las instituciones deben aclarar por dónde se puede circular y por dónde no", recalca.

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