navidad 2022
La magia de la Navidad inunda las calles de Zaragoza de luces, color y animación
El primer encendido sin restricciones sanitarias desde la pandemia tiene a la jota como protagonista y recupera los principales atractivos de la plaza del Pilar
La magia de la Navidad ha vuelto a Zaragoza. Es fácil de comprobar: este viernes bastaba con un vistazo a las abarrotadas calles del centro de la ciudad para cerciorarse de ello. La luz volvió a inundarlo todo alrededor de las seis y media de la tarde, cuando se ha producido el tradicional encendido navideño que sirve como comienzo oficial a las fiestas. Y como si fueran casi algo indisoluble, con la iluminación llegó también el olor a gofres y chocolate caliente. Tampoco faltaron los villancicos, que esta vez sonaron en forma de jota como forma de apoyo a la candidatura para que sea considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco. Miles de zaragozanos se han echado a la calle para disfrutar de una jornada que ha abierto la puerta a más de un mes de celebración que, por primera vez desde la pandemia, estará libre de restricciones sanitarias.
Media hora antes de que se encendieran las luces, en la plaza del Pilar casi no cabía un alfiler. Los más fanáticos de la Navidad no podían perder ni un solo minuto para comenzar a disfrutar de la que, para muchos, es la época más especial del año. Aunque también hubo quien acudió hasta allí de forma reivindicativa, como alrededor de una veintena de funcionarios municipales que protestaron por la situación de los interinos.
Los encargados de dar comienzo al acto fueron los integrantes del Grupo Folklórico D’Aragón, que interpretaron varios villancicos, ante los aplausos de la corporación municipal, el arzobispo Carlos Escribano y el resto del público. Fue la primera de las rondas joteras que se han organizado este año como novedad y que pasarán, cada viernes del mes de diciembre, por Delicias, Torrero y el distrito Universidad.
Después el alcalde, Jorge Azcón, aprovechó para felicitar a todos los zaragozanos la Navidad, un momento del año en el que, según destacó, aflora todavía más el "sentimiento" de "compartir, ser generosos" y, en definitiva, "ser mejores". También la vicealcaldesa, Sara Fernández, recordó que estas fiestas serán aún más especiales tras "dos años muy complicados". "Vamos a necesitar más que nunca los reencuentros con la familia y los amigos", manifestó la edil, que añadió que la ciudad "no se olvida de aquellos que están sufriendo la guerra y que están padeciendo injusticias".
Una cuenta atrás coreada por cientos de almas que abarrotaban la plaza fue lo único que hizo falta para que ambos, acompañados del recién elegido alcalde infantil, David Tena, activaran el botón que inundó de luz las calles de la ciudad. También ese pulsador desencadenó un espectáculo de iluminación y sonido en la fachada de la Casa Consistorial. Después, como ocurre cada año, el regidor y el resto de la corporación recorrieron la muestra navideña. Primero, pasaron por el emblemático Belén gigante, en cuyas puertas cantaron los infanticos del Pilar. Tras esto, también hubo tiempo para recorrer la pista de patinaje, visitar a Papá Noel y, entre saludo y saludo, lanzarse por el tobogán de trineos neumáticos.
Y como ellos, cientos de familias, parejas y grupos de amigos que dedicaron la tarde a pasear entre los puestos de artesanía, adquirir nuevos artículos navideños con los que adornar sus árboles, tratar de esquivar el frío con un vino caliente o un chocolate y disfrutar de las diversas atracciones. También muchos aprovecharon para pasear por el centro de la ciudad y contemplar –y fotografiar– la iluminación.
Las estrellas fragmentadas del paseo de la Independencia, que se diseñaron en homenaje a las víctimas del coronavirus, fueron de nuevo el elemento que cosechó más alabanzas. Sheila Requena, por ejemplo, que paseaba junto a su marido y a su hija pequeña, aseguró que había decidido acudir este viernes al centro solo para ver encendido el manto de luces, su "preferido" desde que el Ayuntamiento comenzó a instalarlo en 2020. O Elena y Rebeca, dos amigas que aseguraron que, tras conocer su significado, resulta todavía "más bonito".
También repitieron el resto de atractivos. La calle de Alfonso I volvió a cubrirse con el manto de miles de luces led y las auroras boreales ya iluminan la plaza de San Felipe. Igualmente, están decoradas las principales arterias comerciales como una forma de animar las compras navideñas.
