Pedro Santisteve “Hay que cumplir la ley, pero a veces hay que escenificar el conflicto”
El alcalde hace balance en el segundo año de ZEC en un clima de enfrentamiento con el PSOE y con Pérez Anadón. Confía en que Pedro Sánchez facilite la interlocución.
Estos dos años de mandato, ¿ha habido más gestos que gestión?
Se han amortizado 100 millones de deuda sin recortes, somos de las tres primeras ciudades que más invierten en gasto social, hemos apostado por la lucha contra la pobreza infantil... Hemos lanzado proyectos que llevaban diez años aparcados. Se nos exigía dar la vuelta a la ciudad como un guante, pero hemos hecho muchas más cosas de las que podíamos pensar.
¿Se arrepiente de algo?
No me arrepiento de nada porque me ha dado la satisfacción de relacionarme con la ciudadanía y atender sus demandas.
¿Ni del episodio de la gomina?
No, me produjo mucha tristeza que un concejal del PP dedicara sus ingresos públicos a echar infundios sobre la gestión impoluta de los recursos. De repente me encuentro que es más importante denostar a un alcalde. Se ponen intereses partidistas por encima de los de la ciudad. Me dio pena.
¿Y no cometió ningún error?
No, no No sé si hubo algún fallo en la gestión comunicativa, pero yo dije lo que tenía que decir.
La oposición habla de un gobierno "incapaz, inexperto, sectario...". ¿Falta diálogo?
Todas las cuestiones que he enumerado no se podrían haber hecho si no hubiera habido diálogo. Hemos firmado grandes acuerdos con el señor Lambán, con la Diputación Provincial y con Fomento. Nuestra capacidad de diálogo está clara. Eso hay que preguntárselo a la oposición. Dos no dialogan si uno no quiere.
¿Por qué no ha fructificado un pacto estable con PSOE y CHA?
Hemos tendido la mano. Igual tiene que ver con la situación de nuevas fuerzas emergentes y el desconcierto que ha podido causar a las tradicionales.
Su principal enfrentamiento ha sido con el PSOE.
Hemos sufrido un cierto acoso y bloqueo o situaciones en las que se buscaba el diálogo y no acudía nadie. Habrá que darles tiempo para que se aclaren, y más ahora con el proceso de reflexión que les ha causado la militancia.
¿Esta relación puede ir a peor?
A peor no puede ir. Las relaciones con el PSOE tienen que mejorarse. Y confío en que al final pueda haber una interlocución válida.
¿Carlos Pérez Anadón no es un interlocutor válido?
Hay una situación de bloqueo, enconamiento y sectarismo que habrá que solucionar. Habrá que buscar las personas más idóneas para tejer y tender puentes. Tiene que haber una interlocución con el PSOE diferente. Estaría encantado de que Lambán me dijera: "No te preocupes, habla conmigo o con quien sea". Como alcalde me puedo relacionar con Lambán de tú a tú sin ningún problema.
¿La llegada de Pedro Sánchez cambiará la relación con el PSOE?
Espero que contribuya a una interlocución con el grupo socialista del Ayuntamiento.
¿Habrá cuestión de confianza si no aprueba los presupuestos?
Está la cuestión de confianza, la prórroga presupuestaria o el acuerdo. Si me preguntan en octubre Ahora es de bolita mágica.
¿Teme una moción de censura?
No, es un escenario totalmente descartable.
¿Hay dos bandos en ZEC, uno liderado por el edil Alberto Cubero y otro por usted?
Somos un gobierno sin fisuras que trabajamos en común.
¿Cubero es el alcalde en la sombra?
Yo creo que no, se ha visto que cuando he tenido que asumir mi papel de liderazgo lo he asumido. Se habla de las dos almas de ZEC, pero ZEC son 80.000 almas, que son sus electores. Esa es nuestra riqueza, cómo integrar las ganas de cambio que tiene todo el mundo. Unos tienen un perfil más político, otros más de gestión
La oposición le pide que destituya a Cubero.
¿Por qué lo voy a hacer?
¿No le evitaría problemas?
No, es un gobierno plural. No recuerdo que hayamos tenido que votar nada, eso quiere decir que hay bastante buena sintonía.
Hubo un día en el que se escenificaron esos perfiles, con la moción de Venezuela. El alcalde se desmarcó de ZEC al abstenerse. ¿Por qué lo hizo?
Entrar en ese tipo de confrontaciones es absurdo. Mi abstención expresaba que me mantengo al margen de unos debates que lo que menos pretenden es entrar en el conocimiento de la realidad de Venezuela. ¿Por qué no hablamos de Arabia Saudí, y de la venta de armas de España, y de cómo alimentan al ISIS, o las grandes empresas americanas o inglesas?
¿Y por qué el resto del grupo no lo hizo?
Puede entenderse como un problema puntual de descoordinación, no le sacaría más punta.
Los intentos de municipalización han fracasado. ¿Qué le aporta al gobierno seguir intentándolo?
La norma debería ser la gestión directa y la excepción la situación en la que hemos vivimos ahora.
Pero no genera consenso y hay informes que lo cuestionan.
Aquí no podemos juntar a todos en un saco. Cuando se han tomado decisiones era porque había informes que las avalaban. Puede haber discrepancias con algunos informes que se pueden elaborar.
El gobierno ha recibido serios varapalos judiciales.
El Ayuntamiento gana gran parte de los pleitos que tiene, ojo
Pero no asuntos destacados como el 010 o Averly.
Cada tema es un mundo. Pero partimos de una normativa que favorece a unos respecto a otros, y en detrimento de la autonomía local.
Pero hay que cumplir la ley
Sí, hay que cumplir, pero a veces hay que escenificar el conflicto. Hay que hacer ver a la ciudadanía que hay cuestiones que forman parte de nuestro programa, que las queremos implementar, pero que a veces chocamos con otros criterios de interpretación de la norma. Pero cuando se va a los tribunales vamos con informes que lo avalan, no nos tiramos a la piscina.
No lo hizo con Ecociudad, donde fue a la Fiscalía. Esa investigación se archivó. ¿Se equivocó?
Cuando hay un indicio de delito, el asunto debe depositarse en la Fiscalía. Aquí ha habido una falacia que se me ha atribuido, la denuncia a unos funcionarios. Es radicalmente falso. Me he limitado a llevar una información a la Fiscalía para que, si veía indicios de delito, lo llevara al juzgado.
Las conclusiones hablan de posibles responsabilidades penales de su gobierno.
Tengo la conciencia tranquila. Lo volvería a hacer porque no hacerlo sí que hubiera sido delito.
Se les ha criticado por no favorecer la llegada de inversiones. ¿Está Zaragoza paralizada?
En absoluto. Y en la mesa que tuvimos con agentes sociales y económicos no se manifestó esto.
La inversión del Ayuntamiento por habitante ha caído un 60% desde la llegada de ZEC.
Hemos planteado inversiones en el Mercado Central, la residencia de Las Fuentes, Antonio Leyva, Oviedo, avenida de Cataluña Hay pequeñas cosas que se pueden observar que se han hecho.
No cita el tranvía, que además ha desaparecido del debate.
Es un asunto que en esta legislatura está claro que no se va a acometer. Pero queremos integrarlo en el plan de movilidad.
Los procesos participativos no han suscitado un gran interés entre los zaragozanos.
Es un proceso a medio y largo plazo. Pero los índices de participación se acercan a los de otras ciudades en sus inicios. Un 1% es suficiente y saludable porque estimula a la gente a participar.
Los acuerdos de la ley de capitalidad y de la avenida Cataluña quedan lejos de las cuantías económicas que se esperaban.
Podemos estar hablando del sexo de los ángeles y no hacer nada o ser pragmáticos y dar un empujón a temas que llevaban décadas pendientes. El acuerdo de la ley de capitalidad es interesante en términos económicos, pero sobre todo fija un marco estable de diálogo.
¿El pleito por los bienes de la Iglesia es una demanda ciudadana?
Ha sido cumplir con nuestro programa y estábamos apremiados porque queríamos que no se cumpliera la prescripción a los 30 años. Nada más. Siempre he dejado claro el respeto del destino al culto de estos bienes. No reivindicamos la propiedad, reclamamos por la inacción de otras instituciones.
¿Estas medidas acentúan su imagen de confrontación con sectores que no son próximos a ZEC?
En absoluto. Para evitar que fuera entendido en términos de confrontación me entrevisté con el señor arzobispo y le mandé una cariñosa carta al Papa. Me respondió el nuncio. Me deseaba lo mejor, sin entrar en el fondo. No he pretendido abrir ninguna caja de los truenos, respeto la institución y las creencias de la gente.
¿Se ve el alcalde con fuerzas para presentarse a la reelección?
No corresponde contestar ahora, a dos años del proceso electoral. Lo que puedo decir es que ZEC seguirá adelante como plataforma ciudadana. Nuestro proyecto ciudadano está previsto para los 6 próximos años o para una década.
¿En sus dudas influye una falta de apoyo en ZEC o en Podemos?
En absoluto, me llevo bien con todas las sensibilidades de ZEC, me llevo excelentemente con Pablo Echenique y la gente de Podemos y así lo expresé acudiendo a la moción de censura. Mi imagen es de una persona que es puente y que integra diferentes sensibilidades.
¿Apuesta por la fórmula de ZEC frente a la de Unidos Podemos?
ZEC ha venido para quedarse. Yo he venido aquí para defender un proyecto municipalista, que integra a gente de IU o de Podemos pero también a gente independiente, a más diversidad.
Si la fórmula es Unidos Podemos, ¿sería candidato de Podemos?
No me corresponde a mí responder ahora.
¿Ve otros posibles candidatos como Luisa Broto, Violeta Barba ?
Estaría encantado con una candidatura solo de mujeres.
Eso le excluye a usted.
(Risas). Estaría encantado de una candidatura así, y Luisa Broto me parece un activo fundamental.
¿Le ha trasladado su malestar Echenique por no apoyarle en el debate de su reprobación por los pagos en negro a su asistente, en el que ZEC se abstuvo?
No. Hubo esa mañana los típicos "esto, lo otro, lo de más allá" y para de contar. Estuve con él y pensaba que me lo iba a comentar, pero ni lo hizo. Es un tema olvidado.
¿Qué le pareció la actitud de Echenique con este asunto?
No conozco detalles. No estoy en la situación de vulnerabilidad física en la que está él. Sin estar en su cuerpo no lo puedo valorar.
