La Policía intensifica las redadas en bares con cientos de menores en su interior

Cada vez más locales se prestan a la celebración de fiestas de fin de curso o confirmaciones incumpliendo la Ley del menor.

Los agentes comprueban la edad de los asistentes
La Policía intensifica las redadas en bares con cientos de menores en su interior

Terminar segundo de bachillerato es la excusa perfecta para celebrar una gran fiesta, preferiblemente si incluye cena y barra libre. El problema: no todos son mayores de edad.


Según confirma la Policía Local, esta situación se está acomodando en la capital aragonesa. Tal y como lo confirman desde la DGA, en el último mes se han registrado dos casos con la correspondiente sanción econónica. En los últimos años ha aumentado el número de bares que, por un módico precio, ponen a disposición de menores de edad una barra libre propia de una gran ceremonia. Estos ejemplos aumentan con la llegada de final de curso y de las confirmaciones.


La forma de hacerlo es sencilla. "Hablamos con un amigo que trabajaba en el bar y él nos puso en contacto con los dueños", explica un estudiante de segundo de bachillerato. La propuesta que les hicieron se basaba en pagar 35 euros por persona para disfrutar de barra libre y DJ durante toda la noche.


Todo esto con una sola condición. "Cerraron la parte de arriba del bar para que no hubiera ruidos y nos dijeron que intentáramos que no hubiera discusiones para que los vecinos no llamaran a la policía". Y así, se organiza una fiesta de casi 100 personas, en la que la mitad no alcanzaba los 18 años.


Y no se trata de un caso aislado. Prácticamente cada fin de semana, la Policía Local de Zaragoza interviene en algún pub de la ciudad que incumple la Ley de la Infancia y la Adolescencia que prohíbe el acceso de menores. Así ocurrió en la madrugada del pasado 5 de marzo cuando los agentes se encontraron con más de un centenar de menores en el interior de un pub de la calle de la Cadena de la capital aragonesa. La voz de alerta la dio una llamada vecinal, en la que se quejaban de la numerosa presencia de jóvenes a las puertas del local y del ruido y molestias que estaban ocasionando.


Situaciones similares se han ido detectando desde entonces, coincidiendo con las celebraciones de fin de curso, en establecimientos de zonas tan céntricas como la calle Bruil, Espoz y Mina o la avenida de Conde Aranda. En estos casos, la Policía identifica a las personas que se encuentran dentro del local. Si hay menores de edad deben abandonarlo y se formaliza la correspondiente denuncia, que se tramita a través del Gobierno de Aragón.