Tradiciones de adviento y pequeños cambios de guión

El frío deslució ayer el primer sábado de la muestra de la plaza del Pilar. Aunque este año hay pocas novedades, algunos detalles sí han cambiado respecto a otras ediciones.

El frío y el viento lastraron el primer sábado de la muestra navideña de la plaza del Pilar.
El frío y el viento lastraron el primer sábado de la muestra navideña de la plaza del Pilar.
Oliver Duch

No es muy rompedora, pero sí resulta de lo más entretenida...cuando el tiempo acompaña. La muestra navideña de la plaza del Pilar afrontó ayer su primera prueba de fuego y lo hizo aquejada por las bajas temperaturas, que hicieron que más de uno prefiriera quedarse en casa y dejar la visita para otra ocasión. A media tarde apenas había fila para subirse al tobogán trineo, entrar al belén o comprar unos churros.Sí había gente (aunque no tanta como cabría esperar) en la pista de patinaje, utilizada por muchos para guarecerse del fuerte viento.

Cuentan los artesanos que el primer fin de semana es fundamental para hacerse una idea de cómo funcionará la feria (pueden pasar hasta 25.000 personas) y que los puentes de la Constitución y de Reyes son los que acaban definiendo la cifra de visitantes. Otros años, la niebla, más que el frío, es lo que suele achantar un poco a los zaragozanos (ay, ese reúma malo), si bien es cierto que en cada una de las últimas tres ediciones han pasado por el mercadillo más de 300.000 personas. Aquellos avezados visitantes que busquen, además de las tradiciones y los reclamos de rigor, alguna cosa nueva en la plaza del Pilar encontrarán, en los siguientes epígrafes, un puñado de sugerencias...

1. SE BUSCA NOMBRE PARA EL GRAN MUÑECO DE NIEVE. En esta edición no hay nuevas estructuras ni instalaciones. El año pasado se sumó a la oferta el parque de tirolinas pero este año lo único que se estrena es un gran muñeco de nieve, de unos 4 metros de altura, en torno al cual se ubican las casetas en la parte más próxima a la fuente de la Hispanidad. Viene a ser como el árbol de los deseos pero al otro lado de la plaza. Según los promotores de la feria, a través de las redes sociales se va a buscar "participativa y democráticamente" un nombre para bautizar al muñeco.

2. ALGÚN ADORNO NUEVO. Los más detallistas ya habrán reparado en que en las casetas hay más adornos de lo habitual. En sus tejados han surgido paquetes y regalos, nidos de pájaros e, incluso, pequeños campanarios. También se han vestido un poco mejor los bajos del tobogán trineo.

3. UNA TAZA DE RECUERDO. A imagen y semejanza de los mercadillos centroeuropeos, para entrar en calor se sirven en las tabernas de la plaza vino caliente con especias. Este se degusta en unas tazas de cerámica muy monas decoradas para la ocasión. Los clientes pueden consumir el brebaje y llevarse la taza a casa de recuerdo o, también, devolverla y se les reembolsará el importe del envase. "Es un aspecto ecológico y medioambiental. Hacemos que desaparezca el vaso de plástico", explican los taberneros.

4. LIBROS Y VERSOS. El año pasado se propuso como experimento pero la cosa salió tan bien que este 2017 se han redoblado esfuerzos y se ha ampliado la convocatoria de ‘Libros que importan’. Se trata de un intercambio multitudinario de libros –el año pasado 8.000 personas aportaron hasta 2.000 títulos– que tendrá lugar en la plaza entre los días 26 y 30. Además, se reeditará también el 23 de diciembre el lanzamiento al cielo de cuentos –con geolocalizador– cuyo errático itinerario se pueda ir siguiendo. Este año los relatos se cambian por versos en homenaje al centenario del nacimiento de Gloria Fuertes.

5. LAS LUCES DE LA CALLE ALFONSO. Las bolas de luces que antaño cruzaban de lado a lado la calle han desaparecido. Hay que recordar que el año pasado dos niñas resultaron heridas al desprenderse uno de los anclajes. El Ayuntamiento ha colocado este año luces led encima de las farolas, que pasan algo desapercibidas y no son del gusto de los comerciantes y vecinos de la zona.

6. RASCARSE EL BOLSILLO. Sí, en la plaza todo es muy majo, menos los precios. Tres bajadas en trineo son 4 euros, una hora de patinaje 6 y el circuito de tirolinas otros tantos. Si se va con un par de niños, vayan abriendo el monedero. Y eso que los precios se mantienen estables con el paso de los años y que no se cobra por entrar al belén como llegó a especularse en su día.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión