“Es una pena que el centro de Zaragoza parezca un vertedero”

El ocio nocturno es una problemática que molesta a los vecinos y genera ruido, además de suciedad.

“Es una pena que el centro de Zaragoza parezca un vertedero”
“Es una pena que el centro de Zaragoza parezca un vertedero”

El Casco Viejo de Zaragoza es la zona más visitada por los turistas que llegan de todo el mundo. Sin embargo, algunos rincones de este barrio no presentan el mejor aspecto para ser la imagen de la ciudad.

Esta es una de las reivindicaciones históricas de sus vecinos. Elena, que llegó al barrio hace 23 años, opina que “es una pena que el centro de Zaragoza parezca un vertedero”.

Este hecho se puede ver reflejado en la plaza del Justicia. Los alcorques se han convertido en barrizales de agua sucia, además a este asunto se le suma el mal estado del pavimento de algunas vías peatonales.

La suciedad junto con el ruido son dos de las principales reivindicaciones de la Asociación de Vecinos Lanuza Casco Viejo, ambas relacionadas con el ocio nocturno. “La plaza de Santa Marta o la calle del Temple son vías muy saturadas de bares”, indica Eddye Castro, presidente de la entidad vecinal. Para Elena, que vive en la calle del Olmo, “es vergonzoso, muchas veces llamamos a la Polícia Local si hay algún exceso de ruidos, pero no nos hacen mucho caso”. Desde la asociación de vecinos explican con resignación que “es un debate que lleva años y ningún gobierno lo ha asumido”.

Otro los asuntos que preocupa a la asociación es el uso de la iglesia de la Magdalena, cuyas obras de restauración están en su fase final. “Somos una asociación que se mueve por la demanda de los vecinos y en este caso, en solo de tres días hemos recibido más de 800 participaciones”, expone Castro.

Colegios y zonas verdes

El colegio Santo Domingo, en la calle de Predicadores, ha visto descender su número de alumnos. “Es una pena que este colegio esté abandonado”, aprecia Castro. “Cuando paso por el Santo Domingo me da una imagen muy cochambrosa”, dice Laura, una vecina de la calle de Loscos, que también pide “más zonas verdes”.

A pesar de la antigüedad de sus edificios, el Casco Viejo es un barrio que, como concluye Fernando, vecino de la calle de Santa Isabel, “se está rejuveneciendo”. Así que, futuro e historia son los vecinos de un barrio que hay que cuidar porque todos los días se convierte en la imagen de la capital aragonesa.

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