TERUEL

Asaltan siete pisos de madrugada mientras dormían sus dueños en Alcañiz

Los ladrones sustrajeron el dinero en metálico que había en las viviendas, así como varios móviles y una cámara digital.

Uno de los vecinos señala la ventana desde la que saltaron.
Asaltan siete pisos de madrugada mientras dormían sus dueños en Alcañiz
A.C.M.

Al menos siete viviendas fueron asaltadas durante la madrugada del domingo al lunes en Alcañiz. Los hechos se produjeron en tres edificios pertenecientes a un mismo bloque de pisos, ubicado en el Camino de la Estanca de la capital bajoaragonesa. En todos los casos, los dueños permanecían dentro del inmueble mientras los ladrones sustraían sus bienes, pero la operación fue tan sigilosa que ninguno de ellos fue consciente de los robos hasta que a las 7.00 la Guardia Civil se presentó en sus casas.

 

Según relataron los afectados, el botín que consiguieron llevarse los allanadores no fue muy importante. Solo lograron sustraer de los pisos varios bolsos, de los que únicamente cogieron el dinero antes de tirarlos por las escaleras del edificio con toda la documentación y tarjetas de crédito dentro; algún móvil, y una cámara de fotos digital. "Han entrado en mi casa mientras dormía, han roto la cerradura de la puerta de la galería y todo para llevarse 20 euros", afirmó consternada Laura Camañes, una de las vecinas.

 

A pesar del escaso valor de las sustracciones, las víctimas del robo se mostraron muy preocupadas por la falta de seguridad que habían experimentado en su propia casa. "Incluso han entrado en viviendas donde había niños durmiendo", explicó Laura Royo, otra víctima.

 

Según los vecinos, los ladrones accedieron al bloque de pisos a través de la puerta principal de uno de los edificios, que no cierra. Bajaron al parking, común para todo el bloque y sin medidas de seguridad, y desde ahí llegaron hasta las escaleras. Los delincuentes aprovecharon que las ventanas de las escaleras no cuentan con rejilla de seguridad y saltaron desde allí hasta los balcones de las cocinas. Reventaron las cerraduras de las puertas y accedieron al interior de las viviendas.

 

Consideran que para llevar a cabo la operación con la rapidez con la que se realizó era necesaria la presencia de, al menos, dos allanadores. "Uno para ayudar a su compañero a llegar a la ventana y recoger el botín, y otro para escalar y entrar en las casas", explicó otro de los afectados, Antonio Ramón.

 

Los vecinos calculan que las sustracciones se produjeron entre las 5.00 y las 6.00 de la mañana, hora en la que, los perros de otra víctima, Marga Quílez, comenzaron a ladrar al detectar la presencia de desconocidos en la vivienda. "Creo que fui la última a la que entraron a robarle porque, al oír los perros, se debieron asustar y salieron corriendo. Cuando salí del dormitorio sólo vi la puerta de la cocina abierta", manifiestó Quílez.

 

Los vecinos que habían bajado las persianas de la galería y los que la tienen acristalada se salvaron del allanamiento, ya que sus casas contaban con más dificultades para que los ladrones pudieran entrar en ellas sin ruido.