derrumbamiento
Desalojo por tiempo indefinido de las nueve familias de la finca contigua a la que se hundió en Teruel
Las dos plantas superiores tienen daños estructurales que obligaron a apuntalar el edificio, a la espera también de desescombrar la casa derrumbada.
El desalojo de las nueve familias que vivían en la finca de la calle San Francisco de Teruel previa al número 21 –que se derrumbó el pasado día 13– se prolongará por tiempo indefinido tras los daños sufridos durante el hundimiento, que provocó destrozos en el ático y también en la segunda planta del número 19. Los residentes se han reubicado temporalmente en casas proporcionadas por el Ayuntamiento o de familiares.
El colapsó del inmueble que ocupaba el número 21 obligó a desalojar los 21 pisos de este edificio, pero también de los números 19 y 23. Los 28 pisos de los números 23-25 han podido ser reocupados al constatarse la seguridad del edificio, salvo los 11 que lindan con la finca desaparecida.
De las nueve familias desalojadas del número 19, tres formaron parte de la primera ronda de realojos en pisos llevada a cabo por el Ayuntamiento –el número total de familias realojadas se eleva a 12– al tratarse de vecinos sin alternativa residencial.
Una de las residentes desalojadas que se acomodó con familiares lamenta no tener "ni idea" de cuando podrá volver a su casa, de la que solo sabe que está "apuntalada" y a la espera del desescombro del bloque que colapsó. Esta damnificada, propietaria de un piso de la primera planta, explica que una vez retirados los escombros se podrá evaluar cómo están los cimientos del número 19 y decidir si es seguro rehabitarla.
El propietario de dos pisos de alquiler del número 19, Manuel Bullón, señala que los escombros del bloque 21 golpearon violentamente contra la finca precedente, de menos altura, y causaron daños importantes en el ático –que ha resultado demolido parcialmente– y en la segunda planta, que "se ha desplazado" debido al impacto de los cascotes contra unas vigas maestras.
Bullón explica que la estructura de las dos plantas inferiores así como sus viviendas está en buen estado, pero la reocupación de la finca podría demorarse más de un año, hasta que se complete el desescombro del bloque contiguo y se certifique la seguridad de la casa. El empresario indica que tanto la comunidad de vecinos como cada propietario han dado parte a sus respectivos seguros para que inicien la peritación de daños. Señaló que, antes del fatídico 13 de junio, el inmueble "estaba en perfectas condiciones".
Mientras, la plataforma de afectados por el hundimiento del número 21 ha acordado contratar asesoramiento jurídico y técnico a través de la Asemas, una mutua de seguros "especializada en arquitectura", según informaron a través de un comunicado. La nota indica que su interlocutora en el Ayuntamiento será la futura jefa de gabinete de Alcaldía, la exconcejal Rocío Féliz de Vargas. El portavoz de los afectados, Javier Carbó, valora "positivamente" el establecimiento de una "línea directa" de comunicación con el Consistorio.
Las familias que residían en la finca que se cayó reclaman que el desescombro de lleve a cabo de forma que "se puedan esclarecer las causas de lo sucedido y también recuperar cuantos enseres personales sea posible". Los propietarios piden la devolución del IBI de 2023, que se había liquidado la víspera del derrumbe.
Los vecinos del número 21 reclaman también que el solar de su antigua casa tenga vigilancia permanente para evitar "intrusiones o robos". Una fuente municipal informa de que el Ayuntamiento contratará un servicio de seguridad para el control de la finca.
Desprendimientos en la Andaquilla
La cochera de la finca situada en el número 66 de la calle San Francisco ha quedado este miércoles clausurada ante los desprendimientos que se registran en el parte trasera del inmueble, procedentes de la Cuesta de la Andaquilla. El deslizamiento de tierras y rocas, derivado de las persistentes lluvias sobre la ciudad, invade la rampa de acceso al garaje, lo que ha motivado la prohibición del acceso por el Ayuntamiento, que ha comunicado a los propietarios del terreno la necesidad de sanearlo.
Por otro lado, cascotes procedentes de un balcón cayeron ayer sobre la céntrica plaza del Torico obligando a acordonar un sector por seguridad.
