Tradición

Alfambra vuelve a su pasado medieval

Bajo las ruinas del castillo que corona su cerro, los habitantes de esta localidad turolense reviven su historia en el medievo.

A medio camino entre la capital turolense y las poblaciones de la ruta del tambor, Alfambra vuelve estos días a su pasado medieval con la celebración de su VIII Subida a la Encomienda.


Bajo las ruinas del castillo medieval que corona su cerro, los habitantes de Alfambra intentan recuperar y revivir, aunque sea por unas pocas horas, todo cuanto aconteció en su glorioso medievo y que el rey Alfonso II concedió en su fuero en 1174.


Un completo cartel de actividades que comenzara el jueves por la noche a las 21.00 con la cena en la taberna medieval, aquelarre de brujas incluido.


El viernes se procederá al montaje de haimas, juegos tradicionales con entrega de la llave de la villa al ganador, lectura del romance de la 'Enterrada viva' a cargo de Berta Sanahuja a las 19.00, toro medieval de carretilla a las 22.00 y danza medieval a las 23.30.


El sábado se asará un cochino ensartado al estilo medieval. A las 10.00, almuerzo y a las 12.00 llegará la proclamación de la Comendadora de la villa Dña. Mercedes Fuertes Valmaña, en colaboración con los Caballeros Templarios de Rubielos de Mora.


Por la tarde, a las 17.00, llegará la Ordenación de Caballeros de la Orden. Y a las 18.00, una de las principales novedades de esta edición; la recreación y representación de la obra 'La Enterrada Viva de Alfambra', obra que figura escrita todavía en códices de la época, de donde se ha extraído. Una leyenda de amor falso, que antecede a la de los Amantes de Teruel, y que representarán actores locales.


Para terminar el día, habrá un desfile de las Órdenes Militares al Castillo, acompañados por los tambores y bombos Tierra Roja. A las 00.00 otro acto típico de la Semana Santa Alfambrina, la puesta del chopo, que los quintos han cortado en la vega del pueblo, y que sin ayuda mecánica, mediante palos, cuerdas y la unión del todo el pueblo, es vuelto a poner en pie en la puerta de la Iglesia. Serán los quintos quienes velen el chopo y obsequien a cuantos les visiten con pastas y vinos. El domingo por la mañana, y tras la procesión del encuentro, ellos mismos volverán a talar el chopo y nos ofrecerán pastas con chocolate.


En definitiva, un fin de semana repleto de actividades y ,como siempre, acompañados de la amabilidad de sus gentes.