TRÁFICO

Las obras de la A-2 se vuelven a convertir en un embudo para los más rezagados

El tramo entre Calatayud y Zaragoza se cerró para los camiones en ambos sentidos, lo que provocó algunas retenciones en la A-23.

El tramo de la autovía de Madrid que discurre junto a Plaza soportó ayer retenciones de tres kilómetros durante casi toda la mañana.
Las obras de la A-2 se vuelven a convertir en un embudo para los más rezagados
J. M. MARCO

Los conductores que decidieron retrasar la salida de vacaciones al jueves para evitar atascos puede que se arrepintieran, porque las carreteras aragonesas soportaron ayer por la mañana tanta o más circulación que el miércoles e incluso más retenciones. Como era previsible, fue en el tramo de la A-2 entre Calatayud y Zaragoza donde volvieron a registrarse las mayores complicaciones. De hecho, las obras se convirtieron en un embudo por el que hubo que prohibir el paso a los camiones. Y no solo a los que circulaban en dirección hacia la capital, como sucedió el día anterior, sino también a los que lo hacían en sentido contrario.


Pero ni el desvío de las mercancías por la A-23 evitó que llegaran a producirse algunas retenciones a lo largo de la mañana. Según informó el centro de gestión de la DGT, las hubo a la altura de la Feria de Zaragoza (punto kilométrico 312) y en Calatayud (p. k. 233). Al llevar los vehículos pesados por la autovía Mudéjar, también hubo que señalizar algún problema circulatorio a la altura de Muel. En cualquier caso, ninguno de estos atascos superó los tres kilómetros.


Como sucediera el miércoles, no hubo que lamentar accidentes de gravedad. De hecho, la DGT tan solo informó de una incidencia de la N-120, a su paso por el término zaragozano de Torrellas. Sobre las 9.30, un camión perdió parte de la carga de cristal que transportaba, lo que obligó a cortar un carril al tráfico durante varias horas. En cualquier caso, esta carretera no soportaba demasiada circulación, por lo que el accidente apenas tuvo consecuencias.


Tres cortes en dos días


La autovía Mudéjar o A-23 a su paso por la provincia de Teruel ha registrado tres cortes de tráfico en menos de dos días debido a averías o accidentes de camiones. El último incidente tuvo lugar el miércoles a la altura del término municipal de Calamocha, cuando sobre las 9.30 un camión semiremolque sufrió una avería que originó el incendio del vehículo. El complejo montaje de la grúa que debía retirar el camión obligó sobre las 13.00 a desviar todo el tráfico por la Nacional 234 (Sagunto-Burgos). El tráfico no se normalizó hasta las 17.00.


También el miércoles, a la altura de Albentosa, la Guardia Civil tuvo que cortar un carril de la A-23 por la avería de un trailer. Por último, a las tres de la madrugada del pasado martes, un camión cargado de naranjas sufrió un accidente en el término municipal de Ferreruela, resultando herido leve su conductor. En esta ocasión, igualmente se optó por cortar un carril en sentido Zaragoza durante toda la noche hasta que sobre las ocho de la mañana hubo que desviar el tráfico durante media hora por la Nacional 234 para permitir el montaje de la grúa encargada de llevarse el trailer.


Durante hoy y los próximos días, los mayores problemas se prevén en las carreteras del Bajo Aragón, ya que las procesiones atraerán a numeroso público.