DECANO DE LA FACULTAD DE DERECHO

José María Gimeno: "El nuevo grado de Derecho tendrá 180 plazas, la mitad de las que hay ahora"

Tras siete años al frente del centro, deja el cargo con los estudios completamente adaptados a Europa.

José María Gimeno, ayer en la Facultad de Derecho.
José María Gimeno: "El nuevo grado de Derecho tendrá 180 plazas, la mitad de las que hay ahora"
CARLOS MONCíN

En mayo de 2003 tomó posesión del cargo y a sus 37 años se convirtió en uno de los decanos más jóvenes de la Universidad de Zaragoza. Siete años después, concluye su segundo mandato consecutivo y, como marca la normativa, dejará el puesto en unas semanas. En este tiempo, José María Gimeno se ha convertido en catedrático de Derecho Administrativo, vocal en representación de la Universidad de la Junta Consultiva de Contratación Administrativa de Aragón y ponente de numerosos foros especializados.

Cuando comenzó a dirigir la Facultad dijo que rompería moldes. ¿En qué ha cambiado el centro?

Empecé con la Facultad inmersa en un cambio porque aprobamos el plan de estudios del 2000 e iniciamos la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior. La dejo con el proceso de convergencia cerrado, es decir, con el grado de Derecho verificado, el máster de especialización funcionando y con un convenio de colaboración con el colegio de abogados de cara a la impartición de los cursos que habilitan para ejercer la abogacía y la procura.

¿Ha cumplido sus objetivos?

Hemos dado un gran salto porque se han adaptado los estudios a Europa y hemos proyectado la Facultad hacia la sociedad. Para esto último hemos contado con un gran instrumento: el prácticum, que permite a los alumnos hacer prácticas fuera del centro. Ha sido muy valorado tanto por los estudiantes como por las instituciones.

Una de las batallas que ha tenido la Facultad en los últimos años ha sido el número de plazas que se ofertaban. ¿Cambiará la cifra con el grado adaptado a Europa?

Sí. La Aneca ha verificado que el grado que empezará en septiembre tendrá 180 plazas, la mitad de las que hay ahora (360). El Consejo de Universidades y la DGA lo han autorizado con esa cifra y con ella se han trabajado todas las tasas: la de egresados, rendimiento, éxito... Si se cambia ese número habría que verificar otra vez el grado porque no es lo mismo calcular cómo se trabajará con 180 alumnos en grupos pequeños que con 300.

¿Cómo cree que sentará esa reducción de plazas?

Debe quedar claro que no es que queramos formar a menos alumnos, ni que queramos ser elitistas. Se ha aprobado la cifra de estudiantes que podemos formar ofreciéndoles enseñanza de calidad y con todos los requisitos exigibles. Para que accedan más necesitaríamos más medios y recursos.

Por ejemplo...

Tenemos unas infraestructuras que no se ajustan al nuevo escenario. Tenemos grandes aulas, pero no suficientes espacios para trabajar en grupos pequeños como exige Bolonia. Necesitamos también una biblioteca en condiciones. Sabemos que las obras de Educación y Filosofía son prioritarias, pero una buena biblioteca de investigación en nuestro centro es esencial.

¿Ha notado la Facultad el recorte presupuestario que ha sufrido la Universidad?

No demasiado porque hemos conseguido ingresos alquilando las aulas para oposiciones, por ejemplo. Con esto hemos podido equipar las clases con proyectores y ordenadores.

¿Qué retos deja a su sucesor?

Desarrollar la normativa para la formación que permite adquirir el título para ejercer la abogacía y la procura y mantener el nivel de calidad del máster de especialización que está ya en su primer año.

Con la situación de crisis, ¿qué futuro les espera a los titulados en Derecho?

Las expectativas no son malas. Las oposiciones son una buena salida y también hay mercado en la iniciativa privada.