Falsos mitos sobre el muérdago, el acebo y el musgo: ¿Está prohibido cogerlos?

Las tres especies están asociadas a la decoración navideña y sobre las mismas existen creencias equivocadas según el Colegio de Ingenieros de Montes de Aragón. 

De izquierda a derecha, muérdago, acebo y musgo.
De izquierda a derecha, muérdago, acebo y musgo.
Heraldo/Javier Ara

Si hay tres especies vegetales estrechamente asociadas a la decoración navideña son el acebo, el muérdago y el musgo, cuya relación con distintas festividades se remonta a la Edad Media o incluso las civilizaciones precristianas. Existe la creencia de que su recolección está estrictamente prohibida, pero los expertos desmienten algunos falsos mitos, empezando por el muérdago, que lejos de ser una planta protegida se ha convertido en una plaga. 

La semana pasada, la Guardia Civil intervino 300 kilos de muérdago en Aragón, recolectados sin ningún tipo de autorización y destinados a la comercialización en la campaña navideña. La propia nota oficial mencionaba que esta especie silvestre y otras, como el acebo o musgo, están protegidas y su recolección, completamente prohibida. 

Nada más lejos de la realidad, aclara el Colegio de Ingenieros de Montes de Aragón. Si bien está prohibido hacer un aprovechamiento sin autorización en un monte de propiedad pública o privada, como sería ese caso (300 kilos), coger muérdago no solo no es ilegal sino que ayudaría a proteger a otras especies amenazadas por lo que se considera una plaga.

"Existen tres leyendas urbanas según las cuales está prohibida con carácter general la recolección de acebo, muérdago y musgo, y en mayor o menor medida las tres son ideas completamente erróneas, o casi", afirma Ignacio Pérez-Soba, decano del Colegio de Ingenieros de Montes. 

En el caso del muérdago, la realidad es diametralmente opuesta. "No solo no es una especie protegida sino que es una plaga que nos preocupa cada vez más a los ingenieros de montes porque vemos que los daños van en aumento, asociados a los efectos del cambio climático", explica este experto. La retirada de la planta de las masas forestales de Aragón sería más bien conveniente, dado el grave desequilibrio biológico que causa. Es un parásito de especies como el pino carrasco, a las que puede llegar a matar. Y más con frecuentes periodos de sequía y estrés hídrico por la subida de las temperaturas y la irregularidad de las precipitaciones, recuerda Pérez-Soba.

Respecto al decomiso de los 300 kilos de muérdago, aclara que se trata de una infracción administrativa, más relacionada con la propiedad que con la protección, al haber recolectado una gran cantidad sin autorización. "Todo aprovechamiento comercial del que se obtenga un beneficio en un monte necesita el permiso del propietario, y en el caso de aquellos declarados de utilidad pública la licencia de disfrute por parte de la Comunidad", indica el decano del colegio profesional. Las autorizaciones se dan sin ningún problema. Es más, añade, "la administración forestal aragonesa está deseando que le pidan aprovechamientos de muérdago en zonas atacadas por la plaga".

Prohibido hasta hace un año

En el caso de acebo, la prohibición era cierta hasta hace un año. En Aragón estuvo protegido, con distinto grado, desde 1986 hasta el 2022 y ahora ya no aparece en la lista de especies silvestres en régimen de protección especial. Según Pérez-Soba, "después de los estudios pertinentes se llegó a la conclusión de que no necesitaba ninguna protección especial y está al mismo nivel que la carrasca o el boj. Es una especie no muy abundante en Aragón, como muchas otras, pero no peligra su conservación. Sería lo mismo que si cogemos un ramillete de boj o de encina".

Eso sí, el responsable del colegio profesional apela al sentido común para evitar daños a esta especie y recomienda que no se toque. Una de sus características del acebo es la toxicidad de sus llamativos frutos rojos. Una ingesta de 20 o 30 puede ser letal incluso para un adulto, y sobre todo hay que tener cuidado con los niños, a los que puede atraer por su color intenso. 

Sobre los musgos, que tradicionalmente se han utilizado para la decoración del belén, Pérez-Soba precisa que bajo este término vulgar hay citadas en España más de 1.000 especies, de las cuales solo una veintena están en el listado de las protegidas. Insiste en que nunca pueden cogerse con fines comerciales y recuerda su "interesante e importante papel ecológico".

Por ejemplo, recomienda no arrancarlo nunca de los árboles porque su crecimiento es muy lento. "Pueden pasar 15 años para que pueda tener de nuevo el recubrimiento, y además cumple un papel de conservación de la biodiversidad". Tampoco de las rocas. Y si se toma del suelo, en pequeñas cantidades, "no llevarse tapices dejando el suelo desnudo, y no dañar el sustrato, con un máximo de profundidad de 3 centímetros y con herramientas adecuadas". 

Por último recuerda que se puede reutilizar. "No debemos tirarlo a la basura cuando acaba la Navidad. Si se seca bien y se guarda adecuadamente, protegido del polvo y de la luz se, puede utilizar bastantes años". Por último, está el riesgo, aunque sea pequeño, de coger una de las especies catalogadas, difíciles de identificar salvo para los expertos. 

"Que no esté prohibida su recolección no significa que tengamos que hacer un uso descontrolado", concluye Ignacio Pérez-Soba, que lo compara con las de las flores silvestres, la manzanilla o las setas. En estas, hasta determinado peso por persona se considera inocua. "El propio código civil reconoce el uso inocuo y no lucrativo del monte, con la excepción de cuando se cause daño o se obtenga lucro", concluye el decano de los ingenieros de montes.   

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión