Talan el árbol que amenazaba el patio del IES Ramón y Cajal de Huesca tras una tormenta
Los gastos de los trabajos, que ascenderán finalmente a unos 3.800 euros, serán asumidos por el departamento de Educación tras la petición que hizo la amypa del centro.
El árbol de más de 10 metros de altura que amenazaba con caer sobre el patio de recreo reservado para más de un centenar de alumnos de 1º de la ESO del IES Ramón y Cajal de Huesca por las consecuencias de una tormenta que azotó la capital oscense hace más de un mes ha sido talado por fin por una empresa especializada.
Aunque estaba previsto que los trabajos se llevaran a cabo el pasado lunes, un problema administrativo de la empresa contratista obligó a retrasarlo. A primera hora de este miércoles, los operarios han cortado el árbol de gran envergadura para posteriormente trocearlo y sacarlo así con más facilidad del instituto. Se espera que este jueves, el patio esté ya complemente limpio y listo de cara al inminente inicio del curso escolar.
Finalmente, la factura ascenderá a 3.800 euros (IVA incluido) que pagará en un principio el propio IES Ramón y Cajal, aunque luego se lo abonará el propio departamento de Educación atendiendo así la petición que había hecho la amypa para no detraer recursos económicos al centro ya que entendían que podría suponer un perjuicio para los alumnos, puesto que se mermarían los fondos para otro tipo de necesidades y actividades que se sufragan con este dinero.
Desde el instituto esperan poder sustituir este árbol por otro nuevo aunque la replantación está a expensas de que se pueda arreglar antes la solera de hormigón que también se levantó al moverse las raíces con los fuertes vientos de la tormenta.
Desde la consejería que dirige Claudia Pérez agradecieron la disposición del centro y también la colaboración del Ayuntamiento de Huesca, en la ayuda prestada en un primer momento para la búsqueda de una empresa que llevara a cabo los trabajos y la agilización de permisos.
La tormenta que el pasado 27 de julio pasó por Huesca dejó numerosos destrozos a su paso, especialmente en el arbolado, y la prueba es que el Ayuntamiento tuvo que apear cerca de 50 ejemplares en toda la ciudad.
