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La pandemia frena la apuesta 'eléctrica' de Automóviles Serrano, en Barbastro

La empresa familiar, constituida hace 20 años, es concesionario oficial de Toyota y taller de reparación. El negocio se mantiene pero algunos proyectos se han visto frenados.

Manuel Serrano, en el centro, con sus hijos Alberto (izquierda) y José Manuel (derecha).
Manuel Serrano, en el centro, con sus hijos Alberto (izquierda) y José Manuel (derecha).
Heraldo

Alberto Serrano y su hermano José Manuel están al frente del negocio familiar que su padre, Manuel, abrió hace unos 20 años en Barbastro. Se trata de Automóviles Serrano, el concesionario oficial de Toyota, Kia y Hyundai donde también se presta servicio postventa como taller de reparación multimarca.

Con los años, el negocio se ha consolidado y actualmente cuenta con una plantilla de 11 personas que, afortunadamente y pese a los varapalos de la crisis de la covid-19, se mantiene al completo. Y es que con la movilidad restringida de forma intermitente durante más de un año, en Automóviles Serrano han sufrido una bajada de la cifra de negocio y mucha irregularidad en el trabajo diario.

“La media de kilómetros recorridos al año ha bajado, así como la siniestralidad en carretera, por lo que se han producido menos daños en vehículos. Lo mismo sucede con las ventas de vehículos nuevos, que en 2020 fueron muy bajas y, aunque este año hay una tendencia al alza, todavía no se ha llegado a cifras de 2019”, explica Alberto.

Pese a esta situación, que afecta a nivel global, el verano pasado fue “bastante positivo”, una tendencia que se mantuvo casi hasta final de año. Con el paréntesis del invierno y el primer trimestre de este año, la actividad en Automóviles Serrano ha vuelto casi a la normalidad.

 “Ha habido un cambio total de tendencia”, aseguran. De hecho, ahora uno de sus principales problemas es que los proveedores no tienen material y están retrasando mucho las fechas de entrega de vehículos nuevos. “No hay suministros en el sector por lo que la disponibilidad de las gamas de los fabricantes es menor. Esto hace que se pierda potencial y que los plazos de entrega se demoren más de lo normal”, lamentan los hermanos Serrano.

Aunque esta línea de negocio de servicio al cliente final se ha resentido a causa de la pandemia, donde más lo han notado es en el otro camino que esta empresa familiar ha empezado a andar hace apenas tres años. Se trata de Iberdap, una nueva marca puesta en marcha dentro de Automóviles Serrano y que apuesta por los vehículos eléctricos. “Nos dedicamos al suministro de componentes de automóvil para dar soporte a fabricantes que no tenían presencia en nuestro mercado”, explica Alberto.

En este breve periodo de tiempo, la empresa está inmersa en dos grandes proyectos que se han visto frenados por la pandemia. Uno de ellos es Varaneo, fabricante de bicis, micro coches y motos eléctricas. La otra acción va de la mano de la holandesa Tripl, que fabrica vehículos eléctricos destinados sobre todo al reparto de última milla. “Queríamos abrir nicho en el formato eléctrico tanto para movernos en el día a día como en un ámbito profesional. Pero a raíz de la covid-19 todo se ha frenado y lo hemos tenido que aparcar hasta que se restaure todo y podamos ser efectivos”, indica.

Durante los dos primeros años de esta nueva línea de negocio (2018 y 2019) se dedicaron a prepararlo todo para poder lanzar sus servicios en 2020, pero la pandemia truncó sus planes. “Hemos invertido dinero, teníamos acuerdos firmados y esto nos ha frenado en seco”, lamenta Alberto Serrano. Un palo importante para una empresa familiar que desde una localidad modesta como Barbastro apuesta a nivel internacional por la movilidad eléctrica. “Es una de nuestras grandes apuestas y en cuanto podamos, volveremos a activarlo todo”, añade, optimista.

Sin despidos y con más ganas que nunca

A pesar de este bache en el camino de un sueño que se ha tenido que posponer por obligación, en términos generales, Alberto Serrano hace un balance positivo de cómo su empresa ha capeado la crisis. “La pandemia nos ha afectado mucho a nivel de toma de decisiones y ha generado mucha tensión a nivel de dirección. Pero, por fortuna, hemos salido del bache y hay continuidad. No ha habido ningún despido y estamos con más ganas que nunca de trabajar porque parece que se vuelve a ver un poco la luz”, reflexionan los hermanos Serrano.

Y es que en definitiva, Automóviles Serrano no deja de ser una PYME de Barbastro, cuyas raíces fueron plantadas hace dos décadas por un padre de familia que trabajaba en el sector automovilístico. Ahora, 20 años después, el fundador, Manuel Serrano, está a punto de jubilarse y va dejando el negocio en manos de sus hijos. Alberto y José Manuel siempre supieron que su plan de futuro era darle continuidad a la empresa. Así, se formaron en gestión y organización y poco a poco se fueron haciendo con el control.

Dentro de sus servicios, la postventa tiene un peso mayor que la venta y tienen clientes de toda la vida que siempre han confiado en este taller para sus reparaciones. “Intentamos trabajar lo mejor que podemos, centrándonos en ganar la confianza del cliente con la calidad en el servicio”, explica Alberto. Trabajan carrocería, neumáticos, diagnosis y, como curiosidad, preparan muchos coches 4x4, dada la proximidad al Pirineo.

Su buen hacer no se refleja solo en la clientela, que no les falta, sino también en los resultados de las encuestas de satisfacción que van haciendo periódicamente. “Solemos estar por encima de la media de España de todos los puntos postventa de Toyota, con las mejores puntuaciones”, asegura Alberto. En sus palabras, la clave del éxito se resume en trabajar con transparencia e informando al cliente en todo momento para hacer de la confianza su principal activo.

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