El río está espectacular. No uno en concreto, todos. Tras las lluvias, sale el sol y el teléfono de reservas de las empresas de aventura empieza a sonar. Los caudales de los ríos pirenaicos se han incrementado y, con ellos, las ganas de vivir experiencias en las aguas bravas, donde el rafting es el deporte rey. Las precipitaciones han alentado la demanda y las empresas de turismo activo, que trabajan en los cauces del río Gállego, Ara, Cinca o Ésera, auguran una excelente campaña por las reservas de agua y el deshielo tardío que garantizan las lluvias y nevadas de los últimos días. Además, confían en que se mantenga la tendencia de aumento de usuarios de los últimos años. Solo en la zona del Gállego la pasada campaña rozaron los 70.000 clientes, y esperan superar la cifra en una temporada que, de seguir así, podría prolongarse hasta octubre.

Esta es la previsión de Fermín Pérez, el presidente de la Asociación Gállego Activo, entidad que agrupa a varias empresas que operan en el entorno de Murillo. Su opinión la comparten otros guías que trabajan en diversos cauces del Pirineo. Como ejemplo, indica que su empresa River Guru, ya ha superado en estas fechas los datos del año pasado, a pesar de que la inestabilidad del tiempo en las últimas semanas les ha restado reservas. No obstante, en la mayoría de los casos han tenido un arranque tranquilo de la campaña, que comenzó el 14 de marzo en el Gállego y a los pocos días, en Semana Santa, en el Ésera.

El calmado inicio lo achacan a que muchos usuarios aún practicaban esquí. Con todo, este sector, al que toman el relevo en el tiempo, les sirve de "termómetro" para ver cómo irá la temporada, condicionada también por la situación económica, según explica José Martínez, de Ésera Aventura, que trabaja en el cauce entre Campo y Santaliestra. Por ello, esperan mantener o incluso mejorar los resultados del año pasado, que ya fue muy bueno y con una temporada larga.

Con todo, en estas fechas reciben a muchos grupos de escolares y de amigos que organizan despedidas de soltero, y que se estrenan en la práctica del rafting, una actividad apta para todos los públicos y, por tanto, la más demandada por las familias. Con el calor, aumentan las peticiones para practicar hidrospeed, ir en canoa o en kayak. También es el momento para el senderismo, la BTT, la hípica, la espeleología, las vías ferratas o los barrancos secos, porque en algunas empresas la oferta es muy amplia.

Ríos regulados y seguros

Los ríos llevan estos días abundantes caudales, lo que permite disfrutar al máximo de las aguas bravas pero "sin riesgos", recalcan los empresarios. "No estamos en una situación excepcional. Por el Gállego bajan 80 m3 y el rafting lo hacemos hasta con 250 m3. Además, podemos prever lo que va a suceder por los caudales que da la Confederación Hidrográfica del Ebro, por lo que nunca va a haber una crecida", comenta Pérez. "La regulación del río permite conocer cada hora la cantidad que baja por el Ésera", indica Martínez. En este cauce, trabajan ocho empresas situadas en Ribagorza y Sobrarbe.

En esta última comarca, también se comercializa Cinca, un río más abierto en el que ahora se puede disfrutar –en el tramo navatero entre el puente de Laspuña y el de Aínsa– porque el elevado nivel oculta los problemas de la extracción de grava. Con todo, "el río Ara es el más auténtico y más potente en rafting que se hace en España, por las características del descenso, por el desnivel, por el estrecho... Y, además, no está regulado", explica Mozota. Por ello, es imprescindible contar con guías experimentados para hacer los tramos entre Torla y Broto o desde allí hasta Fiscal. En estos momentos, "hay piragüistas y actividades en todos los ríos, que hacía tiempo que no se veían", explica Tete Mozota, de TT Aventura, ubicada de Aínsa, que ofrece estos días paseos en piragua por el embalse de Mediano, donde apenas asoma el tejado de la torre. Las condiciones del río son excelentes y los usuarios han aumentado en los últimos años, pero no tanto la facturación, porque nos lastra el 21% del IVA, denuncia.

Con todo, "quienes conocen estas actividades ya saben que esta es la mejor época para practicarlas", destaca. Por ello, "mucha gente que ha venido en julio o agosto quiere volver ahora en primavera", resalta Gustavo Ortas, de UR Pirineos, en la zona de Murillo de Gállego. Con todo, es el sol el que acelera el ritmo del teléfono.