La Audiencia juzga a dos hermanos del clan Ortiz Perea por raptar a una mujer y asaltar una armería

Ambos tienen un largo historial de delitos y se enfrentan desde hoy a penas que suman más de 70 años de prisión.

El clan de los Ortiz Perea, una de las sagas familiares de Aragón con mayor historial delictivo, vuelve a Huesca para sentarse en un banquillo. Esta vez, la Audiencia Provincial juzga a los hermanos Benito, de 60 años, y Pedro, de 53, por secuestrar presuntamente a una joven de Zaragoza, a la que abandonaron maniatada en un polígono, y atracar luego una armería de Huesca, de la que escaparon tras tirotear en la calle al dueño, que resultó herido de bala en 2016. Fueron detenidos dos semanas después cuando estaban a punto de cometer un asalto a un banco en Valencia. Ahora se enfrentan a penas que suman más de 70 años de prisión.

Ambos ya fueron juzgados en Huesca en 2011 por otro atraco a mano armada a una sucursal del BBVA de la capital que fue frustrado por la actuación de varios clientes y empleados antes de que huyeran con el botín. Benito y otro compinche fue condenados entonces a 8 años y 8 meses de prisión cada uno, aunque Pedro y otro hermano del clan, Antonio, resultaron absueltos. Precisamente en un permiso carcelario de su condena por este mismo atraco Benito se fugó y perpetró con su hermano Pedro el golpe.

La Fiscalía ha solicitado las condenas más graves posibles: 12 y 15 años, respectivamente, por un delito de tentativa de asesinato; 6 años cada uno por detención ilegal; 5 años por robo con violencia y uso de armas; 3 años y 6 meses por tentativa de robo con violencia en local abierto al público y uso de armas; y 3 años más por tenencia ilícita de armas de guerra. También ha pedido 10 años de libertad vigilada adicional en varios de los delitos y que se apliquen los agravantes de disfraz y reincidencia. La acusación particular que ejerce Álvaro Domec en representación del propietario de la armería, se ha adherido a estas mismas conclusiones, al igual que el letrado de la víctima secuestrada. El fiscal pide, además, 14.500 euros de indemnización para la mujer raptada y otros 7.700 para el dueño de la armería por el tiempo que estuvo cerrada, además de otra cantidad aún por fijar por las lesiones sufridas.

El juicio está previsto que se prolongue cinco días y a él están citados, además de las dos víctimas y varios testigos, una treintena de policías y guardias civiles así como una veintena de peritos forenses y expertos de la Policía Científica y Criminalística.

El escrito de acusación de la Fiscalía recoge que sobre las 17.40 del 23 de mayo de 2016, los dos acusados, ocultos tras un pasamontañas y un pañuelo, raptaron a una mujer en su propio vehículo en el entorno de la estación de cercanías de Miraflores, en Zaragoza, apuntando a la víctima con un subfusil. Posteriormente, se dirigieron a un descampado del polígono industrial Prydes de La Cartuja, donde la ataron de manos y pies a un árbol y la amordazaron, dejándola abandonada y huyendo ellos con el vehículo.

Los acusados viajaron a Huesca, donde sobre las 19.45 irrumpieron en la armería Guara con pasamontañas, un cuchillo y el mismo subfusil, amenazando al dueño con matarle. Intentaron maniatarle, pero el comerciante se liberó y huyó corriendo por lo que Benito Ortiz Perea le persiguió por la avenida de Monegros y le disparó con el subfusil e hiriéndole en la pierna uno de los cuatro tiros. Posteriormente, se dieron a la fuga en el coche, que abandonaron cerca de la N-II, en Candasnos.

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