LITIGIO POR LAS OBRAS ARAGONESAS

El Obispado de Lérida pide "auxilio" al juez para devolver los bienes a Aragón

Renuncia a la vía civil y la religiosa frente a Barbastro y dice que acata las decisiones eclesiásticas que siempre han dado la razón a Aragón.

El Obispado de Lérida ha pedido este miércoles "auxilio" al Juzgado de instrucción número 4 de la ciudad para conseguir que éste le autorice, aunque sea de "forma preventiva", a entregar las obras en litigio del Museo Diocesano de Lérida al Obispado de Barbastro- Monzón, después de que la Generalitat, que preside el consorcio del museo, lo impidiera en septiembre de 2009.


La solicitud del Obispado llega cuando está en trámite el proceso civil presentado por la Asociación de Amigos del Museo Diocesano de Lérida contra sendos obispados para determinar la propiedad del arte sacro. El juez desestimó la demanda de la entidad en una primera sentencia, que la asociacion ha recurrido.


El abogado del obispo Joan Piris, Xavier Gonzalo, ha explicado que esta solicitud de auxilio, planteada al mismo tiempo en el que el Obispado presenta su renuncia a continuar en la causa, obedece a peticiones que le han hecho, por un lado, la Nunciatura Apostólica; que considera que deben entregarse las obras sin demora, y por otro el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, que ha planteado la solicitud judicial.


Destiste en su reivindicación

El Obispado de Lérida ha desistido así de su reivindicación por las obras de arte aragonesas que le reclama desde hace 15 años el Obispado de Barbastro, con su renuncia expresa a apartarse del proceso civil argumentando que acata las decisiones eclesiásticas que siempre han dado la razón a Aragón.


De esta manera, renuncia tanto a la vía civil como a la religiosa en el litigio por las 112 obras originalmente pertenecientes a parroquias de la Franja que dependían del Obispado de Lérida, y que ahora están bajo jurisdicción de Barbastro-Monzón.


El Obispado ha emitido este comunicado el mismo día que el obispo, Joan Piris, se ha reunido en Madrid con el nuncio del Papa en España, Renzo Fratini, y el obispo de Barbastro, Alfonso Milián, para llegar a un pacto eclesiástico sobre los bienes, que alberga el Museo Diocesano de Lérida.


Sin aludir a la reunión, se retira alegando que el obispo ha pedido al Gobierno catalán "devolver las obras a sus legítimos propietarios, si lo reclaman; es decir, a la Diócesis de Barbastro".


También reconoce el acuerdo entre el anterior obispo de Lérida, Javier Salinas, con Milián en junio de 2008 y por el que Lérida debía devolver las obras en 30 días, un pacto que no se cumplió.


El Obispado de Lérida ya dijo en septiembre que asumía y acataba la sentencia del Juzgado número 4 de Lérida que desestimaba la demanda civil de la Asociación de Amigos del Museo de Lérida contra ambos obispados para determinar la propiedad del arte sacro, y que la asociación ha recurrido.


"Este obispado se aparta desde este momento procesal del procedimiento renunciando expresamente a su derecho --que no obligación-- de constituirse parte apelada, y ello, en plena congruencia con la posición mantenida y hecha pública en todo momento y que obedece a la decisión expresa del señor obispo de Lérida", reza el comunicado.


La decisión de apartarse es para el obispado "acorde" con lo que ha mantenido siempre, y "especialmente a lo largo de este proceso civil y que nunca se cambió: "Nuestra voluntad de acatar y obedecer la resolución última eclesiástica, dictada por el Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica ratificando la primitiva resolución de la Congregación de los Obispos que reconoce la propiedad de las piezas a la diócesis aragonesa".

El Gobierno catalán negó el retorno


El comunicado también recuerda que Piris se dirigió en 2009 al presidente del Consorcio del Museo y consejero catalán de Cultura, Joan Manuel Tresserras, bajo cuya autoridad, guarda, custodia y exposición se hallan en la actualidad las obras religiosas, pero le fue negada tal devolución a sus legítimos propietarios, es decir, a la diócesis de Barbastro-Monzón.


El conflicto entre los dos obispados se gestó en 1995 con la segregación de 111 parroquias en Huesca, de la Diócesis de Lérida, que se añadieron a la de Barbastro, que pasó a denominarse Barbastro-Monzón y comenzó a reclamar las obras.