AGUA

El mes de enero también está siendo el peor de la historia para los grandes embalses

La alarmante escasez de precipitaciones que sufre Aragón desde la primavera sigue haciendo que los principales embalses de la Comunidad atraviesen el invierno con menos reservas del que se tiene noticia. Según los datos que maneja la Confederación Hidrográfica del Ebro, después de dejar atrás el peor diciembre de su historia, los pantanos de los tres grandes sistemas de riego también están batiendo todos los registros negativos del mes de enero.


Escales y Canelles nunca habían tenido tan poca agua a estas alturas del año hidrológico; Mediano y Barasona atraviesan el tercer peor enero desde que entraron en servicio; Yesa y El Grado están entre los cuatro más malos, y Santa Ana y Búbal, entre los cinco peores. Solo la presa de La Sotonera mejora esas estadísticas, y a pesar de todo también se encuentra en uno de sus ocho inviernos más secos.


En total, y según los balances históricos de la CHE, esos nueve pantanos aragoneses de la margen izquierda almacenan unos 850 hectómetros cúbicos (hm3) menos que en un año normal. Además, y aunque la reserva de nieve ha vuelto a crecer en los últimos días, las estimaciones que realiza la Confederación indican que en el Pirineo hay acumulados unos 300 hm3 menos que lo que indica el promedio del último lustro, lo que de cara a la campaña de riego de verano sitúa el déficit hidrológico de Aragón en más de 1.000 hm3.


Desde que en noviembre del año pasado la CHE reconoció que la situación de sequía es preocupante, su presidente ha recordado que lo normal es que en los meses de otoño, invierno y primavera llueva y nieve. El organismo de cuenca confía en que la situación mejore antes de verano, pero mucha agua tendrá que caer para que los embalses recuperen la normalidad. Los agricultores dan por seguro que tendrán restricciones en el riego, y la evolución de las lluvias parece darles la razón.


Muy pocas precipitaciones


Según los datos de la Oficina del Regante de la DGA, en los últimos diez meses meses las precipitaciones caídas en la Comunidad han sido hasta un 55% inferiores a lo normal en un año medio. Las abundantes lluvias recogidas en abril de 2007 hicieron que ese mes fuera considerado "extraordinariamente húmedo" y que los pantanos volvieran a llenarse, pero desde esa fecha el déficit hídrico no ha hecho más que crecer semana tras semana.


En mayo llovió un 40% menos de lo habitual; en junio, un 50%; en agosto, un 70%... Ni siquiera la llegada del otoño alivió la situación. Según los balances mensuales que elabora el Centro Meteorológico Territorial, octubre fue un mes "seco o muy seco" en casi toda la Comunidad. El comportamiento de noviembre fue "muy seco" e incluso "extremadamente seco" -lo que lo sitúa entre los los más secos de los que se tiene noticia con un déficit de hasta el 90%-, y diciembre fue "muy seco" en casi toda la provincia de Huesca -y por tanto en las cabeceras de los afluentes de la margen izquierda-.


Ligera recuperación en enero


El tiempo está dando una tregua en los primeros días de enero. Según la red de estaciones meteorológicas de la Oficina del Regante, en la primera quincena del mes se ha recogido más de la mitad de agua de lo que suele caer en esta época del año. Si la tendencia no se tuerce, enero podría ser el primer mes húmedo para Aragón desde abril de 2007, pero el problema es que para remontar la situación de sequía hacen falta valores pluviométricos muy superiores a los habituales.


Actualmente, y según los umbrales de sequía que maneja la CHE, las subcuencas del Ésera y el Noguera Ribagorzana están en situación de emergencia, mientras que las del Cinca, el Gállego y el Aragón se encuentran en alerta. El panorama de la margen derecha es sensiblemente mejor, ya que solo está en alerta el Guadalope, y por las obras de Santolea.