La previsión de producción de almendra en Aragón cae un 10% desde junio a causa de la sequía
UAGA estima que el volumen de cosecha sumará 18.000 toneladas en Aragón, cifra que mejora con creces la de 2022.
«Llevábamos tres años seguidos con muy malas cosechas por las heladas de abril y en esta ocasión lo que más está afectando es la prolongada sequía, sobre todo la que vivimos desde diciembre hasta finales de mayo». Así describía este viernes el panorama que viven los productores de almendra aragoneses José Luis Sánchez, responsable del Sector Frutos Sectos de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA). En junio, recordó, la Mesa Nacional de Frutos Secos -en la que participan las organizaciones agrarias COAG, Asaja y UPA, Aeofruse (Asociación española de organizaciones de productores de frutos secos y algarrobas) y Cooperativas Agro-alimentarias- estimó en 20.712 toneladas la producción que alcanzaría la Comunidad en la campaña 2023-2024, un dato en principio positivo, pero la falta de lluvias de estos últimos meses obligará a rebajar esa previsión a las 18.000 toneladas.
«Hemos tenido que adelantar la campaña por la situación en la que está la almendra, esta va a ser una cosecha muy irregular», indicó Sánchez, que reconoció que el tamaño del fruto es mucho menor. La falta de precipitaciones, incidió, les ha afectado mucho, más que en años anteriores aunque de una manera desigual entre las diferentes zonas productoras ubicadas en la comunidad autónoma.
La previsión de la Mesa Nacional de Frutos Secos de junio para Aragón suponía multiplicar por cuatro la obtenida el pasado año, aunque hay que recordar que en 2022, primero las heladas primaverales y después el calor abrasador del verano, provocaron una histórica caída de la producción que quedó reducida a apenas 5.000 toneladas.
El gran año de la producción de almendra aragonesa fue 2018. Entonces se habló de «cosecha récord», al alcanzar las 18.588 toneladas de este fruto que llegaron a los almacenes. Desde entonces los agricultores de la Comunidad no han dejado de ver cómo sus cosechas se mermaban campaña tras campaña: cerca de 17.000 toneladas en 2019, algo más de 16.500 en 2020, unas 10.500 en 2021 y las cerca de 5.000 del año pasado.
La Mesa Nacional de Frutos Secos volverá a reunirse la semana que viene y es cuando se prevé que actualice los datos que dio a conocer el pasado 13 de junio. En esa fecha se apuntaba que la estimación para la campaña ahora en curso se situaba un 49% por encima de la media de los últimos tres años en España, en los que se ha aplicado una nueva metodología de cálculo.
Superficie productiva
En el ámbito nacional, la Mesa situaba la previsión de la producción de almendra grano en cerca de 121.000 toneladas, con Aragón como tercera comunidad autónoma en el podio detrás de Castilla-La Mancha (33.205 toneladas) y Andalucía (33.135). En cuanto a la superficie productiva, en total se cifró en 538.353 hectáreas (67.695 en Aragón), lo que supone un incremento del 3,1% respecto al pasado año. Este aumento se debe a la entrada en producción de más de 16.000 hectáreas, principalmente de regadío en Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía.
Pese a que el panorama ha mejorado claramente respecto a 2022, los efectos de la sequía y el calor en la almendra en grano y la situación del mercado preocupan mucho a los productores. «Los insumos nos han subido mucho y ahora estamos expectantes ante lo que hagan las lonjas, a ver qué precios van a poner», señalaba ayer José Luis Sánchez, de UAGA. Se ha hablado también con el Ministerio de Agricultura para el reparto de ayudas por los efectos de la sequía y las heladas a los frutales y a la almendra, que se elevarían a 82 millones de euros a repartir y de las que no hay decisión final, recordó.
