Cuantiosas pérdidas económicas tras ser arrasados almendros, viñedos y olivos del Moncayo

Los agricultores afectados por el incendio del Moncayo "van a tardar muchísimos años en recuperarse"

El incendio arrasó una gran extensión de cultivos en la zona.
El incendio arrasó una gran extensión de cultivos en la zona.
Francisco Jiménez

«La imagen de los campos es desoladora», apuntaban ayer agricultores afectados por los daños causados por el incendio en el Moncayo. Entre las 6.000 hectáreas quemadas desde el pasado sábado, hay largas extensiones de terreno donde hasta aquel momento había almendros, viñedos y olivos fundamentalmente, según indicaron representantes de organizaciones agrarias, que indicaron que aún tendrán que realizar las valoraciones económicas oportunas para hablar de datos concretos, aunque avanzaron ya que las pérdidas serán cuantiosas. Afortunadamente, la campaña del cereal había acabado hace muy poco.

«Esperamos que el Gobierno de Aragón saque adelante un decreto de ayudas para los afectados por este y por todos los incendios», apuntó José Antonio Miguel, secretario provincial de UAGA en Zaragoza, que valoró el apoyo anunciado para los agricultores y ganaderos que sufrieron los efectos del fuego en Ateca, pero recordó que no ha habido el mismo respaldo para los del que tuvo lugar en Nonaspe.

Miguel quiso destacar, por otro lado, la labor realizada por los profesionales del campo en el Moncayo, que rodearon los pueblos de cortafuegos, lo que evitó que los cascos urbanos sufrieran daños. «Hicieron una labor impresionante, sobre todo al principio, cuando empezó el fuego, luego ya coordinaron sus actuaciones con las brigadas antiincendios que trabajaron en las labores de extinción», señaló.

Desde UAGA se hizo hincapié en la «incansable acción» realizada por agricultores que emplearon sus tractores y su maquinaria «en pro de salvaguardar los casos urbanos de sus municipios y elementos importantes de sus territorios», así como en el apoyo a los medios dispuestos por las administraciones, lo que resultó «imprescindible para ayudar a controlar lo antes posible el fuego y minimizar la superficie quemada».

José Manuel Roche, secretario de la organización agraria UPA en Aragón, dio también un gran valor a la actuación que permitió salvar las casas, si bien reconoció lo duro que era para los habitantes de los pueblos desalojados abandonarlas prácticamente con lo puesto. «Afortunadamente no hay que lamentar la pérdida de vidas humanas, pero la quema de cultivos y de patrimonio forestal es muy lamentable», indicó antes de reconocer que los agricultores afectados «van a tardar muchísimos años en recuperarse». «Ahora muchos han perdido las cosechas de este año, pero es que también han perdido árboles que no podrán reponer hasta dentro de cinco o seis años», apuntó.

Roche reconoció que las olas de calor han favorecido la aparición de los incendios, pero recordó que también influye la creciente desvinculación entre el medio rural y los montes. «Esta es inexistente porque no hay actividad ganadera en extensivo como hace años», lo que se ha notado en el entorno de Vera, Añón y Alcalá del Moncayo, «con una cantidad de maleza que es pólvora pura», dijo. «Hay que destinar más medios para la limpieza de los montes», reivindicó.

El líder de UPA Aragón señaló, por otro lado, que está cansado de oír que «el mejor bombero son las ovejas», cuando el apoyo a este sector ganadero ha ido disminuyendo con los años –«la nueva PAC es una muestra de ello», aseguró–, lo que ha hecho descender de modo llamativo la ganadería de ovino en Aragón en los últimos años.

"Han perdido su medio de vida y quieren seguir adelante"

"Este era un territorio lleno de vida y alegría, y ahora está devastado por el fuego», resumía ayer Rafael Casado, director de la oficina de Caja Rural de Aragón en Tarazona, después de recorrer la zona afectada por el incendio en compañía de Alberto Val, presidente de la Comarca de Tarazona y el Moncayo. «Hemos ido a visitar la zona para que sepan que mantenemos nuestro compromiso con ellos», añadió tras mencionar a clientes de la entidad afectados por la pérdida de sus negocios o del fruto de su trabajo en el campo.

«Han perdido su medio de vida y quieren seguir adelante», apuntó asimismo Casado, que recordó el apoyo particular que se da en este momento a afectados ofreciéndoles facilidades de financiación especiales, así como ayuda para la tramitación de seguros con la DGA. Operaciones como las realizadas después del incendio de Ateca y que son determinantes en estos momentos. Ibercaja y Caixa Bank también han actuado en esta línea en el marco de su forma de trabajar de modo cercano con el medio rural. «La gente agradece estos gestos en estos momentos», señaló Casado. 

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