sanidad

El Colegio de Médicos de Zaragoza insta a dejar constancia de cualquier agresión que sufran los profesionales

Asegura que la pandemia y al falta de recursos ha generado un deterioro "muy preocupante" de la relación entre médico y paciente.

Responsables del Colegio de Médicos de Zaragoza, durante la rueda de prensa.
Responsables del Colegio de Médicos de Zaragoza, durante la rueda de prensa.
COMZ

El Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza (COMZ) reconoce que la pandemia y la falta de recursos y personal ha generado un deterioro “muy preocupante” de la relación entre el profesional sanitario y el paciente, lo que en algunos casos provoca que se produzcan agresiones. En 2021 recibió 16 llamadas para comunicar este tipo de situación, aunque solo se formalizaron cuatro.

“Es importante prevenir para que no se lleguen a dar estas agresiones”, avanzó el presidente del COMZ, el doctor Javier García Tirado, quien instó a su vez a dejar constancia de cualquier ataque: “Eso permite al Colegio disponer de datos que reflejen la auténtica magnitud del problema”.

Al mismo tiempo, se refirió a la necesidad de “dotar a los profesionales de las herramientas suficientes para que su labor se pueda desarrollar de una forma que permita atender las necesidades sanitarias de la población”. “Esta frustración que se produce cuando la persona percibe que no se están atendiendo sus necesidades” se extiende también, dijo, a los propios facultativos.

La institución colegial ha dado a conocer los datos coincidiendo con el Día Europeo contra las Agresiones a Médicos y Profesionales Sanitarios, que se celebra este sábado 12 de marzo. Se trata, resumieron, de una problemática que resquebraja y deteriora el sistema sanitario y pone de manifiesto otras de las carencias existentes tras dos años de pandemia. “No excesivamente frecuente, pero sí lo suficiente para suscitar una preocupación”, añadió García Tirado, quien reclama que se fortalezca la relación médico-paciente, deteriorada durante esta crisis de la covid. En concreto, se refirió a circunstancias como la disponibilidad de tiempo, un espacio físico adecuado, la saturación de las agendas de las consultas… “Interfieren de forma notable en el desarrollo de una relación médico-paciente deseable”, dijo.

“Las cifras que vemos -aseguró- son la punta del iceberg”. El Colegio de Médicos de Zaragoza, a través de su teléfono habilitado para comunicar agresiones, atendió en 2018 un total de 16 llamadas, aunque solo cinco prosperaron formalmente. Lo mismo ocurrió en 2019, cuando se recibieron 26 avisos (17 fueron registradas como tal). En 2020 fueron 22 llamadas (12 se contabilizaron) y en 2021, pese a recibir 16 llamadas solo se formalizaron 4. “Muchas de las agresiones no se concretan como denuncias. En algunos casos no se denuncia por el temor a las represalias, por escepticismo o por el proceso burocrático al que tenemos que estar sometidos”, resumió la secretaria del COMZ y médico de Atención Primaria, Belén Lomba. Tal y como adelantó, en el conjunto del país las denuncias por agresiones a sanitarios aumentaron un 14% en 2021 con respecto al año anterior, según los últimos datos proporcionados por la Policía Nacional. Y según los datos de observatorio nacional de agresiones a médicos de la Organización Médica Colegial (OMC), en 2021 fueron 612, 171 más que en 2020 (con un aumento del 38,8%). En 2021, seis de cada diez agresiones fueron a mujeres.

“Yo creo que todos los médicos de Atención Primaria y Urgencias hemos sufrido durante el desarrollo de su labor profesional una agresión”, concretó la doctora Lomba, aunque muchas veces no se formaliza como denuncia: “Es inadmisible que un profesional sea agredido en su puesto de trabajo”.

Según los datos registrados en el Colegio, desde 2010 alrededor de 80 médicos -24 hombres y 56 mujeres- han sido agredidos en la provincia de Zaragoza, siendo los centros de salud los espacios que más concentran estos episodios. Las especialidades más afectadas son aquellas en las que la interacción entre paciente y médico se produce en unas condiciones más desfavorables, generalmente a nivel de Atención Primaria y también en el ámbito de Urgencias. Las agresiones más frecuentes (57’35%) son las de tipo verbal y en un 32,35% de los episodios violentos fue requerida la intervención de la Policía o la Guardia Civil. Carlos Lapeña, asesor jurídico del Colegio, reconoció que no todas las agresiones llegan a denunciarse, “y muchas menos llegan a ser objeto de procedimiento judicial”. En 2020, dijo, hubo cuatro procedimientos judiciales, en los que intervino la asesoría jurídica del Colegio, y en 2021, tres. De estos siete, solo uno ha sido resuelto. Los demás, o están en tramitación o pendientes de señalamiento. Prácticamente en todos los casos la imputación es por delito de atentado o de amenazas (ya que los médicos son autoridad pública), amenazas y coacciones. En cinco casos, la agredida ha sido mujer. En tres casos, el agresor fue mujer; en dos, hombre; y en otros dos, fue de forma conjunta mujer y hombre. Los motivos van desde el acoso, llegando incluso a estar en la puerta del centro de salud con pancartas vejatorias, a hechos más violentos, como irrumpir en el ambulatorio y llegar a romper una puerta acristalada.

Para eliminar las agresiones de cualquier tipo en el ámbito sanitario, el COMZ aboga por la prevención. Así, se considera que la mejora de las condiciones en las que se presta la atención sanitaria reforzaría de manera sustancial la relación entre médicos y pacientes. Y es que, los profesionales también se consideran “agredidos” por el trato recibido por parte de la administración en cuanto a tipología de contratos, saturación de agendas, cargas burocráticas o falta de recursos humanos, entre otras cuestiones. “También es clamoroso el desprecio hacia los profesionales candidatos a plazas de formación sanitaria especializada (mir) por parte del Ministerio al negarles injustificada y sistemáticamente la elección presencial por segundo año consecutivo”, dijo García Tirado.

Una vez que la agresión ya se ha perpetrado, el COMZ es firme partidario de desarrollar una legislación específica que aborde las agresiones en el ámbito sanitario. En este punto, destacan como medida de gran ayuda la figura del interlocutor policial o los sistemas de seguridad como el botón antipánico o la aplicación Alertcops. No obstante, más allá de las medidas coercitivas, el COMZ sugiere más educación en el uso de los recursos del sistema sanitario por parte de la ciudadanía, mediante campañas de sensibilización que dejen claras las prestaciones y limitaciones del sistema.

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