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Ni infieles ni más tímidos, demontando los mitos de las apps para ligar

Dos investigadores de la Universidad de Zaragoza estudian cómo se relacionan los jóvenes de 18 a 26 años.

Tinder U, la app de citas dirigida a estudiantes universitarios.
Tinder U, la app de citas dirigida a estudiantes universitarios, en una imagen de archivo.
Pixabay

Bajarse Tinder, Grindr o cualquier otra aplicación de citas se ha convertido en la mejor herramienta para ligar entre los jóvenes españoles, y más en tiempo de pandemia donde las restricciones de movilidad limitan los encuentros sociales. Pero, ¿buscan lo mismo estos usuarios de aquellas personas que acuden a un bar o una discoteca para encontrar pareja? ¿Son un reducto de infidelidades? El estudio de dos investigadores de la Universidad de Zaragoza, Juan Ramón Barrada y Ángel Castro, arroja luz sobre estas apps y desmontan los prejuicios que las rodean.

Desde hace más de un año, los dos doctores en Psicología e investigadores en ciencias del comportamiento, salud y tecnologías de Unizar han centrado su trabajo en estas apps de citas con el objetivo de saber cómo los humanos -especialmente con edades de 18 a 26 años- encuentran a su media naranja. Al mismo tiempo, el estudio les ha servido para conocer si los estigmas asociados a su uso tienen veracidad.

Entre sus conclusiones destacan que no existen patrones de personalidad entre estos usuarios (hay la misma heterogeneidad que en cualquier ámbito de la vida 'offline' y con personas extrovertidas e introvertidas por igual), que lo usan mayoritariamente solteros -por lo que se cae la hipótesis de ser un reducto de infidelidades- y que dan la misma importancia al sexo que a la búsqueda de pareja a largo plazo (pero valoran algo mejor el sexo sin compromiso).

Ambos elaboraron sus cuestionarios sobre amor y sexualidad sin descartar participantes en función del uso de estas aplicaciones. "Contábamos con una muestra de un par de miles de estudiantes de universidad, a los que invitábamos voluntariamente a participar. Entendemos que ese es un buen arranque”, han detallado a SINC. Además, basaron sus investigaciones en autoinformes.

Contradicciones

Barrada considera, en base a sus investigaciones, que los mitos sobre los que están en las apps pueden ser hasta contradictorios. "Hay gente que pueden pensar que son personas extravertidas y capaces de entablar conversación con desconocidos, y otros que son personas muy tímidas que necesitan la distancia tecnológica para iniciar relaciones", dice.

Según sus datos, hay mucha heterogeneidad y la investigación apunta a que probablemente haya más hombres, solteros y de un rango de edad más elevado, más cercano a la treintena que a los 18 años. "El perfil de un usuario joven de Tinder es el de una persona que va al supermercado. ¿Y cuál es ese perfil? Pues la pregunta carece de fundamento", indica.

Por otro lado, el estudio revela que los usuarios jóvenes utilizan Tinder como curiosidad o como pasatiempo. La búsqueda de sexo rápido o de pareja a largo plazo también estaban entre los motivos, "pero no eran los más destacados y tenían una importancia similar" y no ha hallado una correlación entre ser usuario de Tinder y presentar más bienestar psicológico o autoestima física.

Relacones a corto plazo

No obstante, en el terreno sexual las personas que usan Tinder "sí tienen una mayor orientación a relaciones a corto plazo", apunta Barrada. En paralelo a esto, los usuarios están más insatisfechos con su vida sexual "pero no se consideran peores amantes" y se preocupan más por este aspecto.

Asimismo, la investigación puede plantear que las aplicaciones de citas tienen éxito: es más probable que quien usa Tinder (o cualquier otra) encuentre a largo plazo pareja. "Separando a quienes habían usado una app en algún momento de su vida y quienes la tienen desde hace unos meses, vemos que este último grupo tiende abrumadoramente a estar soltero", concluye Barrada.

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