COVID-19

Nacho Laclériga, aragonés de regreso para burlar al coronavirus: “En Guatemala, ponerse enfermo es la ruina”

El aragonés logró volver a España hace una semana. El país centroamericano suma 880 fallecidos por coronavirus y cuenta con más de 21.000 casos confirmados.

Nacho Lacrériga, en primer término, a su regreso a Zaragoza desde Guatemala.
Nacho Lacrériga, en primer término, a su regreso a Zaragoza desde Guatemala.
Heraldo.es

Nacho Laclériga, periodista zaragozano residente en Guatemala desde hace 20 años, acaba de regresar a casa. Ahora, ya en la capital aragonesa, relata la grave situación que atraviesa el país centroamericano, que actualmente suma en torno a 900 fallecidos por coronavirus y cuenta con más de 21.000 casos confirmados.

La semana del 12 de marzo, cuando en España se rozaban los 3.000 casos de covid-19, entre ellos 84 fallecidos y 189 altas, Guatemala registraba la primera muerte por el nuevo virus. Se trataba de un hombre 85 años que había viajado recientemente a Europa. “Mientras en España se decretaba el estado de alarma y la gente se quedaba en sus casas, allí se aplicaban unas normas menos restrictivas”, explica Laclériga.

Además del toque de queda establecido entre las 17.00 y las 6.00 de la madrugada, se prohibía el desplazamiento entre departamentos -Guatemala se encuentra dividida en 22 departamentos distribuidos, a su vez, en ocho regiones-. “Por el día recomendaban quedarse en casa, pero la gente seguía saliendo. Lo que ha ocurrido con esta estrategia es que la pandemia ha avanzado más lentamente”, añade. Tanto es así que han transcurrido ya más de tres meses y todavía no se ha llegado al pico de contagios.

“Mientras en España se decretaba el estado de alarma y la gente se quedaba en sus casas, allí se aplicaban unas normas menos restrictivas”

Aquí entra en juego otro factor fundamental y es que en Guatemala casi el 85% de la población vive en una situación de pobreza extrema. “Allí no existe un sistema público de Seguridad Social como en España. Sí contamos con un sistema público pero muy precario que se complementa con uno privado que pagan los empresarios para dar servicio a los trabajadores”, añade el aragonés. Sin embargo, tanto el uno como el otro -explica- “son muy deficientes”. A esto se le suma la existencia de seguros médicos privados cuyos precios son inasumibles por la gran mayoría de la población: “En Guatemala una persona solo va al médico cuando no tiene otra opción”.

Como explica el propio Laclériga, un tratamiento que conlleve un ingreso de 10 o 15 días puede ascender hasta los 2.000 euros. Un precio inasumible en un país donde el salario mínimo interprofesional ronda los 200 euros. “La canasta básica alimentaria del país ronda los 350 euros. En esta situación no puedes pedirle a la gente que se quede en casa porque eso significa que no va a poder comer. En un país como Guatemala ponerse enfermo es la ruina”, asegura el zaragozano.

"No puedes pedirle a la gente que se quede en casa porque eso significa que no va a poder comer"
Nacho Lacrériga permanece en cuarentena voluntaria en Zaragoza tras regresar de Guatemala.
Nacho Laclériga permanece en cuarentena voluntaria en Zaragoza tras regresar de Guatemala.
Heraldo.es

Sin embargo, desde la Organización Panamericana de la Salud -afiliada a la ONU- aseguran que países como Colombia y Chile podrían llegar al pico a mediados de julio mientras que otros como México, Argentina, Guatemala, Panamá y El Salvador podrían no alcanzarlo hasta el mes de agosto. Precisamente por eso, solicitaban a estos Gobiernos que tomasen cartas en el asunto.

Laclériga asegura que la situación actual en el país es insostenible. “Los hospitales están completamente saturados con gente en sillas, en los pasillos y tirada por el suelo. Hay enfermos que llegan al hospital con sus propios colchones y gente que compra sus propias bombonas de oxígeno”, añade Laclériga. Una situación que le empujó a volver a España tan pronto como surgió la oportunidad. “Los vuelos humanitarios de repatriación ya se habían cancelado así que, tras llamar a la embajada española, conseguí un billete en un vuelo express , que consiguió una autorización. Quién sabe cuándo habrá otro”, lamenta. El aragonés, que hasta ahora residía en la capital de Guatemala junto a su pareja y el resto de su familia, se ha visto obligado a abandonar el país completamente solo. “Si ahora estamos viviendo esta situación tan dramática no me quiero imaginar cómo será cuando se alcance el pico de contagios”, lamenta.

“Si ahora se está viviendo esta situación tan dramática no me quiero imaginar cómo será cuando se alcance el pico de contagios"

Sin billete de vuelta

Por eso, en cuanto surgió la oportunidad de volver a casa, tomó esta difícil decisión para él y los suyos. “En otros países no tardaron en evacuar a los europeos, pero en Guatemala la sensación de tranquilidad de algunos sectores de la población es alto. Se trata del país con el índice Gini más alto de Latinoamérica, es decir que hay muy pocos ricos, pero lo son y mucho. Las diferencias sociales son enormes”, asevera.

“Había más de 500 plazas y apenas volamos unas 100 personas”, añade. Sin embargo, a pesar de que el aeropuerto estaba completamente vacío, Laclériga asegura que los nervios se palpaban en el ambiente. “Algunas personas llegaron seis horas antes de embarcar. Me sorprendió mucho la lentitud del proceso ya que no había nadie más”, afirma. Durante el vuelo todos llevaban mascarilla. “Al principio nos sentaron a todos juntos estando el avión completamente vacío. Una vez subieron los pasajeros de El Salvador nos alejamos unos de otros y así pasamos 12 horas. Cada cierto tiempo me lavaba las manos, es lo único que puedes hacer en este caso”, resume.

Ya en España, en el aeropuerto se les tomó la temperatura y les hicieron rellenar un formulario donde tenían que explicar si tenían síntomas y dónde iban a dirigirse. Al llegar a Zaragoza, Laclériga decidió ponerse en cuarentena de manera voluntaria mientras aguarda para hacerse una prueba la próxima semana. “La verdad es que pensaba que habría más medidas de seguridad al llegar aquí”, concluye. Por el momento no cuenta con billete de vuelta y no sabe cuándo podrá volver a reunirse con los suyos. “Allí he dejado a parte de mi familia política, pero aquí tengo a mis hermanos, familia y amigos que siempre me han recibido con mucho cariño”, concluye.

Apúntate a nuestro boletín y recibe en tu correo las últimas noticias, claves y datos sobre el coronavirus.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión