La falta de especialistas es un hecho, pero los pediatras han alzado la voz para advertir de que la falta de efectivos puede poner en serio peligro el actual modelo de atención al niño en Atención Primaria, que tan buenos resultados en salud está generando. Recuerdan que de los 184 pediatras que trabajan actualmente en los centros de salud de Aragón, una veintena se jubilarán en los próximos tres años y, según sus estudios, el relevo generacional no está garantizado, ya que además un 80% de los pediatras formados en la Comunidad eligen ejercer en el ámbito hospitalario.

Los expertos y asociaciones de profesionales recomiendan que cada profesional se haga cargo de una media de mil niños (tarjetas sanitarias). Una proporción que se cumpliría si la distribución de los cerca de 185.000 menores de 14 años que residen en Aragón fuera equilibrada. Pero la propia peculiaridad geográfica de Aragón impide que sea así. La realidad es que muchos pediatras de los centros de salud de las capitales de provincia superan con creces esta media, mientras en algunos núcleos rurales es imposible incluso disponer de especialista y es el médico de Familia el que tiene que hacerse cargo de la atención de los pequeños.

Aunque el porcentaje de facultativos de Familia que absorben la asistencia de menores es todavía muy pequeño, los pediatras aragoneses temen que se llegue a la proporción de otras comunidades. Por ejemplo, en Madrid, entre un 30% y un 40% de la atención infantil la hacen médicos de cabecera. Aunque están plenamente capacitados, los pediatras defienden su formación durante cuatro años y su experiencia acumulada para atender al niño, desde el nacimiento hasta la adolescencia.

De hecho, la presidenta de la Asociación Aragonesa de Pediatría en Atención Primaria, Teresa Cenarro, asegura que existen estudios que demuestran que cuando los menores son vistos por médicos de Familia se usan muchos más antibióticos y se prescriben más pruebas diagnósticas complementarias que cuando son atendidos por pediatras. "Las familias pueden estar tranquilas cuando a su hijo lo atiende un médico de Familia, están perfectamente preparados, pero los pediatras son los que han recibido la formación específica para ello", recalca la especialista, que recuerda que existe también déficit de facultativos de Primaria. "Las autoridades sanitarias tienen que empezar a buscar soluciones", urge.

Estabilidad de los trabajadores

Pero, ¿cómo se puede hacer frente a esta falta de pediatras en Atención Primaria? Algunos especialistas tienen claro que la Administración tiene que apostar por ofrecer mejores condiciones laborales a los especialistas en Atención Primaria. Consideran que lo que el personal sanitario demanda es "estabilidad laboral". "El Salud tiene que garantizar una convocatoria de oposiciones y traslados de manera periódica para que, por ejemplo, el profesional que se vaya a un pueblo sepa que en un tiempo puede pedir el traslado a otra zona que le guste", explica la vocal de Atención Primaria del Colegio de Médicos de Zaragoza, Carmen Puig, que confía en que el Departamento de Sanidad siga con el ritmo de oposiciones y traslados que ha emprendido en los últimos años y no se produzca un parón. En estos momentos, hay aprobadas varias Ofertas de Empleo Públicas, la más importante, una extraordinaria de 1.483 plazas (con 4 plazas de pediatría de Atención Primaria).

Puig, además, hace hincapié en que su experiencia como pediatra le permite asegurar que en muchas ocasiones, y para determinadas plazas, es difícil encontrar sustitutos por las propias características del contrato que se le ofrece. "Si se les planteara algo más atractivo posiblemente los médicos se plantearían cubrir determinados puestos", reconoce. En muchas ocasiones, son relaciones contractuales de tan solo unos meses para cubrir las vacaciones del médico titular.