¿Bellotas y sol? Para qué hibernar

Las altas temperaturas retrasan la hibernación de los dos únicos osos del Pirineo occidental.

Neré, el macho dominante del Pirineo occidental y padre de Cannellito
Neré, el macho dominante del Pirineo occidental y padre de Cannellito

Las altas temperaturas y la abundancia de comida han quitado el sueño a los osos del Pirineo occidental. Neré y Cannellito parecen disfrutar del buen tiempo y por el momento se niegan a hibernar y dedican los días a recorrer el territorio -por separado- en busca de bellotas.


Padre e hijo son los dos únicos osos pardos del Pirineo occidental así que la organización conservacionista francesa FIEP se esfuerza en no perderles el rastro. El Grupo Oso Pirineos localizó hace unos días huellas frescas de Neré en un robledal de la región francesa de Bearne y Cannellito dejó su rastro al este, en una zona repleta todavía de bellotas en la Alta Garona francesa.


Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo, quita importancia a este retraso de la hibernación y asegura que al final los dos machos cederán al ciclo natural e hibernarán. "Si es que caben en las oseras", matiza divertido. Y es que, al parecer, tanto festín de bellotas está engordando a los osos de todo el norte de España. "Están tan gordos que aunque no bajen mucho las temperaturas se meterán a hibernar de un momento a otro", augura Palomero.


En los últimos años, sin embargo, la fundación ha comprobado que la hibernación no es algo obligado para las hembras ni para sus crías, al contrario de lo que siempre se había pensado. Si el invierno viene templado, no cae demasiada nieve y queda comida en el monte, las osas con crías jóvenes pueden permanecer activas para compensar el desgaste sufrido mientras amamantaban a los oseznos. Por eso Caramellita, prima de Cannellito, ha sido vista estos días paseando por el Pirineo catalán junto a su camada.





Por desgracia para Cannellito y Neré no hay hembras en el Pirineo occidental así que todo parece apuntar a que los dos machos se retirarán a descansar tarde o temprano.


Aunque estos días de enero parecen más asiduos al territorio galo, los dos machos del Pirineo occidental visitan con frecuencia la zona aragonesa y mientras el padre (Neré) siente predilección por los valles de Ansó y Hecho, el hijo deambula a menudo por la zona fronteriza de Sallent y Panticosa.

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