Con el inicio de las vacaciones escolares, las familias con niños que pasan por aprietos económicos notan el aumento de los platos en la mesa. Para dar una ayuda a estos vecinos que sufren el estrago de la falta de empleo, la Cruz Roja de la provincia de Zaragoza inició ayer la primera fase del Fondo de Ayuda a las personas más desfavorecidas, un proyecto que funciona en todo el país. Más de 237.000 kilos de alimentos llegarán, a través de 23 entidades, a 14.000 beneficiarios durante esta primera etapa. "Los alimentos terminarán de repartirse en dos fases más: una en octubre y otra a principios de 2016", explicó Cristina Barón, la responsable de esta iniciativa, mientras coordinaba a los dos voluntarios que movían palets y toros mecánicos.

Los productos se encontraban apilados en una nave de la entidad, en el polígono industrial El Pilar. A las nueve de la mañana estaban cargando el camión que saldría con destino a Calatayud, el segundo de la mañana. Barón explicó que los paquetes de alimentos para repartir son "personalizados". "Las entidades con las que colaboramos han recibido solicitudes de familias y ciudadanos –desarrolla la técnico de Cruz Roja– que son estudiadas por trabajadores sociales". Después del filtro de los servicios sociales, se diseñan las cestas siguiendo las directrices de un informe nutricional. "Así, a las familias con más niños se les da una mayor cantidad de potitos o leche de continuación, y viceversa", apuntó Barón. Además, por cada miembro la familia recibe un número determinado de kilos de alimentos.

Los productos con los que se abastece el programa son mitad de la Cruz Roja y mitad del Banco de Alimentos y se reciben a través del Fondo Europeo Agrícola de Garantía. La partida presupuestaria para ponerlo en funcionamiento proviene de la Unión Europea (un 85%) y del Estado español (un 15%).

Además del Fondo de Ayuda a las personas más desfavorecidas, la Cruz Roja desarrolla de forma paralela otras funciones de asistencia, como las ayudas de urgente necesidad. Los beneficiarios destinan estos subsidios a pagar el alquiler, letras de la hipoteca, material escolar... pero la mayor parte del presupuesto, un 85%, es destinado a alimentación. La partida que presupuesta la entidad con este fin es de 375.000 euros, que esperan aumentar con la venta de boletos del sorteo de Oro. Todo lo recaudado se repartirá en ayudas de urgente necesidad y la rifa se celebrará el próximo 23 de julio.