Pese al notable conseguido, hay aspectos que se deben mejorar, como la Seguridad, la Política o la Cultura, los indicadores parciales con la puntuación más baja del informe (se mueven del 0,3 al 0,4 sobre un punto). Los aragoneses tampoco valoran positivamente sus economías familiares, que consiguen un aprobado muy justo. El empleo también es motivo de preocupación en la Comunidad y apenas roza una tasa del 0,6. En el otro lado de la balanza se sitúan la Salud y la Educación, con la mejor valoración: un 0,8 y un 0,7 sobre uno, respectivamente.

El presidente del Consejo Económico y Social español, Marcos Peña, y la presidenta de CESA, Natividad Blasco, se encargaron de presentar ayer este indicador ante los medios y los representantes de los Consejos de otras Comunidades. También intervinieron en la presentación el secretario regional de Comisiones Obreras, Julián Buey; y el de UGT, Daniel Alastuey; el presidente de Cepyme Aragón, Aurelio López;_y el de la CREA, Fernando Callizo. El consejero en funciones de Economía y Empleo del Gobierno de Aragón, Francisco Bono, se encargó de poner el cierre a la jornada.

Marcos Peña fue tajante: "Vivimos mal". "Se vive en función de cómo se trabaja –explicó–, y si se trabaja mal desde hace tanto tiempo como en España, se vive peor". El presidente de CES apuntó que en 2007 había 22,5 millones de españoles trabajando y que, a día de hoy, se han perdido tres millones de puestos. También hizo referencia al consumo como indicador del nivel de vida –"ha crecido un poquito", dijo– pero lo calificó como "consumo de supervivencia". La presidenta del consejo aragonés suavizó la sentencia de Peña: "Los aragoneses, en comparación con la media nacional, vivimos en una de las comunidades autónomas con mayor calidad de vida".