"La seguridad depende del uso racional de la red"

Con tanto que se ha estilado la privatización, ¿por qué nuestros datos son cada vez más públicos?

Porque la sociedad de la información ha alcanzado una velocidad imparable y el avance tecnológico aumenta la capacidad de recogida y procesamiento de datos.

Las administraciones, ¿gestionan bien nuestros datos o están en las nubes, en todos los sentidos?

Un poco en las nubes. El marco teórico lo tienen bien aprendido y hoy soplan vientos de cambio en cuanto a posibles sanciones. Hasta ahora, tan solo eran apercibidas.

Y por la calle, ¿quién nos graba?

Mucha gente, más el sector privado. Y en algún caso nos facilita la vida. Gracias a estas cámaras se consiguen resolver y reconstruir casos como el de Asunta.

Cameron quiere quitarnos el Whatsapp. ¿Estaremos más seguros pero más deprimidos?

¡Alguno no se levantará ese día! Aunque Whatsapp sea inseguro, la seguridad depende del uso racional de cualquier aplicación.

Se puede ser libre y estar seguro?

Hay una tradicional tensión libertad-seguridad, pero mientras seamos ciudadanos que cumplamos con nuestra misión, no debemos temer a la parte de seguridad que se come a la de libertad.

¿Acabaremos acuñando el término desacuerdos de Schengen?

Probablemente... Situaciones externas de violencia complican las libertades e implican cambios, como lo hubo tras el 11-M aquí. La videovigilancia era criticada por gente que hoy, tras lo ocurrido en París, ya no opina lo mismo.

¿Por qué llaman a mi casa unas cinco empresas cada semana?

Muy pocos actores concentran toda la información, que o se revende o no se utiliza bien.

Pero ¿cómo tienen mi teléfono?

La letra pequeña nos hace prisioneros en ocasiones de ceder a corporaciones nuestros datos. Existe un mecanismo de defensa, las listas Robinson, unos códigos de buenas prácticas a los que se adhieren grandes empresas.

En internet, ¿me siento seguro?

Generalmente, sí, es donde más se aplican las medidas de seguridad. Las empresas en la red quieren generar confianza del consumidor.

Cuando visito una web y me anuncia discos que quiero, ¿es magia o es que las empresas en internet se saben todos los trucos?

Eso se debe a las ‘cookies’, pequeños dispositivos de almacenamiento que reconocen hábitos de consulta del internauta. Se está regulando su uso. Desde 2014 se sanciona el incumplimiento de información.

O sea que estas ‘cookies’ ¿no son tan buenas como las galletas?

¡No, son un poco más agrias! El problema es que Internet está tan edificado sobre ellas que, si las inhabilitas, la navegación es difícil.

Y un menor, ¿cómo cubre sus rastros en la red?

Los menores viven y crecen en la red. Y es un problema. Porque muchas veces el uso inconsciente de la red genera situaciones de riesgo. Tenemos que sensibilizarlos y formarlos, en la escuela y en casa.

La Ley Orgánica de Protección de Datos, ¿realmente nos protege?

Esa es su misión. A veces nos hace la vida más difícil, pero su misión es garantizar fundamentalmente la dignidad de las personas.

¿Hay que celebrar un Día de la Protección de Datos para estar protegidos al menos 24 horas?

Hay que sensibilizar y formar a la ciudadanía. Por eso se celebra.

Y usted ¿cómo protege los datos?

Yo trabajo para los responsables de ficheros. E intentamos que el que va a manejar los datos conozca el destino de la información, quién y cómo la va a manejar, cómo hacer una copia de seguridad...

Y las empresas, ¿cumplen?

En Aragón, estamos en unas tasas por debajo del 30% del cumplimiento. La autoridad competente en protección de datos debería lanzar campañas, informar y trabajar del lado de los consultores, que a veces nos encontramos solos.