​Aragón encara el ecuador hacia 2020 lejos de cumplir los objetivos de la Unión Europea

La Comunidad destaca por encima de otras autonomías en los apartados de Educación y Energía, pero sigue lejos en inversión en I+D y empleo.

La inversión en renovables se congela tras una década en continuo crecimiento
​Aragón encara el ecuador hacia 2020 lejos de cumplir los objetivos de la Unión Europea

Aragón deberá esforzarse a fondo si quiere llegar a cumplir con los objetivos marcados por la Unión Europea para el horizonte del año 2020. La Comisión fijó hace ahora cinco años para los 28 países miembros -entonces 27- una estrategia que tenía como fin último sacar a la Unión del atolladero en el que había entrado a raíz de la crisis financiera. Planes para el empleo, la inversión y el cambio energético se aunaban a otra serie de iniciativas anteriores relacionadas con el medio ambiente y la educación que buscaban, tal y como explicó en su discurso de presentación el entonces primer comisario José Manuel Durão Barroso, “que Europa surja más fuerte de la crisis económica”.


Con todo, como la gran mayoría de los propósitos, estos se han ido readaptando conforme se frenaban las buenas intenciones que los provocaron en un principio o, en el caso más dramático del desempleo, debido a la crudeza de la realidad.


Pese a que el plan se distribuye a través de numerosas iniciativas paralelas, la Unión Europea decidió establecer cinco grandes requisitos que cada estado debería conseguir durante la presente década, cada uno además modificado en parte en función de la situación de cada país: Desde conseguir que tres de cada cuatro europeos mayores de 20 años tuvieran empleo, hasta rebajar a mínimos históricos las tasas de abandono escolar, pasando por revisar las emisiones contaminantes de cada uno de sus asociados. Unos objetivos que en el caso de Aragón, en su papel dentro del conjunto de España, también incluye en la mayoría de sus planes estratégicos para el próximo lustro, y que hasta ahora, ya entrados en 2015, afronta con resultados dispares.Medio ambiente y energía: una de cal y otra de arena


La Unión Europea establece en su hoja de ruta que de aquí a 2020 el club de los 28 sea capaz de generar al menos un 20% de la energía que consume a través de tecnologías verdes. Un requisito en el que la Comunidad aragonesa saca la cabeza por encima de la media española e incluso europea. No en vano, según el último boletín de coyuntura energética, en 2013 Aragón obtuvo el 19,1% de toda la energía que consumió a través de renovables. Porcentaje del que aún sigue lejos la media española, que según los datos de Eurostat sigue estando en el 14,4%.


Pese a esto, las renovables sufrieron durante el 2014 un serio varapalo en España debido a la entrada en vigor de la nueva regulación energética impuesta por el Ministerio de Industria. Las eólicas aragonesas, que en la primera década de los 2.000 crecieron a un ritmo exponencial, se verán a obligadas a devolver un mínimo de 86 millones en concepto de primas solo contando las plantas construidas antes de 2005, a las que se les exige retornar las ayudas cobradas los últimos meses, antes de que se pusiera en marcha la nueva política energética. Un contratiempo que el sector vaticina que hará echar el freno de mano a la inversión en energías verdes durante los próximos años.


Peor parecen estar las cosas en lo que respecta a la emisión de gases contaminantes. La UE marca en este aspecto que para el final de la década se haya rebajado en un 20% (o un 30% si es posible) la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero con respecto a 1990. España ha cumplido hasta la fecha con las previsiones pero haciéndolo a través de la compra de derechos de emisión a terceros países. Sin ir más lejos, en la última Cumbre del Clima celebrada en Lima hace tres semanas, un informe de la Agencia Internacional de Energía señalaba que en España se emitían actualmente un 30% más de gases de efecto invernadero que en 1990.


En el caso de Aragón, al igual que el conjunto de Europa, los datos tampoco son mucho mejores. Según el último informe del Gobierno de Aragón que aúna el cómputo de todos los gases que provocan el efecto invernadero, en la Comunidad el promedio de las emisiones aumentó un 18,2% respecto al año base de 1990 durante el quinquenio del compromiso del Protocolo de Kioto (2008-2012). Si bien esta cantidad se ha ido reduciendo paulatinamente en los últimos años producto también de la crisis.Educación, la asignatura en la que Aragón saca mejor nota


En donde Aragón sí que vuelve a destacar por encima de la media española encabezando la lista de las autonomías más 'cumplidoras' -de ello depende también el logro de los objetivos por parte de España-, es en educación. La Comunidad ha conseguido reducir drásticamente la tasa de abandono escolar temprano, fijada por la UE en un 15% para nuestro país. En concreto, Aragón tenía al finalizar el curso pasado un porcentaje de abandono del 18,8%, siendo una de las CC.AA. más aventajadas en este aspecto junto con otras que ya lo han conseguido, como País Vasco, Navarra, Asturias y Cantabria. Mientras, en el otro lado, Extremadura o Castilla-La Mancha siguen aún bastante lejos de conseguirlo. Además, la Unión solicita también para 2020 que el 44% de la población de entre 30 y 34 años tenga estudios superiores al bachillerato, algo que los últimos datos vaticinan que Aragón también alcanzará dentro de un lustro.I+D: Aragón, peor que España y Europa


Pero en la carrera por llegar con buena nota a la fecha marcada por Bruselas  enAragón deberá mejorar notablemente en otro de los apartados más vapuleados por la crisis económica, Investigación y Desarrollo. A pesar de que para el conjunto de la Unión las previsiones son que en 2020 se aporte hasta el 3% del PIB total a esta causa, la Comisión ha rebajado las exigencias para España hasta un punto menos, el 2%. Proporción que pese a todo aún se atisba como un objetivo lejano, especialmente en Aragón.


Según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (publicados en 2013), la Comunidad rebajó su gasto en I+D hasta en un 15% en el lapso de dos años, hasta dedicar a esta cuestión únicamente un 0,93% de su PIB, muy lejos del marco europeo, e incluso del nacional, que destina un 1,24.


No obstante, de cara a 2015, y a la espera de la ejecución de los presupuestos, el panorama parece que cambiará por primera vez en tres años para los investigadores de la comunidad aragonesa. El presupuesto del Departamento de Industria se incrementará ligeramente este año, hasta los 90 millones, montante del cual, según explicó el Ejecutivo aragonés, irá dedicado hasta un 50% a la investigación.El drama del desempleo y la nueva pobreza


Donde las previsiones de la Unión para España no mejoran, al menos al ritmo esperado, es en el apartado del empleo. La UE quiere ser capaz en 2020 -o al menos esa era su intención en 2010- de proporcionar un empleo a tres de cada cuatro europeos mayores de 20 años. Un objetivo que a priori se muestra difícil para España, y de no cambiar mucho la situación, también para Aragón.


Si bien según la EPA durante el último año se han creado casi 10.000 puestos de trabajo en la Comunidad, la tasa de paro sigue elevada por encima del 18%, al tiempo que solo cinco de cada diez aragoneses en edad de trabajar está actualmente ocupado.


Además, la comisión requiere a España que rebaje el número de su población en riesgo de exclusión en 1,5 millones de personas durante los próximos cinco años. Un objetivo tan idílico como necesario, también en Aragón, donde según el último informe de Cáritas presentado esta Navidad hasta 255.000 aragoneses se encuentran inmersos en procesos de exclusión social y económica. Una fractura “muy dolorosa”, según describió el presidente de Cáritas Aragón, Carlos Sauras, quien apostó por la “creación de nuevas políticas sociales que fortalezcan los servicios públicos" para dar la vuelta a la situación.