La DGA pondrá a la venta su sede en Independencia para cuadrar el plan de ajuste

La racionalización de la administración,
otra medida que negocia con Hacienda.

El Ejecutivo aragonés va a sacar a subasta la sede que tiene en el paseo de la Independencia y que dedica a la recaudación de Tributos. El local, que es una de las propiedades de la DGA mejor situadas y con la que puede sacar más dinero de forma rápida, servirá para intentar cuadrar el apartado de nuevos ingresos dentro del plan de ajuste que está negociando con el Ministerio de Hacienda.


Junto a la sede de la dirección general de Tributos, la DGA volverá a intentar deshacerse del edificio que tiene en la calle de Lagasca y de otras propiedades. En alguna de ellas, se podría manejar la opción de venderlas y quedarse temporalmente en alquiler, como han hecho ya todas las autonomías que afrontaron desde 2012 el proceso de deshacerse de propiedades en los centros de las ciudades para aumentar los ingresos.


La venta de patrimonio será la principal medida dentro del apartado de ingresos que podrá incluir la DGA en su plan de ajuste. De hecho, se plantea llevar a cabo una venta activa de los bienes de la Administración autonómica con un informe exhaustivo de cada uno de ellos, como si se tratara de una inmobiliaria. Las otras posibles opciones para traer fondos –eliminación de deducciones en impuestos o la subida de tasas– están completamente descartadas, según ha trasladado la presidenta, Luisa Fernanda Rudi.


Ya en la parte de los gastos, la principal medida que planteará la DGA irá enfocada hacia su entramado empresarial, como solicita el Ministerio de Hacienda. En este punto, la apuesta del Gobierno aragonés es desinvertir en sus empresas públicas. Descartan por tanto acudir a nuevas ampliaciones de capital, como se ha hecho en los últimos años en Plaza y en otras empresas impulsadas por el anterior Ejecutivo y que desde su creación tienen una situación financiera límite. A esta tarea se han dedicado cientos de millones de euros en la última década.


El sector empresarial de la DGA es precisamente uno de los puntos que señala el Gobierno central como pendiente de ajustar. Según se advierte en sus informes oficiales, el Ejecutivo aragonés sigue manteniendo numerosas fundaciones, fomentando asociaciones paralelas ajenas a cuestiones sociales que viven del presupuesto de la DGA y financiando sociedades energéticas. Esta política, que ahora apunta a que podría empezar a corregirse, levanta ciertas suspicacias, debido al menor control que hay sobre el dinero público que se transfiere a estos entes.


En el anterior plan de ajuste, el Ejecutivo aragonés se comprometió a desprenderse del casino de Montesblancos y de unos terrenos en el polígono de Malpica. Sin embargo, fue el compromiso no se llegó a ejecutar. En aquel momento, la DGA aseguró al Gobierno central que ya tenía compradores apalabrados.Hacienda permitió a la DGA que planificase parte del ajuste necesario con ese supuesto ingreso, que nunca llegó.

El diseño de todo el plan, para junio

El Gobierno aragonés debe ir asumiendo las medidas del plan de ajuste de forma inmediata, si quiere tener garantías de que en 2014 no comete los errores del ejercicio anterior y sí cumple con el déficit. En cualquier caso, el plan no será definitivo hasta casi mitad de julio.


Según el calendario previsto, el Consejo de Ministros ratificará oficialmente el objetivo de déficit de Aragón en su reunión del 9 de mayo. Entre esa fecha y el 9 de junio, la DGA deberá mantener más encuentros con el Ministerio de Hacienda para articular un plan de ajuste aceptable para las dos administraciones.Después, se abre un periodo de otro mes para los últimos retoques y la aprobación formal del plan. La DGA podría aplazar cualquier medida de ajuste hasta principios de julio, opción que –aseguran– está descartada ya que el compromiso es aplicar medidas de forma inmediata.